El peronismo provincial jugó fuerte en medio de la interna dentro del Frente de Todos a nivel nacional. Máximo Kirchner, líder de La Cámpora en todo el país, pegó el portazo a la jefatura de bloque en diputados. Sin embargo, en Mendoza hubo banca por parte de los referentes de la agrupación kirchnerista al presidente Alberto Fernández respecto del principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En este contexto, de acuerdo con un relevamiento de Los Andes, los intendentes del justicialismo local también coincidieron en la importancia de acordar con el organismo que tiene sede en Washington.
Señalaron que la previsibilidad permite acceder a financiamiento y avanzar con obras en sus comunas. Aunque, por otro lado, puertas para adentro del justicialismo, también se empieza a discutir quién toma la batuta y se perfila para ir por la Gobernación en 2023.
La semana pasada fue por demás agitada para el Gobierno Nacional. Máximo Kirchner renunció a la jefatura del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados porque no comparte ni la estrategia ni los resultados obtenidos en el acuerdo con el FMI.
“No comments”, dijo el senador Lucas Ilardo en relación a la decisión del hijo de la vicepresidenta Cristina Fernández. Junto a la presidenta del PJ, provincial, Anabel Fernández Sagasti, Ilardo lidera La Cámpora. Y en dos palabras dijo mucho más que en sus habituales exposiciones cargadas de alto voltaje político. No hubo defensa a Máximo Kirchner, un dato que no pasa desapercibido. Ambos retuitearon a Fernández en sus explicaciones sobre el acuerdo, por lo que no es necesario echar agua para aclarar qué piensan.
En esa línea se ubicaron los intendentes del PJ, que no responden a La Cámpora. No hubo críticas, pero tampoco opiniones, sobre la decisión del ahora ex titular del bloque en la Cámara Baja que preside Sergio Massa. En cambio, sí manifestaron su respaldo al Jefe de Estado. Uno de ellos fue Roberto Righi, el intendente de Lavalle, quien publicó una foto con Martín Guzmán, el ministro de Economía de la Nación, y expresó su apoyo a las negociaciones con el FMI.
“Esto va a permitir abocarse a una política económica que tenga que ver con el desarrollo, el acuerdo permite avanzar en otras áreas. Nos ayudaría mucho para generar certidumbre”, dijo el jefe comunal a Los Andes.
Estas declaraciones encontraron eco en otras comunas porque coincidieron en que darse la mano con Kristalina Georgieva abre puertas. El acceso al financiamiento es fundamental para la obra pública, entre otras cuestiones, y para los municipios es más importante contar con fondos para hacer cosas que debatir sobre las diferencias en la Casa Rosada.
Otro hecho que marca esta línea de coincidencia entre el kirchnerismo y el peronismo más tradicional dentro del Frente de Todos en la provincia, es la resolución que motorizó el oficialismo en el Senado esta semana, que obtuvo el apoyo de Ilardo y de gran parte de la bancada.
En la intimidad de la coalición, hubo expresiones de otros dirigentes que se mostraron a favor de la decisión del jefe de bloque de senadores opositores, que por ahora no recibió consultas sobre si seguirá o no en la conducción legislativa cuando se produzca el recambio de mayo.
En diciembre se acordó discutir el tema recién en abril, por lo que la decisión del heredero de Néstor Kirchner no tiene repercusiones en Mendoza. También es cierto que en la situación en la que está el peronismo, no es una prioridad definir cargos.
“No se rompió el bloque”, resaltan y van más allá recordando que todas las acciones que se encararon como oposición fueron sincronizadas entre Lucas Ilardo y Germán Gómez, el presidente del bloque del PJ en la Cámara de Diputados y hombre de la confianza del intendente de San Rafael, Emir Félix.
La tarea de conducir a legisladores y legisladoras del espacio no tiene una fila de aspirantes con esas pretensiones. Requiere tiempo, dedicación y estudio. Ya sea por el apego al trabajo o por cualidades propias, hoy tanto Gómez como Ilardo son más una solución que un problema en la convivencia del Frente de Todos.
Las fichas se movieron con distancia del kirchnerismo y no hay que descartar “otras jugadas” en la misma sintonía, según confiaron fuentes del PJ a este diario. El peronismo tiene un desafío clave y es rearmarse, después de la derrota electoral de este año .
Quizás, el acuerdo con el FMI fue un indicio sobre la impronta que pretenden en el partido que fundó Juan Domingo Perón. Y si bien el PJ no es “El juego del calamar”, el “muévete luz verde” de la famosa serie coreana le da chances a quien quiera salir de su zona de confort.
Se instaló una “guerra fría” por la conducción y no asoman candidatos
La derrota del año pasado provocó cambios adentro del Partido Justicialista. Anabel Fernández Sagasti sigue siendo la presidenta, pero no coordina acciones después de las elecciones. Dijo que es una más y que acompañará el proceso que debe darse.
El punto es que nadie quiere sustituir ese rol, o al menos no lo manifiesta. Hay falta de coordinación, pero no “pase de facturas” por esta falta de iniciativa. Es decir, todo transcurre en la frialdad de una mesa sin cabecera. Y eso se nota en algunas decisiones importantes, como es expresarse respecto de las iniciativas del Poder Ejecutivo, porque se dilatan las reuniones. Los que están en la gestión andan “apagando incendios”, y de alguna manera esto les permite tener argumentos para no encabezar esa mesa.
“Todos quieren ser diputados nacionales en el 2023″, es una frase que suena. Pero la pregunta, que aún no tiene respuesta, es qué peronismo surgirá para competir por la gobernación.
“El peronismo va a estar mejor”, se ilusiona un dirigente. ¿Pero le alcanzará para competir fuerte?
Un dato es irrebatible: el núcleo duro de Cristina Fernández, en Mendoza, ronda entre los 18 y los 20 puntos. No se puede dejar de lado ese aporte. También hay promesas de “nuevos cuadros” que apuntalen al PJ.
Tres intendentes deben desocupar sus despachos el año próximo (Righi, Aveiro y Félix) pero ninguno de ellos asoma, por ahora, con actitud de candidato a gobernador.