Pese a la conciliación obligatoria dictada por la Subsecretaría de Trabajo, empleados de Impsa concretaron esta mañana una protesta y se negaron a cumplir con sus obligaciones hasta tener una respuesta de la empresa tras el pago parcial de sus salarios y la incertidumbre por el proceso de privatización.
Desde las 6, los trabajadores se reunieron afuera de la sede de la empresa, sobre el carril Rodríguez Peña en Godoy Cruz, y decidieron no entrar a trabajar hasta que les entreguen un cronograma de pagos y precisiones sobre el destino laboral de los contratados.
Según los delegados de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el conflicto principal radica en los pagos retrasados (50% de noviembre y medio aguinaldo en duda) y la falta de respuestas concretas para recomponer los ingresos, mientras se demora la venta de acciones a la firma estadounidense Arc Energy. Falta conocer que pasará con los 750 empleados que tiene hoy la histórica compañía.
En los últimos días, los empleados de Impsa recibieron el 50% del sueldo que les correspondía por la segunda quincena de noviembre, mientras hay dudas por el pago del medio aguinaldo en diciembre. Además, la situación se agrava por los recortes que tuvieron este año que “llegan casi a un sueldo”, según pudo saber Los Andes.
“Queremos que nos den un cronograma de pago que lo cumplan, porque aparte hay un incertidumbre. Supuestamente que ya abrieron el pliego, que la compró Arc Energy, pero también queremos hablar con la empresa para decir: ‘¿Vamos a quedar todos?’ Porque hay incertidumbre, hay 750 trabajadores acá que no son todos representantes de la UOM”, dijo Luis Márquez, secretario general de la UOM, presente en la protesta al ser consultado por Los Andes. Agregó sus dudas por el destino de los trabajadores que están fuera de convenio.
Aclaró que los empleados de la firma metalmecánica “no están de paro”, pero que hasta el lunes no van a ingresar a la planta a cumplir con sus tareas.
Durante la mañana se esperaba una reunión en la Subsecretaría de Trabajo entre las partes.
“Hay una pregunta muy clara a través del gremio, es decir, ¿vamos a quedar todos? O van a despedir, van a achicar el plantel. Incertidumbre total, fin de año, las fiestas”, sumó Márquez.
En tanto, Mario Reveri, delegado de la UOM, dijo a radio Mitre Mendoza que se quedarán con medidas de protestas “hasta que nos hagan efectivo la otra mitad del pago del sueldo. La incertidumbre también es saber si la gente que ha comprado la empresa va a seguir dándonos trabajo”.
Y señaló: “No sabemos qué pasa, nadie da respuestas, tenemos un CEO que no se apareció nunca, queremos hablar con él, nunca dio la cara, es muy triste para todas las personas que trabajan acá”.
Por otro lado, empleados aseguraron que desde hace varios meses que vienen recortando parte del sueldo “y dicen que nos lo van a recomponer recién entre febrero y marzo del 2024. No es lo que pretendemos los trabajadores. Un operario con 10, 15 años de antigüedad, cobra unos $500.000 por quincena, más una gift card de alrededor de $100.000″, contaron trabajadores a este diario. A raíz del reciente recorte, la mayoría percibió unos $250.000, lo que motivó la medida de fuerza.
El viernes pasado, los trabajadores de la ex Pescarmona ya habían realizado un paro de actividades, que se extendió hasta el lunes, cuando la Subsecretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria para reanudar las tareas en la planta.
Impsa: traspaso a manos privadas, demorado
La empresa metalmecánica Impsa atraviesa un momento crítico en medio de un proceso de venta de acciones estatales que no ha logrado resolverse aún.
Es una empresa cuya gestión está parcialmente en manos del Estado. En su momento, el gobierno de Mendoza transfirió el 21% de sus acciones al Gobierno nacional para facilitar una eventual venta. No obstante, el proceso se ha extendido, generando incertidumbre tanto en la administración como en los empleados.
Los Andes ya reportó que el traspaso del control de Impsa a Arc Energy se demoró por un pedido de prórroga de un mes más para negociar con acreedores, con lo que la incógnita podría estirarse hasta comienzos de enero al menos. Ni el Gobierno nacional ni las autoridades provinciales informaron oficialmente sobre el estado de las conversaciones.
Algunas fuentes consideran que Arc Energy pidió más tiempo para presionar a los acreedores mientras solicita que el Gobierno nacional ayude con la renegociación de deudas y contratos.
Los contratos vigentes también preocupan al oferente. La empresa los tiene con YPF, el Ejército y la comisión de Energía Atómica y el privado habría pedido que se renegocien para no perder plata.
Los datos oficiales desnudan el nivel de aprieto financiero. Tal como publicó este diario, el balance más reciente que se presentó ante la Comisión Nacional de Valores arrojó un resultado negativo de 56.000 millones de pesos para los primeros 9 meses de 2025.