El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, anticipó que los padres de alumnos que apoyan las tomas de colegios deberán “hacerse cargo del daño que están provocando”. Además, anunció que serán recuperados los días perdidos de clases.
El alcalde porteño prometió ser “inflexible” con quienes mantengan las ocupaciones de los edificios y criticó a los padres que acompañan estas medidas. “Los padres que apoyan medidas violentas van a tener que hacerse cargo del daño que sus hijos están provocando”, declaró en una conferencia de prensa que compartió con su ministra de Educación, Soledad Acuña, y otros integrantes de su gabinete.
“Los problemas se solucionan trabajando, dialogando, nunca desde el autoritarismo y la violencia. Ese no es el camino”, reflexionó el dirigente del PRO. “Nadie está por encima de la ley. Los adultos tenemos la responsabilidad de ser ejemplo para nuestros chicos”, dijo.
Para Rodríguez Larreta, las tomas de las escuelas tienen vinculación con “varias expresiones violentas” que ocurrieron en los últimos días y que de “ninguna manera contribuyen a la construcción de la Argentina que queremos”. “Quieren imponer su voluntad sobre la mayoría”, agregó.
En ese sentido, el jefe de Gobierno porteño asoció el conflicto educativo con los hechos violentos en la Patagonia con los mapuches.
“Todo esto es lo mismo. Es un modelo de país que fracasó y que pequeños grupos resisten con violencia porque saben que perdieron el apoyo de todos los argentinos. Eso es lo que me da esperanza. Los argentinos estamos hartos de que grupos intensos, muchas veces agresivos pero minoritarios, hagan lo que quieran y eso no tenga consecuencias”, evaluó.
“Es frustrante que, en estos conflictos, el Gobierno nacional no haga nada para cuidar a los argentinos. Y especialmente cuando decide no ocuparse de pilares básicos, como la institucionalidad, el trabajo, la educación o la seguridad. Tengo esperanza, vamos a salir adelante. De todos estos conflictos, además de la angustia, la bronca y las complicaciones que generan, también pudimos comprobar que son muy pocos y son cada vez menos los que eligen este camino. Es un modelo de convivencia que está terminando y se está yendo”, señaló en tono proselitista.
