Suspensión o postergación de agosto a setiembre. Estos son los dos escenarios que se manejan en la Casa Rosada respecto a la realización de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, que, de acuerdo al calendario electoral vigente, deberían realizarse en agosto próximo, como antesala de las elecciones legislativas nacionales previstas para fines de octubre.
Así lo indicaron a este medio fuentes gubernamentales y dirigentes opositores, frente a un puñado de especulaciones que rondan tanto en Olivos como el Congreso nacional, el lugar donde se deberá efectivizar la posible alteración del cronograma electoral vigente.
En diciembre, 22 gobernadores se pronunciaron a favor de la suspensión lisa y llana de las primarias, invocando principalmente razones sanitarias derivadas de la pandemia de Covid-19. Nada de postergación. Solo se opuso el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, mientras que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, mantuvo en reserva su posición. No se tratan de voces menores: CABA y la Provincia de Buenos Aires implican casi la mitad del padrón nacional compuesto por 25 millones de electores.
En el caso del distrito porteño, el Pro y la UCR se inclinan por mantener las PASO tal como indica el cronograma oficial, es decir en agosto. Sin embargo, ven en la postergación de las primarias a setiembre un punto medio que podría conformarlos. De hecho, los diputados nacionales por el radicalismo Emiliano Yacobitti y Carla Carrizo presentaron un proyecto de ley para achicar los plazos entre las primarias y las legislativas: fines de setiembre para las PASO y principios de noviembre para las elecciones generales podría ser la opción a seguir.
¿La Cámpora cede?
En la provincia de Buenos Aires, La Cámpora, hasta no hace mucho, estaba a favor de mantener las PASO locales, con el objetivo de pugnar en distintas intendencias por los principales lugares en las listas de concejales. El hecho de que el ministro del Interior, Wado de Pedro, se haya involucrado días atrás en las conversaciones con los gobernadores radicales Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes) para discutir la hipótesis de suspender las PASO (a tono con la posición de la mayoría de los gobernadores peronistas) fue leído como un gesto de La Cámpora de ceder su posición de mantener las primarias.
La jefatura de ministros nacionales está involucrada en el tema. “Los gobernadores hablaron con el Presidente. Cualquier modificación que se haga tiene que pasar por el Congreso y con consenso político”, ha dicho Santiago Cafiero.
“Conversamos con Wado De Pedro sobre el cronograma electoral vigente; si el Congreso logra los consensos necesarios para hacer una modificación, entonces nos vamos a adaptar. El motor de ese debate tiene que ser la salud de los argentinos y todo en el marco del consenso, sin especular electoralmente”, sostuvo Cafiero.
El Gobierno nacional analiza el tema PASO en simultáneo a una variable que domina todos los escenarios de especulación política: el desarrollo del plan nacional de vacunación. “Si todo marcha como esperamos y llegan más dosis para distribuirlas por todo el país, tendremos funcionando a pleno nuestros centros vacunatorios. Y estos centros son principalmente las escuelas, por lo que agosto no es un buen momento para distraer los esfuerzos en las primarias. Ni hablar del riesgo que implica movilizar dos veces (PASO y elecciones) a 25 millones de personas para votar”, dicen en el gobierno.
La oposición duda
Juntos por el Cambio hará pesar su decisión, clave en el Congreso. El presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, dijo que una eventual postergación de las PASO “tiene que ser por amplio consenso y no por una mayoría circunstancial” en el Congreso.
Patricia Bullrich, titular del Pro, manifestó su oposición a un cambio del calendario electoral, aunque desde su entorno admitieron que podría flexibilizar su postura.
Ayer se conoció un documento impulsado por distintos referentes del radicalismo (ver pág. 11). En un tramo del documento se habla de los “desafíos electorales que se avecinan” y se sostiene la necesidad de “respetar la legislación electoral vigente sin alteraciones bruscas” como “garantía para la legitimación del proceso democrático”.
La expresión “sin alteraciones bruscas” del cronograma electoral fijada en el documento (con otros tramos muy críticos al gobierno), para algunos, puede interpretarse como la oposición a suspender las PASO, no así una posible postergación de agosto a setiembre.
En la Casa Rosada evalúan que la alianza opositora podría flexibilizar posiciones siempre y cuando se obtenga algo a cambio en una mesa de negociación.