El senador republicano Marco Rubio, de raíces cubanas, sería el nuevo secretario de Estado de los Estados Unidos una vez que Donald Trump tome el poder de la Casa Blanca en enero de 2025, según anticipó The New York Times en base a tres fuentes cercanas al presidente electo de 78 años. Sus colegas ya comenzaron a felicitarlo por las redes, a pesar de que aún no hay anuncio oficial.
La elección de Marco Rubio es una buena noticia para el presidente Javier Milei y la Argentina. El actual senador de 53 años -llegó a ser considerado como compañero de fórmula de Trump, pero quedó JD Vance- siempre fue muy crítico del kirchnerismo y varias veces pidió a la Casa Blanca que aplique sanciones a Cristina Fernández de Kirchner y otros funcionarios de su gobierno por corrupción.
Apenas un mes después de la asunción de Milei, Rubio ya manifestaba su simpatía por el libertario. “Milei lucha contra el cáncer del comunismo”, le dijo Rubio a diario Clarín en enero y resaltó que Estados Unidos debería priorizar aliados como Argentina.
“Uno de los desafíos más preocupantes al que nos enfrentamos como región es la creciente amenaza que representa tanto China como Rusia e Irán. Es preocupante que dictaduras como las de Cuba, Venezuela y Nicaragua se prestan como bastiones del mal para Pekín, Moscú y Teherán”, manifestó entonces. Rubio es considerado un “halcón” de la política exterior, con línea dura contra China, Irán, Venezuela y Cuba en particular.
“El presidente Milei ha sido enfático en su deseo de contrarrestar las amenazas del cáncer que representa el comunismo y sería importante que el presidente Biden opte por priorizar a los aliados de Estados Unidos en vez de a los tiranos”, dijo sobre la “aliada” Argentina que lidera hoy Milei.
Rubio actualmente es el vicepresidente del Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia Extranjera y también forma parte del Comité de Relaciones Exteriores de la cámara.
Consultado sobre cómo sería el vínculo de Argentina con la Casa Blanca si Trump ganaba las elecciones, Rubio expresó meses atrás que la relación entre ambos mandatarios sería “más estrecha porque, en la administración previa de Trump, Latinoamérica y el Caribe fue un tema primordial”.
Durante las elecciones presidenciales de 2016, Rubio había competido contra Trump por la nominación republicana, acusándolo de “estafador” durante la campaña antes de abandonar la contienda tras perder ante el empresario en las primarias de Florida.
Rubio finalmente respaldó la candidatura de Trump a la Casa Blanca y apoyó ampliamente sus políticas durante su primer mandato. En 2024, Rubio volvió a acompañar la postulación de Trump para presidente y estuvo en la lista de posibles compañeros de fórmula antes de que finalmente quedara el senador de Ohio, JD Vance.
Ahora, el senador es visto como un posible apoyo para las “renovadas” estrategias de Trump en América Latina, donde su dominio del español y su origen cubano pueden jugar un papel clave.
Vale recordar que, entre jueves y sábado, Milei se reunirá con Trump en Florida en el marco de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). También se espera un encuentro privado en la megamansión del republicano ubicada en Mar-a-Lago. A pesar de sus diferencias en cuanto a lo económico (el argentino quiere libre mercado; el estadounidense, proteccionismo), la batalla ideológica y simbólica los une más.