En el encuentro del ciclo “Pilares para el desarrollo sustentable de la región” referido a la Calidad Institucional hubo un bloque llamado “El valor del pluralismo, la transparencia y alternancia”, que reunió a dos exgobernadores de distinto signo político.
Arturo Lafalla, quien gobernó la provincia desde 1995 a 1999, y Alfredo Cornejo, que lo hizo durante el plazo 2015-2019, hablaron durante media hora con la moderación del prosecretario de redacción de Los Andes, Marcelo Zentil. Charlaron sobre diferentes temas con mucha mesura y mostraron puntos en común, sobre todo en las situaciones que debe mejorar Mendoza.
Ante la consulta sobre la alternancia que caracteriza a nuestra provincia, Lafalla y Cornejo coincidieron que la Constitución lo demarca con la no reelección y también con la cláusula que no permite el nepotismo, es decir, que los familiares del gobernador de turno lo puedan suceder.
Pero más allá de eso, ambos destacaron que hay raíces culturales y económicas que contribuyeron a que no se instalen caudillismos o hegemonías en el poder. Al respecto, Cornejo indicó: “Me parece que hay una sociedad bien diversa y compleja, que tiene mayor control sobre el poder político provincial. Y esa sociedad deriva de una economía diversa que tiene casi todas las actividades, menos la megaminería metalífera, en su estructura. Eso ha generado que desde el 83 a la fecha, haya habido cinco gobernadores radicales y cinco gobernadores peronistas”.
A su turno, Lafalla agregó: “Yo coincido con Alfredo de que tenemos una sociedad plural y también, muy diferente a la pampa húmeda, dónde la oligarquía terrateniente se hizo con grandes propiedades porque solo con tener tierra, vos te convertías en rico. No hacía falta ni capital ni trabajo. Acá, con tierra no sos nadie. Necesitás también agua, trabajo y capital. Por eso no hubo grandes concentraciones de propietarios que se sintieran dueños de vida y hacienda de los mendocinos”.
Por otro lado, al ser consultados sobre los períodos consecutivos en que se sucedieron gobiernos peronistas en la década del 90 y lo que ocurre con las dos gestiones radicales seguidas hasta la actualidad, Cornejo fue contundente: “Los oficialismos que ganan, algo habrán hecho bien y las oposiciones que pierden, algo hacen mal. Es una suma de cosas. Es un juego democrático y en las principales democracias del mundo, funciona así”.
La comparación de Mendoza con el resto del país y el agua como ejemplo a mejorar
Cornejo volvió a defender el concepto de control social del poder político al mencionar, que a diferencia de otras provincias como Formosa o Tucumán, Mendoza cuenta con un alto grado de institucionalidad para el funcionamiento democrático. “En Formosa, más del 90% de los recursos dependen de la Nación y tienen un mismo gobernador de un mismo signo político durante muchísimo tiempo. Su estructura es muy primaria, muy dependiente y con escaso valor agregado. Hay provincias que tienen un desarrollo industrial similar a Mendoza, como Tucumán, que también tiene problemas de alternancia. Allí incide mucho el régimen electoral. La elite condiciona no solo la oferta de candidatos, sino también la demanda ciudadana. Ahí sí hay procesos hegemónicos que revalorizan lo que sucede en Mendoza”, señaló.
Ante esto, Lafalla contestó: “Yo coincido con Alfredo en esta comparación que hace con Formosa. Pero nosotros debemos compararnos con nosotros mismos y nuestras potencialidades. No qué bien que estamos, porque Formosa está mucho peor”.
“La institucionalidad de Mendoza no está respondiendo con la celeridad y la certeza que resolvió situaciones anteriores. Acá apunto a un tema muy grave y agudo que es la escasez del agua, el cual es un problema que solo podemos resolver nosotros. No tiene injerencia la Nación, ni física ni económica, ni legislativamente. Me parece que en esa capacidad de buena institucionalidad nos estamos quedando lentos para afrontar nuevos desafíos”, explicó el dirigente peronista.
