La Diputada Lourdes Arrieta se puso a llorar en la Cámara de Diputados luego de que se cayera la sesión para tratar el proyecto de ficha limpia. La legisladora mendocina se indignó con sus pares a quienes tildó de hipócritas.
“Vengo a hacerme cargo, a poner la cara. A poner la cara. Yo no di quórum y eso no significa que soy enemiga del pueblo. Veo tanta hipocresía hacia el pueblo argentino, veo tanto dolor. Yo no puedo creer que tanto de un lado como del otro se estén rifando las ilusiones de tantos”, dijo.
“No respondo ni a Macri ni a Cristina. Ya no respondo ni siquiera al Ejecutivo porque me echaron. Estoy sola, dándole la cara y saben qué, no tengo nada que ocultar, estoy limpia, libre de toda contaminación. No le debo nada a nadie”, agregó.
Entre lágrimas, Arrieta argumentó que el proyecto “se tendría que ampliar” ya que “muchos te inventan causas y te meten pruebas falsas”.
“Hay muchas personas que te ponen trabas para que no puedas continuar en esta carrera, te frustran y han frustrado las ilusiones de muchos. Tendrían que pensar en el jubilado que está esperando cobrar un poquito más, cobrar sus juicios, un veterano de guerra que está esperando el resarcimiento histórico hace años. Y ustedes ni siquiera pueden dar un poquito más de aumento”, agregó.
“Me gustaría que se amplíe este proyecto de ficha limpia, que me den la posibilidad de participar para que se nos garantice en esta ley la transparencia institucional tanto del poder ejecutivo, como del legislativo y el judicial. Porque todos están coludidos”, señaló.
“La raíz de todos los males es el amor del dinero. Quiero ficha limpia, pero quiero que se amplíe para que me dé la transparencia institucional”, señaló.
El proyecto de Ficha Limpia debe ser aprobado por 129 votos en la cámara baja y 37 en el Senado, con lo cual, si se alcanzara la sanción, la ex vicepresidenta Cristina Kirchner no podría ser candidata en 2025.
Esa iniciativa, que reúne 17 proyectos, establece que no podrán ser candidatos a cargos electivos aquellos ciudadanos que tengan una condena en segunda instancia por los delitos de cohecho y tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, y enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados.