En medio de una escalada de casos de coronavirus en nuestro país, nuevamente gremios docentes, a nivel provincial y nacional, presionan con la suspensión de clases presenciales y volver a la virtualidad. Sin embargo, esa medida ha sido descartada; y tanto la Nación como la Provincia aseguraron que seguirán con la presencialidad y el refuerzo de los protocolos para evitar volver a un esquema como el que rigió en la mayor parte del 2020.
Por el lado del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), destacaron en su sitio web que, ante la segunda ola que está quebrando récords de contagios, “sostener la presencialidad sin más en este contexto, se torna criminal” y destacaron que “de acuerdo a los criterios que del Consejo Federal de Educación, las clases no debían comenzar en esas zonas”.
Además abrieron una petición en Change.org con el que exigen: “Suspensión de las clases presenciales de forma transitoria en toda la provincia hasta que baje la curva de contagios, más presupuesto para garantizar la conectividad de trabajadores/as de la educación y de estudiantes; un programa de entrega gratuita de dispositivos tecnológicos; ampliar la entrega de alimentos todas las familias de estudiantes que lo necesiten y un plan de vacunación para inmunizar de forma más acelerada al amplísimo sector que todavía no recibe ninguna dosis, lo cual compete además al Estado nacional”.
En paralelo, el secretario general Adjunto de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), Roberto Baradel, reclamó hoy también suspender la presencialidad en las escuelas y endurecer las restricciones en la Capital Federal y en otras zonas críticas del país por el avance del coronavirus.
“Lo que hay que hacer inmediatamente y temporalmente es restringir temporalmente la circulación de personas que incluya la suspensión de la presencialidad en las escuelas”, advirtió el gremialista de los docentes en diálogo con radio El Destape.
Presencialidad asegurada
Las declaraciones de Baradel se dan luego de que el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, sostuviera que que “si tiene que haber una disminución de presencialidad en las escuelas” por la segunda ola de coronavirus, “no implicará la suspensión absoluta” de esta modalidad.
Además señaló que “si hay que restringir, que sean las demás actividades”, y afirmó que “no se van a cerrar” las instituciones educativas.
En declaraciones a Télam, Nicolás Trotta expresó que “primero, hay que dejar en claro que estamos frente a una presencialidad reducida” ya que “en ninguna jurisdicción argentina hay un regreso pleno” a las escuelas que solo admiten, como máximo, “la mitad de los chicos y las chicas en forma simultánea”.
En tanto, el gobernador, Rodolfo Suárez, destacó la semana pasada que permanecerán las clases presenciales en todos los niveles, respetando el sistema de “burbujas”.
Y marcó: “A los chicos les hace bien ir a la escuela, hay muchos chicos que tienen cómo hacerlo (virtual) con herramientas, pero muchos otros no. La pandemia trae consecuencias económicas y no todos pueden acceder, por eso es importante que puedan ir a la escuela, lo vamos a hacer con todos los protocolos y cuidados necesarios”.
