La Oficina de Conciliación Laboral, por la pandemia, implementó un sistema virtual que le permitió acordar 2.600 causas de las 5.534 ingresadas desde abril. La efectividad fue del 47%, similar a la de años anteriores.
Hubo un quiebre en los datos a partir del 31 de marzo. Durante el primer trimestre de 2020 ingresaron 1.175 trámites y se conciliaron un 49% de los mismos. Desde abril con el nuevo formato virtual, se homologaron 2.600 acuerdos sobre 5.534 conflictos que golpearon la puerta, es decir una tasa de conciliación del 47%.
La efectividad del sistema venía en lento ascenso desde su creación. Del total de reclamos ingresados y finalizados al sistema durante el 2018, se conciliaron el 46%. Hasta el mes de agosto de 2019 ese porcentaje se incrementó al 48% de los casos. Es decir que, de un total de 830 reclamos mensuales (en promedio) ingresados desde la puesta en marcha de este sistema, el 22 de noviembre de 2017, 390 no ingresan al sistema judicial.
El impacto en la tasa de resolución en el fuero laboral es notorio. Según un informe de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza: pasó de resolver el 84% de las causas iniciadas al 94% en sólo un año (a octubre del año pasado).
En noviembre Los Andes informaba que de las 9.376 causas que estimaban en el décimo mes del año que entrarían en todo 2020, se pensaba 8.879.
Son 43 oficinas en toda la provincia. Las causas se distribuyen por sorteo. La primera audiencia de conciliación debe hacerse en los siguientes 10 días. El tiempo promedio de resolución es de 40 días.
Historia
Una de las preocupaciones de Alfredo Cornejo durante su gestión era el servicio de justicia. Por eso, y de acuerdo a los números que arrojaba el Poder Judicial, “metió mano” debido “al colapso de las cámaras laborales”. La Oficina de Conciliación Laboral (OCLA), obligatoria para varios casos, comenzó a funcionar en el último tramo del 2017. Rodolfo Suárez continuó con la iniciativa y debió reglamentar la virtualidad cuando el Covid-19 arrasó con la presencialidad.
Con la Ley 8.890 sancionada y el organismo, bajo la órbita de la Subsecretaría de Trabajo y Empleo, operativo, la pandemia obligó a rediseñar los mecanismos. A través de un decreto, se implementó el sistema virtual que le permitió seguir funcionando en la resolución de causas para llegar a acuerdos. Los números que mostraban casi 5 acuerdos sobre 10 trámites ingresados, se asemejan.
La OCLA tenía la función de evitar la judicialización de causas laborales sin entorpecer ni vulnerar los derechos de trabajadores y trabajadoras. Con casos como despidos, cobro de salarios, consignación, daño moral, desalojo, diferencias salariales, pago de vacaciones y aguinaldo, el paso por allí es obligatorio. En caso de no lograr el acuerdo, queda habilitada la vía judicial.
En forma presencial y antes de la pandemia, la oficina se radicaba en la Subsecretaría de Trabajo y sus delegaciones. Una vez iniciado el trámite por el empleado o empleada, se sortea un estudio jurídico para que concilie con ambas partes.
Así fue como en 2018 ingresaron 10.875 trámites y se conciliaron el 46% de ellos, mientras que en el 2019 fueron 9.832 causas con el 48% de acuerdo. Para el inicio del 2020, hasta abril, se habían registrado 1.175 ingresos con una conciliación del 49%. Es decir, que de cada 10 conflictos que golpean la puerta, en casi 5 se logra una solución en la que tanto empleado o empleada y empleador están de acuerdo, y se pasa a la homologación.
“En la presencialidad teníamos registros muy buenos con acuerdos o conciliaciones que estaban muy cerca del 50% y en ascenso. De 10 causas, 5 se acordaban, lo cual era un número contundente e importantísimo. Además, por ser la primera provincia del país en instaurar un sistema de conciliación laboral y arrancar con una base del 35% de acuerdo, en el 2017″, destacó el subsecretario de Trabajo y Empleo, Carlos Segura.
El impacto se refleja en la suba de la tasa de resolución del fuero laboral en la justicia, en donde los conflictos podían pasar, en promedio, 4 años en los tribunales. Al ingresar muchos menos expedientes, se resuelven con mayor velocidad los que se inician.
La pandemia y el desafío de la virtualidad
La llegada del Covid-19 a la cotidianeidad motorizó el uso de herramientas digitales para que muchas actividades siguieran funcionando. Segura y su equipo tomaron nota de la necesidad de las conciliaciones y se pudieron a trabajar en el tema.
“Empezamos a trabajar en el diseño de una Oficina de Conciliación Laboral virtual porque funcionaba de manera presencial”, recuerda el funcionario. Había que resolver algunas cuestiones legales como la acreditación de identidad, la firma de acuerdos, apertura de cuentas bancarias inmediatas para quienes habían estado trabajando en negro, etc. Y fue el decreto 553/20 el que permitió avanzar con esta modalidad. Con las estadísticas procesadas, el Subsecretario de Trabajo y Empleo asegura: “hoy tenemos como resultado, que durante la pandemia, tenemos los mismos porcentajes, de acuerdo a la época normal, cercano al 50%”.