“Es cierto que nuestras instituciones del agua fueron modelo en el mundo hace 100 años. Pero no reaccionamos. Sigue el Departamento General de Irrigación, sigue la Ley de Aguas, y la realidad nos pasa por encima. Entonces ahí me parece que hay una lentitud que me preocupa”, enfatizó Lafalla.
En ese sentido, Cornejo acordó que “hay instituciones históricas, como la del agua, que han permitido resolver los problemas de la distribución durante mucho tiempo, pero hoy ante la escasez son insuficientes”.
“Tomo el concepto general. Que nosotros estemos mejor que otras provincias en materia institucional, no significa que tengamos que contentarnos. Y en eso estoy 100% de acuerdo. Ahora estamos mucho más cerca de resolver esos problemas, cuando hay un sistema institucional que funciona, a cuando no”, completó el legislador nacional.
La Justicia en el foco de la institucionalidad
Otro de los puntos acordado entre los exgobernadores es que la Justicia demora en resolver causas que son de impacto importante para la provincia. Lafalla habló del escándalo de los 20 pozos de agua de Agrelo entregados a Marcelo Tinelli y otros empresarios en 2011, que derivó en la salida del por entonces superintendente del Departamento General de Irrigación, Eduardo Frigerio, y todo su equipo. El cegado de esos pozos fue judicializado y aún se espera la resolución de la Suprema Corte de Justicia, mientras siguen funcionando.
“Esa administración dio 20 pozos en las zonas más ricas y de mayor escasez. Ahí están los viñedos de Tinelli y (Alejandro) Bulgheroni y tantos otros. Vino otro administrador de Irrigación a anular esos pozos porque estaban mal dados y fueron a la Justicia. Llevamos diez años sin que logremos resolverlo institucionalmente. Esto es debilidad institucional”, denunció.
Cornejo coincidió en que es necesario que la Corte resuelva sobre ese tema y agregó que también deberían expedirse para aclarar el alcance de la cláusula constitucional sobre la “estabilidad del empleo público”. El senador explicó que en su origen se buscaba que los cargos más importantes de la burocracia estatal se mantuvieran, a pesar de los cambios de gobierno y que eso, con el correr de los años, se transformó a la inversa. Es decir que los puestos que quedaron indemnes fueron los de menor relevancia.
“Por reclamos de los sindicatos del sector público, los gobiernos han aceptado a millones de empleados públicos a planta permanente que no lo hicieron por concurso. Entonces ahí también hay un defecto de institucionalidad. Acá el único que debería estar estable es el que ganó un concurso”, apuntó.
Entre los dirigentes hubo diferencias al hablar sobre el caso del juez federal Walter Bento, ya que Lafalla consideró que afectó la institucionalidad de Mendoza y pidió por la aceleración de su suspensión. Ante esto, Cornejo le remarcó que el caso del juez acusado de dar coimas a cambio de beneficios judiciales ocurrió en la “territorialidad” de la provincia, pero no específicamente en el Poder Judicial de Mendoza.
Para finalizar, los exgobernadores opinaron sobre la reforma de la Constitución. Lafalla dijo: “No creo que nuestra mayor problemática esté en la Constitución, pero sería bueno que nos pusiéramos de acuerdo en un aggiornamiento, sobre todo después del 94″.
Por su parte, Cornejo cerró: “Yo digo que hay que modernizar porque claramente una Constitución de más de cien años, no resiste. Pero los problemas que tiene Mendoza no los originó esta Constitución. Los han profundizado condiciones macroeconómicas nacionales y errores de gobiernos locales”.
Este evento de Pilares se realizó gracias al apoyo de Telecom Argentina, Lorenzo Automotores y las municipalidades de Ciudad de Mendoza y Godoy Cruz. Además, acompañaron la Asociación de Ejecutivos de Mendoza (AEM), Coninagro, Fundación ProMendoza, Radio Mitre Mendoza, Punto a Punto y UNCuyo. Se puede conocer más en la web https://new.losandes.com.ar/pilares/