El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva asumió en el Congreso Nacional, en Brasilia este domingo y dijo, en su primer discurso, que “los que cometieron errores responderán por sus errores” durante su mandato.
En esta prédica, Lula criticó duramente al gobierno del expresidente Jair Bolsonaro, al que calificó de “barbarie”, “proyecto de poder autoritario” y “proyecto de destrucción nacional que termina hoy”. El presidente, sin embargo, aseguro que no está entre sus opciones la de tomar una revancha.
“No llevamos ningún espíritu de venganza contra quienes intentaron subyugar a la nación a sus designios personales e ideológicos. Pero vamos a garantizar la primacía de la ley. Quienes erraron responderán de sus errores, con derecho a amplia defensa dentro del debido proceso de ley”, sostuvo el flamante mandatario, quien atraviesa su tercera etapa al frente de los destinos del gigante de Sudamérica.
“Al odio responderemos con amor; a la mentira, con la verdad; al terror y la violencia, responderemos con leyes y sus más duras consecuencias”, continuó Lula.
Además, Da Silva calificó como “genocidio” la gestión de Bolsonaro en el proceso de la pandemia de la Covid-19, y prometió que habrá investigaciones sobre el alto número de muertos por la enfermedad en el país, que se trata del más alto del mundo por habitantes: “Fue una actitud criminal de un gobierno negacionista, oscurantista e insensible a la vida. Las responsabilidades de este genocidio habrá que investigarlas y no deben quedar impunes”, sentenció el presidente.
Lula da Silva recordó sus más de 20 años en política
En varios de los pasajes del discurso de Lula, este recordó lo que dijo cuando asumió por primera vez, hace 20 años. Según él, su objetivo en la campaña de 2002 era permitir que todos los brasileños comieran tres comidas al día.
“Tener que repetir este compromiso hoy, ante el aumento de la pobreza y el regreso del hambre, que habíamos superado, es el síntoma más grave de la devastación que se ha impuesto al país en los últimos años”, sostuvo Lula. El presidente también dijo que su mandato será de “esperanza y reconstrucción”, y destacó el escenario que heredó de la gestión de Bolsonaro, calificándolo de “aterrador”.
“Vaciaron los recursos de salud, desmantelaron la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología. Destruyeron la protección del medio ambiente, no dejaron recursos para la alimentación escolar, las vacunas, la seguridad pública, la protección forestal y la asistencia social. Desorganizaron la gobernabilidad de la economía, las financiamiento, apoyo a empresas, emprendedores y comercio exterior. Despilfarraron las empresas estatales y los bancos públicos, entregaron el patrimonio nacional”, prosiguió Da Silva, refiriéndose al diagnóstico realizado por el gobierno de transición.
