A los fines de apuntalar la actividad económica y, de paso, bajar la demanda de dólares al facilitar el acceso de pesos a ladrillos, el Gobierno anunció el envío al Congreso de dos proyectos de ley que otorgan una serie de beneficios impositivos para movilizar ahorros e inversiones en la construcción. El anuncio se hizo en una reunión de la que participaron los ministros Martín Guzmán (Economía), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), María Eugenia Bielsa (Vivienda), representantes obreros de la UOCRA y dirigentes de la Cámara Argentina de la Construcción. También estuvo la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti.
Una de las iniciativas contempla un blanqueo de ahorros en moneda extranjera, bajo la denominación de “régimen de declaración voluntaria de activos”; el segundo busca facilitar el acceso al crédito hipotecario.
En los fundamentos de una de las iniciativas, “la construcción realiza un importante aporte al PBI y a la generación de los puestos de trabajo, tanto por sus efectos directos como por su muy importante, diversificada y distribuida en todo el territorio”.
Días atrás, el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, aludió a la necesidad de crear instrumentos para que “la gente invierta sus ahorros”, y dijo que la construcción podía ser la solución “porque el ladrillo nunca se devalúa”.
Entre 2016 y 2019 la actividad presentó caídas en 29 de los 48 meses, según el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) del Indec. Solo entre 2018 y 2019 la caída fue del 7% y la situación se vio agravada por la pandemia de COVID-19. Sólo en julio de este año la caída interanual de la construcción fue de 31,1%, también según el EMAE.
“Uno de los proyectos contiene incentivos tributarios para aquellos que canalicen sus ahorros en inversiones destinadas a la construcción. Serán eximidos del pago de Bienes Personales durante dos años y obtendrán crédito fiscal igual al 1% del desembolso”, explicó Guzmán por Twitter.
“El primer proyecto también propone un diferimiento y ajuste al Impuesto a las Ganancias e Impuesto sobre Transferencia de Inmuebles, adecuando el monto imponible a su evolución en términos reales y alineando el momento del pago al momento de percibir los ingresos por la inversión”.
“Y a quienes declaren voluntariamente la tenencia de moneda nacional o extranjera y la destinen a la construcción, se les cobrará un único impuesto y se le concederá un bloqueo fiscal respecto a la eventual omisión de impuestos nacionales sobre esos fondos”.
“El segundo proyecto de ley busca atender el déficit habitacional, facilitando el acceso al crédito hipotecario y protegiendo a los propietarios e inversores ante descalces entre salarios e inflación”.
El segundo proyecto crea nuevos créditos hipotecarios “con cobertura de la cuota ante descalces entre salarios e inflación” y busca “promover el acceso al crédito bancario y fomentar la complementariedad con el mercado de capitales”.
Se crea la “Sociedad Hipotecaria Argentina S.A.”. El gobierno aclaró que este organismo “no compromete recursos corrientes del TN ni del BCRA”. También se crea un fondo fiduciario “para cubrir desfasajes de las cuotas”.
Las líneas de créditos estarán dirigidas a la construcción sobre terreno propio o a comprar, a la adquisición o cambio de vivienda “por una a estrenar” y para “obras de refacción, ampliación o terminación”.
“Tenemos la convicción de que la actividad de la construcción no solo tiene el peso económico y territorial que se ha mencionado, aportando a los pilares de dinamismo y federalismo que nuestro modelo de desarrollo requiere, sino también la capacidad de reacción para responder en los tiempos que este momento especial de la economía mundial requiere y de generar un impacto en la recaudación fiscal directa e indirecta muy relevante con relación a los fondos invertidos”, dice el texto de uno de los proyectos de ley.