El infectólogo Pedro Cahn, integrante del comité de asesores de Alberto Fernández para el manejo de la pandemia, dijo que sin perjuicio de que un día se supere al nuevo coronavirus, hay cosas que llegaron para quedarse: lavarse las manos con frecuencia, mantener limpias las superficies, ventilar los ambientes, y toser y estornudar al pliegue interno del codo. Sergio Massa cree que, en la Cámara de Diputados, las reuniones de comisión por internet también llegaron para quedarse.
Según pudo saber Los Andes, el presidente de la Cámara está conforme con el trabajo a distancia en la instancia de comisiones, en que se discuten las leyes antes de ser debatidas por todos los diputados en sesión.
Massa impulsó con vehemencia el trabajo remoto tanto en comisiones como en sesiones, contra la resistencia de Juntos por el Cambio (JPC), que sostiene que, al menos para votar leyes, es imperioso que los legisladores nacionales se reúnan de manera física en el recinto.
Los opositores argumentan que el trabajo remoto no sólo es riesgoso —dicen que, por ejemplo, en una votación reñida el resultado puede verse alterado si a algún diputado se le cae la conexión apenas unos segundos— sino que cercena la posibilidad de interrumpir, pedir la palabra y hasta protestar, acciones elementales de la actividad de cualquier parlamento.
Massa, en cambio, asumió el distanciamiento físico dispuesto para frenar la propagación del virus como la chance de modernizar el trabajo legislativo, y es en esa línea de pensamiento que se inscribe su deseo de mantener el trabajo en comisiones por videoconferencia, aun cuando la pandemia fuera superada y el país y el mundo vuelvan a funcionar sin las restricciones de 2020.
La Cámara Baja empezó a trabajar en comisiones de manera remota en marzo, con firma digital de dictámenes, a los pocos días de que el presidente Fernández decretó el aislamiento en todo el país.
Pero no votó leyes hasta el 13 de mayo, cuando tras varias idas y vueltas, el oficialismo y la oposición acordaron por fin un protocolo de sesiones mixtas, con hasta 45 diputados en el recinto y el resto, a distancia.
“Tengo la convicción de que el trabajo en comisiones, inclusive con absoluta normalidad post vacunas, siga siendo virtual. Nos ahorra plata en pasajes, en catering, en muchas cosas. Y lo voy a plantear”, fueron las palabras del presidente de la Cámara , según pudo saber Los Andes.
En lo que va del año parlamentario, según informaron a este medio en la Presidencia de la Cámara Baja, se realizaron 215 reuniones de comisiones; todas por videoconferencia.
La cifra es menor en comparación con los años anteriores, con Emilio Monzó al frente del cuerpo, salvo el año pasado: 583 en 2016; 323 en 2017; 435 en 2018, y tan solo 82 en 2019, aunque en el informe de gestión se aclara que el conteo del año pasado corresponde solamente hasta agosto.
En los últimos días, Massa también ha hecho saber a periodistas que pretende que la Cámara siga funcionando por fuera del período ordinario de sesiones, que arranca el 1 de marzo y finaliza el 30 de noviembre.
En tal sentido, informó que habrá prórroga de las sesiones ordinarias así como convocatoria del Presidente de la Nación a sesiones extraordinarias. La diferencia entre ambas figuras es que en el primer caso es la propia cámara la que extiende su plazo de trabajo y define el temario mientras que en el segundo caso es el Ejecutivo el que define los asuntos.
Entre los temas de peso por tratar figuran la nueva ley de movilidad jubilatoria; la quita de la coparticipación a la Capital Federal; la reforma del sistema financiero; la reforma tributaria (con el nuevo Consenso Fiscal) y la ley de grooming.