La ministra de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, María Teresa Day, expuso como vocera de la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina (AMJA) ante el Senado de la Nación ayer y explicó los datos que marcan las asimetrías de género que existen en la Justicia.
La jueza mendocina sostuvo que “es indispensable que una mujer integre nuestro tribunal superior” y pidió a las senadoras que impidan el avance de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, con sus votos.
Además de destacar que la Corte Suprema de Justicia de la Nación no tiene una mujer entre sus integrantes desde hace cuatro años, desde la renuncia de Elena Highton de Nolasco en 2021, planteó que contándola a ella, desde 1970 a la actualidad solo hubo cuatro mujeres en diferentes periodos (una mujer entre 1970-73; dos entre 2005-14 y una sola desde 2014 al 2021).
El número total del sistema judicial del país, entre empleados, funcionarios y magistrados marca que son mayoría las mujeres (57%) ante los varones (43%), pero en lo que respecta puntualmente a puestos jerárquicos, la diferencia es tangencial.
Principalmente el porcentaje de varones que son magistrados en la Justicia federal es de un 69%, mientras que un 31% son mujeres. En tanto, en el ámbito de la justicia provincial y de CABA, los varones también son mayoría, pero un 55%.
“En mi provincia en los últimos 4 años, han rendido bien el 59%, han estado en terna el 59% y han sido elegidas el 59% de las mujeres. Es decir, no hubo una baja”, contó Day sobre el caso puntual de Mendoza, dónde ella preside el Consejo de la Magistratura.
Siguiendo con la línea diferencial en los puestos de poder, entre las máximas autoridades de los poderes judiciales en las provincias, un 66% de los jueces son varones, mientras que un 34% son mujeres. Solamente en CABA y Santa Cruz, hay más mujeres que varones en sus máximos tribunales. En 16 de las 24 jurisdicciones, hay entre una o dos juezas supremas. Aquí se incluye Mendoza, donde Teresa Day es la única integrante de un órgano de siete jueces.