El piloto del avión presidencial ARG01 Leonardo Barone estuvo en el centro de la polémica luego de que realizara una peligrosa maniobra a pocos metros del suelo con el Boeing 757 en el Aeropuerto Jorge Newbery.
Barone habló al respecto por primera vez con La Nación, donde contó detalles sobre la maniobra acrobática que interfirió con la normal operatoria de los aviones comerciales y que fue calificada como negligente.
“Todo se hizo con autorización. No hago nada sin ella. La pasada es absolutamente legal. Hay videos, está todo documentado” comenzó diciendo el piloto. “Traíamos un avión a la flota nacional y es una maniobra controlada, que reviste cero peligro. Entendimos que era la bienvenida que tenía que tener”, comentó sobre lo que habitualmente se hace cuando se suma una nueva aeronave a la flota.
Durante la entrevista con el medio mencionado insistió en que en ningún momento hubo riesgos potenciales: “Estábamos solos, vacíos, arriba de una pista. No se hizo nada en otro lado. La repercusión que tuvo fue negativa, desinformando a la gente. Eso en términos de comunicación; en términos de aviación nadie hizo nada fuera de lo permitido. No hubo incidentes. No hubo nada. Hubo videos y con eso salieron a destrozarnos. Está el perfil de vuelo, se pidió autorización, es todo público. Todo es demostrable. ¿Dónde está el delito?”.
El piloto contó que se enteró de la repercusión de su maniobra cuando llegó a su casa y vio la televisión en lo que señaló que no fue un problema a nivel aeronáutico, sino “mediático y político”.
Además, criticó a Jorge Polanco, expiloto de Aerolíneas Argentinas, que opinó al respecto y dijo que la maniobra “podría haber generado una tragedia”. Barone lo cruzó vinculándolo con el intento de leasing de dos aviones cuando Mauricio Macri era presidente: “Cuando empezamos en 2019, la OACI (ente aeronáutico que depende de Naciones Unidas) no quería trabajar con Argentina por lo que había hecho Polanco. Está todo documentado. Salió a comprar dos Challenges 601 del 81, que eran dos cachivaches, en US$19,4 millones, que en el mercado están 600 mil dólares, y quedó todo inconcluso y con temas que hubo que pagar. Él sale a decir lo que dice. Los medios le dan aire y es un mentiroso”.
Barone terminó el diálogo con el medio mencionado refiriéndose nuevamente a su maniobra: “en términos profesionales se hizo todo lo que se tenía que hacer; en términos políticos no era el momento” y agregó “no evalúe esa situación. Veníamos felices, con el avión nuevo en una fecha patria”.