La Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa) le dio el visto bueno a la discusión de la reforma del gobernador Alfredo Cornejo y destacó que “es algo innovador e inédito”. El conjunto de proyectos de ley que envío el Ejecutivo a la Casa de las Leyes pretende modernizar, reorganizar y optimizar recursos en el sistema de salud.
“Es mejor tener un plan que no tener nada, en general. En los últimos años por lo menos, no se ha visto que un gobierno, un ministro, explicite su plan y que eso pueda ser evaluado con objetivos puestos en el futuro”, contó Rodolfo Torres, coordinador médico de Aclisa Mendoza . Tal como se desprende de uno de los proyectos presentados, el ministro de Salud de ahora en más tiene la obligación de presentar un plan explícito, al comienzo de su gestión, que dure al menos seis años.
A pesar de los aspectos positivos, también señalaron que hay áreas donde aún falta discusión. Una de las preocupaciones expresadas por los dirigentes de Aclisa es el tema de la competencia que se genera entre el sistema público y el privado. “Tiene que haber un consenso entre el sector público y los privados para no generarse una migración de sectores y competir por un recurso humano que es escaso y en el cual debemos trabajar todos juntos”, afirmaron en la asociación.
A lo que refieren es a que muchos residentes optan por ir al sector privado y genera un faltante de ellos en el sector público. Lo que también repercute en la crisis de salud, según cuenta Torres. Además, el problema que encuentran es que, incluso en los establecimientos de gestión privada, la emigración es bastante alta hacia otras provincias o el extranjero.
Según confirmó Torres, los salarios que cobran los médicos argentinos no se compara a lo que pueden llegar a cobrar en Chile: “Una consulta en Chile se cobra hasta cuatro veces más que en Argentina, y en dólares”.
Es por esto que desde Aclisa están de acuerdo con el proyecto del Poder Ejecutivo que propone un monto adicional en el salario de los residentes, para aquellas especialidades que se consideran críticas, donde hay mayor oferta que demanda. Para contextualizar esta medida, Torres contó que todos los años las áreas consideradas críticas tienen muchas vacantes que quedan sin satisfacer.
La nueva Ley de Residencias, además de acortar los tiempos de su duración, propone salarios adicionales y una equiparación de la remuneración que se obtiene en el sector público con la que efectivamente pagan en el sector privado. “Esto va a permitir que sea menos atractivo emigrar para los médicos especialistas y nos va a dar mayor capital humano”, agregó el referente de las clinicas privadas.
Además, en Aclisa celebran la introducción de medidas que permitan flexibilizar la especialización a los trabajadores de la salud. Uno de los puntos de esta reforma es la disminución de los requisitos de los residentes (formación de posgrado) que un médico necesita realizar para trabajar, por ejemplo, en el sector de pediatría o neurología. Es por ello que el Ejecutivo planteó una serie de flexibilizaciones en cuanto al tiempo, que pasaría, en la mayoría de los casos, de cuatro a dos años para cumplir la formación.
“Tenemos sistemas de formaciones que son complejos, por ejemplo para una especialidad de terapia o neonatología, por ahí tienen que tener cuatro e incluso hasta ocho años de formación y se hacen muy largos para la remuneración que tienen los médicos, entonces se terminan yendo. O la terminan no eligiendo”, explicó sobre el contexto de los residentes.
“Entonces hay que ver cuáles van a ser de dos y cuáles van a quedar de cuatro. Eso todavía no está suficientemente claro, pero me parece que son puntos a discutir. Que hay que hacer una modificación de la ley de residencia, no hay ninguna duda, y que hayan abierto las puertas para discutirlo, me parece que habla muy bien de la gestión”, sumó Torres.
Sobre si fueron consultados o no para la redacción del proyecto dijo que no. Pero que ahora, que se está dando la discusión sobre la reforma sí hay consultas. “El ministro (por Rodolfo Montero, titular de la cartera de Salud) nos está pidiendo nuestra opinión y eso es muy bueno. Creo que todavía está a tiempo de hacer los cambios necesarios para que sea una ley que favorezca a todos”.
Entre los puntos que consideran que faltan tratar aparece el control sobre la calidad institucional de los hospitales: “Tenemos que trabajar en lo que es el proceso y la calidad institucional. Porque por ahí un edificio puede estar habilitado, puede tener las medidas de la habitación, pero adentro funcionar mal, no hay control y la ley no explicita nada”, explicó.
Otra medida que tuvo el elogio de Aclisa, aunque no les afecte porque forma parte del sector público es el de la centralización de la facturación, que pretende que todo el sistema público tenga un solo sistema y no cómo ahora que cada establecimiento tiene su propia forma de cobrar los gastos. “Hoy cada hospital factura sus cosas. Entonces hay sistemas de facturación muy buenos, como el del Notti, y otros que no funcionan. Lo que apunta esta ley es que toda facturación se centre en un solo lugar y que sea lo más eficiente posible”.
El origen de la crisis del sistema de salud lo ubican en cómo se financian los efectores de los servicios, algo que entienden que no está bien tratado en esta reforma. “Si nosotros le pedimos a los hospitales que mejoren los honorarios, pero no los financiamos, lo que produce es que las clínicas entren en una crisis financiera”.
“La clínica hoy, como institución, no define a qué valor comprarle los insumos a los laboratorios, ellos te ponen el precio que quieren para comprar y no ponen el precio al cual vender. Entonces, la clínica privada no le dice a la obra social, mi cama sale tanto, es la obra social la que dice cuánto pagar, por ejemplo, para el gasto de la estadía”, explicó.