Los hombres de Suárez para aprobar la Reforma Constitucional

Ibáñez, Abed, Jaliff y Rubio son los elegidos para “muñequear” un proyecto clave para el Gobernador. Fernández Sagasti será la interlocutora desde el PJ.

Los hombres de Suárez para aprobar la Reforma Constitucional
El vicegobernador Mario Abed tendrá, una vez más, un rol clave para conseguir aval a un proyecto de Suárez / Ignacio Blanco

Con la decisión política del gobernador Rodolfo Suárez de impulsar el debate legislativo de la reforma constitucional presentada en agosto del año pasado, las fichas empiezan a moverse en el tablero de una partida que el Gobierno quiere tener ganada antes de mayo. Por eso, el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez, es el hombre elegido para servir de enlace entre el Ejecutivo y la Legislatura al momento de coordinar acciones.

En la Casa de las Leyes, el binomio que integran el vicegobernador Mario Abed y el presidente de la Cámara de Diputados, Andrés Lombardi, por su parte, será el encargado -una vez más- de obtener el acuerdo con la oposición. Ya hubo contactos y en estos días empezarían las conversaciones, que no se demorarán demasiado porque el oficialismo tiene a abril como plazo para el tratamiento en el recinto. En el medio, un rumor sobre un posible trueque de reelecciones agita la previa (ver aparte).

El peronismo aún no define su postura con respecto a la propuesta de modificar la carta magna provincial. Pero en el partido sostienen que hubo una llamada entre Suárez y la presidenta del PJ, Anabel Fernández Sagasti, que constituyó el primer acercamiento entre las partes. Sin embargo, en el Gobierno lo desmienten.

El calendario electoral en el país y en Mendoza por ahora no se modifica por lo que el 6 de agosto serán las PASO y el 24 de octubre, las generales. Esta hoja de ruta, con el aval de los intendentes oficialistas y opositores, marcaría que el Referéndum para que la ciudadanía vote a favor o en contra de la reforma debería convocarse en mayo.

Mirando el almanaque, restarían 10 semanas para tratar de llevar la necesidad de la Reforma al recinto, que hoy está en la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC) del Senado. Justamente, la cámara que preside Abed.

Como viene sucediendo con los proyectos que envía Suárez, el Vicegobernador es el encargado de “muñequear” políticamente el asunto. Consolidado en este rol en la Casa de las Leyes, ya empezó a pulir detalles junto al resto del oficialismo.

El rol de Ibáñez

Víctor Ibáñez es la persona designada por el Gobernador para seguir de cerca el proceso. Es el autor del texto de la Reforma y además, uno de los ministros que goza de la absoluta confianza por parte de Suárez. Para el ministro, hay puntos en el proyecto que no ameritan discusión, como la unicameralidad, el equlibrio fiscal y la eliminación de elecciones intermedias. La representación territorial de todos los departamentos y la autonomía municipal también tienen el rótulo de “innegociables”.

“No apuntamos a aumentar atribuciones del (Poder) Ejecutivo, sino a mantener al Ejecutivo tal cual está, a tener representación territorial y mayor calidad democrática. Invito a la oposición a dar el debate en la Legislatura. Ese es el ámbito y quien tiene la facultad para hacer modificaciones y definir los alcances”, dijo Ibáñez a Los Andes.

En lo estrictamente legislativo, hay otros dos dirigentes oficialistas con un rol protagónico en esta “cruzada” de Suárez: Marcelo Rubio, que preside LAC, y Juan Carlos Jaliff, Presidente Provisional del Senado. Este histórico legislador radical es el hombre de confianza de Abed dentro del Senado y por eso no es casualidad que haya participado de la primera reunión de LAC la semana pasada. Ni debería sorprender que lo haga en las próximas en las oficinas del Nuevo Anexo Legislativo.

El próximo jueves está prevista una comisión conjunta entre representantes de ambas cámaras, con la presencia del ministro Ibáñez. Se está buscando un lugar espacioso para cumplir con todos los protocolos. Allí, quien no ha garantizado su presencia es justamente el peronismo.

El PJ amaga con resistir

El senador Lucas Ilardo, quien preside el bloque peronista en el Senado, fue contundente el miércoles pasado cuando formalmente inició el debate de la Reforma en LAC. “No hubo diálogo ni consulta. No vamos a cuestionar la agenda y nosotros después definimos si vamos a ir o no a las reuniones”, aclaró.

En el Gobierno entienden que el tiempo fue suficiente como para estudiar el proyecto y pronunciarse al respecto, por lo que dejarán el acuerdo en manos de los negociadores legislativos y de Ibáñez. Algunos memoriosos recuerdan aquella reunión entre Abed y Fernández Sagasti que tuvo lugar en el despacho de la Vicegobernación en setiembre de 2020. Allí se habló del proyecto de la reforma que había ingresado en agosto y cómo pensaba avanzar el Gobierno.

Mientras, el tiempo corre y de cara a la comisión conjunta del jueves, el peronismo debe definir este fin de semana largo una posición común con la senadora nacional a la cabeza, junto a los intendentes. Según puso saber Los Andes, la presidenta del partido en persona será la interlocutora con el Ejecutivo en caso de ser necesario, aunque -aclaran- la posición del peronismo se tomará en conjunto. Difícilmente alguien se “corte solo” en un año electoral.

La desconfianza que existe entre los dos partidos mayoritarios en Mendoza podría trabar un proyecto clave para Suárez, que igual confía en sus hombres para convencer a la oposición peronista de avanzar con la Reforma Constitucional.

De conseguir los votos para llegar a los dos tercios, y de avanzar luego el SÍ en el referéndum, los convencionales constituyentes elegidos en las próximas legislativas serán los redactores del texto final. Una letra que deberá incluir los aportes de radicales y peronistas por igual.

Rumor

¿Se viene un canje de reelecciones’?

Cuando aún no se oficializaba el inicio del debate, una versión empezó a circular con fuerza en los pasillos legislativos, sin autor conocido. Para lograr el choque de codos entre peronistas y radicales, la oferta consistiría en incorporar en la Reforma la reelección de intendentes (sin especificar cuántas) a cambio de obtener el aval opositor para incluir también la reelección del gobernador.

De esta versión nadie se hace cargo y todos se la adjudican al partido de enfrente, pero en lo que coinciden es en que circula. Y no deja de causar sorpresa porque, justamente, el fracaso de los anteriores intentos de reforma constitucional fue cuando se agitó la intención del mandatario de turno de acceder a un período más. Pero hay algo más importante: ¿la ciudadanía avalará una reforma con la posibilidad de una reelección del gobernador que no estaba prevista en su inicio? Los que la descartan en el oficialismo aseguran que el proyecto actual tiene como sello a la unicameralidad y la baja del costo de la política, por lo que de incluir la reelección, la marca será otra y el espíritu del texto se diluirá.

“La reelección está excluida expresamente, creo que hay que ver si la oposición lo pide. Después del ’83 para acá, en los intentos anteriores, fue uno de los obstáculos. Hay que ver si alguien lo plantea, cuál es el debate que se dará en la Legislatura. Hay ejes centrales que la Legislatura puede modificar en algún sentido y ver cuál es el alcance de una propuesta”, expresó Ibáñez sin cerrarle la puerta a esta opción.

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