La visita de Katopodis generó otra pelea entre radicales y peronistas

El ministro de Obras nacional anunció proyectos para Mendoza. En Maipú, firmó convenios con intendentes. Los de la UCR no fueron porque era “un acto partidario”.

La visita de Katopodis generó otra pelea entre radicales y peronistas
Stevanato, Katopodis y Fernández Sagasti, en el Museo del Vino de Maipú / Ignacio Blanco

La pelea entre oficialismo y oposición en Mendoza está lejos de una tregua y cualquier excusa es útil para socavar más la grieta. Esta vez fue la llegada de Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas de la Nación. El funcionario vino armado de buenas noticias (dinero para obras) para quedar bien con el Gobierno y los “compañeros” peronistas, en una agenda agitada que lo mantuvo activo ayer y con la que seguirá hoy.

Sin embargo, la convivencia pacífica se terminó a la hora de reunir a los 18 intendentes para retratarlos en un óleo federal que incluía a la presidenta del PJ, Anabel Fernández Sagasti. Con duras críticas a la Nación, los radicales decidieron bajarse del “acto partidario” en Maipú. En respuesta, desde el peronismo hablaron de “caprichos” y de una orden del gobernador Rodolfo Suárez para que no hubiera presencia radical en el Museo del Vino de calle Ozamis.

Tal como marcan las formalidades institucionales, la primera parada de Katopodis en Mendoza fue en el despacho de Suárez. Allí no escatimó en anuncios y oficializó el inicio de la dilatada doble vía Mendoza-San Juan (Ruta 40). Además, se firmó el contrato para la obra del túnel Caracoles en el límite con Chile, con una inversión de $3.000 millones.

Se trata de dos proyectos, más la ya anunciada continuidad de la Variante Palmira, que le sirven al gobierno nacional para mostrar gestión y cercanía con Mendoza, una de las provincias que más resistencia le tiene al kirchnerismo.

Así, el ministro de Alberto Fernández después tenía pensado fotografiarse con los 18 intendentes en el Museo del Vino de Maipú, para firmar convenios por obras de saneamiento hídrico. El dato fueron las sillas vacías de los jefes comunales de la UCR, aunque sí dijeron presente dos que son parte de Cambia Mendoza: el lujanino Sebastián Bragagnolo (Pro) y el sancarlino Rolando Scanio (massismo). “Los únicos valientes”, chicaneó un dirigente peronista. Junto a ellos estuvieron los del PJ Martín Aveiro (Tunuyán), Roberto Righi (Lavalle), Fernando Ubieta (La Paz), Emir Félix (San Rafael) y Flor Destéfanis (Santa Rosa).

Katopodis estuvo acompañado por Enrique Cresto, administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enhosa).

En la mesa principal se sentó Fernández Sagasti, quien en su curioso rol de “embajadora” de la Nación en Mendoza recibió elogios por sus gestiones para conseguir fondos para los municipios (“para los peronistas”, dicen desde la UCR). El que más feliz estuvo fue Stevanato, por los más de $1.200 millones que recibirá para ejecutar el “sistema de desagües cloacales Zona Este”, una obra muy esperada en el este maipucino y que aseguran “es la más importante de los últimos 50 años” para Maipú.

La “contra agenda” radical

Cerca de las 12 estaba previsto el acto en el Museo del Vino. Aunque al mismo tiempo, y tras conocerse el faltazo de los intendentes radicales, éstos aparecieron en la Casa de Gobierno junto a Suárez, quien presentó la Agenda de Innovación y Desarrollo Tecnológico. No fue un anuncio más en el Cuarto Piso, porque se llenó de funcionarios del Ejecutivo, Legislativo y Judicial, porque hasta el presidente de la Suprema Corte, Dalmiro Garay, se sentó en primera fila.

También se vio a los ex gobernadores, hoy en el Congreso nacional, Julio Cobos y Alfredo Cornejo, siguiendo con atención los discursos. Y por supuesto, los intendentes que llegaron de casi todos los departamentos.

Allí, dispararon las críticas al peronismo. “No nos mandaron qué íbamos a firmar en cada municipio, lo único que había era un acta acuerdo genérica de cooperación”, indicó el presidente de la UCR local, Tadeo García Zalazar.

“Le pedimos monto, proyecto y fecha de licitación, no lo mandaron. Sino sabemos qué vamos a firmar, la verdad es que no íbamos a asistir a un acto que institucionalmente no es en Casa de Gobierno. No teníamos información transparente del programa”, agregó el intendente de Godoy Cruz en lo que para el oficialismo sonaba más a una carnada para la foto que a proyectos concretos.

Sin embargo, tanto Bragagnolo como Scanio precisaron a Los Andes los proyectos para sus municipios: colector cloacal Terrada para Luján con una inversión de $70 millones; y la red cloacal del oeste de La Consulta, por $16 millones.

Horas después, un funcionario de García Zalazar apareció en la firma del convenio para el financiamiento de la obra del Colector Centro Trasvase de Cuencas, por $1.006 millones. Fernández Sagasti no dejó pasar el momento y a través de Twitter, con acidez, celebró que “Godoy Cruz haya podido superar las barreras que le impidieron acompañar al ministro Katopodis y ahora pueda estar firmando su secretario de obras un convenio que le hace muy bien a los vecinos del departamento”, dijo en referencia a Diego Coronel.

Aunque el propio Coronel se encargó de aclararlo. “Son dos cosas distintas, lo de esta mañana era un acuerdo de buenas voluntades para trabajar con los municipios en temas de obras e infraestructura, era un genérico”, insistió en diálogo con este medio.

“El convenio que firmamos en la tarde es entre el Enhosa y Aysam, que lo firma el director (Cresto), y por eso estaba Natalio Mema (secretario de Servicios Públicos de Mendoza). El proyecto lo iniciamos nosotros, son 7 km y medio, de los cuales 3 pasan por Godoy Cruz”, aclaró el Coronel.

Duelo verbal

Entre caprichos y falta de diálogo

Sin dudas que el faltazo radical condimentó la mañana en Maipú, donde Anabel Fernández Sagasti aprovechó para criticar nuevamente a Suárez. “Hubo una orden del Gobernador de que no asistieran”, disparó. “Me parece que tenemos que trabajar más allá de nuestras pertenencias políticas, no se qué capricho habrá tenido ahora el Gobernador”, ironizó.

Tadeo García Zalazar, el intendente de Godoy Cruz que actuó de vocero de sus pares radicales, salió al cruce negando un mandato de ese tipo: “No, de ninguna manera”. Y apuntó al peronismo diciendo que “es una grieta a la que nosotros quisiéramos contribuir para salir con transparencia y las cosas claras. Ellos se niegan, manejan la pelota en su cancha todo el tiempo y no hay reglas”.

“Creo que en esto Katopodis tiene poco que ver, la ‘embajadora’ del Gobierno nacional es la que dice qué es lo que se quiere bajar y qué no. Y ellos ya han decidido que van a seguir con esta metodología. No existe posibilidad de diálogo, lo cortan y lo niegan”, cerró.

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