Los líderes del Mercosur se reunieron hoy en Asunción, Paraguay, en lo que fue el último día de la cumbre semestral del bloque. Abordaron temas claves como la flexibilización comercial, la reducción de aranceles, la situación económica regional y las estrategias para fortalecer la integración entre los países miembros, en medio de tensiones políticas y comerciales internas.
Cabe destacar que de la cumbre participaron los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Paraguay, Santiago Peña; Bolivia, Luis Arce y Uruguay, Luis Lacalle Pou, entre otros. Sin embargo, el gran ausente en la jornada fue el mandatario de la Argentina, Javier Milei, debido a las tensiones recientes con el presidente brasileño. Ante este escenario, el presidente uruguayo no dejó pasar la ausencia del libertario.
Sale Milei, entra Mondino: las críticas del Mercosur al Presidente de Argentina
La Argentina, segunda economía del bloque, fue representada por su canciller Diana Mondino, ante la ausencia de Javier Milei. Por dicho motivo, la funcionaria fue objeto de varios dardos por parte de los mandatarios.
“Hay que abrirse al mundo”, advirtió Lacalle Pou. Y reclamó: “Lo venimos proponiendo una y otra vez”. Además, celebró que Lula también se haya mostrado dispuesto a negociar en bloque con China y aseguró que durante la presidencia pro tempore de Uruguay, que comienza este lunes, se retomará “el camino del diálogo” con el gigante asiático.
“El planteo de avanzar bilateralmente con China no era caprichoso, es que necesitamos avanzar. Si no había voluntad de los socios de avanzar en conjunto, déjennos avanzar en distintas velocidades. Hubo un cambio de visión en Argentina, veo que Brasil expresa voluntad de abrirse. Pero no solo importa el mensaje, es muy importante el mensajero”, señaló Lacalle Pou, anticipando una crítica a Javier Milei, que no estuvo presente en la reunión.
Acto seguido, Lacalle Pou le recriminó: “Si el Mercosur es tan importante, acá deberíamos estar todos los presidentes. Yo le presto importancia al Mercosur. Si realmente creemos en este bloque, deberíamos estar todos”.
A su vez, Lula lanzó algunas frases que pueden leerse como dardos a Milei, con quien no tiene relación. “Los buenos economistas saben que el libre mercado no es una panacea de la humanidad. Los que conocen la historia de América Latina reconocen el valor del Estado como planificador e inductor del desarrollo”, detalló el mandatario brasileño, y luego agregó: “No se justifica revivir experimentos neoliberales que solo han exacerbado las desigualdades en nuestra región”.
Por su parte, Luis Arce lamentó las “declaraciones poco serias” de quienes dijeron que el golpe de estado en Bolivia había sido un “autogolpe”, algo que puede leerse a la polémica con el gobierno argentino, que la semana pasada sostuvo que se trató de “una falsa denuncia de golpe de Estado”.
En ese marco, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, declaró que el Mercosur tiene “fatiga de integración” al inaugurar la cumbre de presidentes a la que el bloque llega con un acuerdo con la Unión Europea estancado, una negociación con China llena de obstáculos y la ausencia del presidente argentino Javier Milei.
“Estamos un poco con fatiga de integración y tenemos que renovar la cultura de la integración; estos espacios son importantes”, aseguró Peña. La canciller argentina dijo el sábado en un encuentro ministerial que el bloque regional “está necesitando un shock de adrenalina” y pidió “nuevas modalidades de negociación, más flexibles”.
“El Mercosur avanzó mucho en la década de los 1990 pero en los 2000, cuando se creía que iba a haber una integración más profunda (...), hubo un cambio en la tendencia con un sesgo ideológico que hizo desintegrar al bloque”, lamentó en su intervención Peña.
La palabra de los referentes del Mercosur
La flexibilidad -que permita a los miembros del bloque negociar acuerdos con terceros sin la anuencia de sus socios-, es un viejo reclamo de Uruguay, que impulsará un acuerdo con China cuando asuma la presidencia semestral del grupo al cabo de este encuentro. Aun así, la misión es difícil ya que Paraguay carece de relaciones con el país asiático debido a que reconoce a Taiwán como la República de China, algo que Pekín no tolera.
“No estamos cerrados a la negociación como bloques pero no estamos dispuestos a renunciar a una negociación de más de 66 años con la República de China”, manifestó Peña al ser consultado si aprobaría un TLC con Pekín. El segundo en hablar fue Lula, que comenzó su discurso hablando del intento de golpe de Estado en Bolivia, respaldando al presidente Arce.
“Falsos demócratas intentan socavar las instituciones y ponerlas al servicio de intereses reaccionarios”, apuntó el mandatario. También advirtió sobre el proceso de modernización del bloque: “El Mercosur puede ser lo que queramos que sea, no hay que achicarlo con propuestas sencillas que lo debiliten institucionalmente. Nuestros esfuerzos por la actualización deben señalar hacia otra dirección”.
Luego tomó la palabra Luis Lacalle Pou, quien comenzó su discurso solidarizándose con Luis Arce por el golpe de estado en su país. Además afirmó que, en lo que respecta a las relaciones bilaterales entre los países, este es el mejor momento en el Mercosur. Celebró acuerdos con Lula y también “el cambio de gobierno en Argentina”, con Javier Milei, porque le permitió dragar a 14 metros el canal de acceso al puerto de Montevideo.
En cuarto lugar habló la Canciller Diana Mondino que empezó por enviar saludos de parte del presidente Milei. Luego propuso también trabajar en una nueva dimensión del “aggiornamento” vinculada con la agenda externa del bloque que contemple “la aplicación secuencial de nuevas modalidades de negociación, más flexibles”, con terceros países o grupos de países tanto de la región como del resto del mundo.
Por último habló el presidente de Bolivia, Luis Arce, quien formalizó el ingreso de su país al bloque tras haber promulgado la ley de adhesión el viernes y agradeció a todos por expresar su solidaridad.
Cabe mencionar que el encuentro tiene lugar además en medio del estancamiento de las tratativas para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE), que se negocia hace más de 20 años y que prevé eliminar la mayoría de los aranceles entre las dos zonas, lo que crearía un espacio comercial de más de 700 millones de consumidores.
Sin embargo, el acuerdo es resistido por algunos países europeos, principalmente Francia, cuyo sector agropecuario teme la competencia de los productos agrícolas sudamericanos.