La Unión Cívica Radical (UCR) mantiene momentos de discusión interna respecto a cómo actuar en la relación del partido con el gobierno del presidente Javier Milei, quien ha subido tensiones con acusaciones fuertes en los últimos días contra gobernadores y legisladores del espacio político del radicalismo, tras la fallida votación de la ley ómnibus en el Congreso Nacional.
De hecho, una de las primeras repercusiones se dio cuando un sector más radicalizado, liderado por Gastón Manes, presidente de la Convención Nacional de la UCR, pretende cortar vínculos con el Pro en Juntos por el Cambio, debido a la idea del partido fundado por Mauricio Macri de participar activamente en el Gobierno del mandatario libertario; pero también como forma de contestar los “agravios” recibidos de parte de La Libertad Avanza tras el fracaso en el Congreso.
Recordemos que después que cayera la ley ómnibus, el Presidente replicó en redes sociales un mensaje que calificaba al radicalismo como “putitas del peronismo”.
No obstante, desde Mendoza no están de acuerdo con esta postura, aseguran que Manes “no tiene una incidencia fuerte en el partido” y que su opinión “no es representativa”. Además, sostuvieron que no está en duda la coalición de Juntos por el Cambio; y consideran que “debe seguir”.
“Los líderes de Juntos por el Cambio son los 10 gobernadores: 5 de la UCR y 5 del Pro. Son quienes hoy toman las decisiones fuertes”, zanjaron desde Casa de Gobierno.
En tanto, desde el comité radical manifestaron que el partido no debería formar parte en una coalición de gobierno, pero a su vez evitaron criticar la decisión del Pro de dar señales de acercamiento a La Libertad Avanza. “Son debates que hay que dar”, señalaron.
Polémica radical
Quien lanzó la piedra dentro del partido fue Manes, al sostener que “Juntos por el Cambio no existe más desde el día que Patricia Bullrich y Macri se juntaron de manera inconsulta con Milei después de la elección general”.
Para el dirigente, en declaraciones para AM750 este fin de semana, “no existen motivos para continuar en una coalición con el Pro. La filosofía del gobierno nos aleja cada vez más y si el PRO se acerca a ellos se aleja del radicalismo”.
Para Manes, el radicalismo “representa lo opuesto a Milei” porque es un partido donde “las ideas se discuten de manera horizontal y con reflexión”.
Y amplió: “Echarle la culpa a los demás es la política más simplona y la que menos resultados va a tener para la sociedad”. Para Manes, el presidente Milei puede decir “lo que quiera de los radicales”, además de afirmar que “no lo respeta intelectualmente”.
Lo cierto es que esta posición rupturista no es compartida por todo el radicalismo; y un sector en disidencia es precisamente el mendocino, liderado por el gobernador Alfredo Cornejo; que tiene como presidente a Andrés Lombardi, que es la cabeza de la Cámara de Diputados y uno de los alfiles de Cornejo en temas institucionales y partidarios.
Desde el comité de calle Alem entienden en primer lugar que la visión de Manes y un sector radical, de enfrentamiento concreto al gobierno de La Libertad Avanza, ya viene evidenciándose desde hace semanas, con la votación en contra, por ejemplo, del diputado Facundo Manes -el hermano de Gastón- al proyecto de ley ómnibus a nivel general (recordemos que la gran mayoría de radicales apoyaron el texto en general y luego tuvieron disidencias en particular).
Pero además, indicaron que la representación de Gastón Manes “no es mayoritaria ni incide” dentro del partido. “No es más que una opinión personal”, plasmaron.
En diálogo con Los Andes, Andrés Lombardi puso paños fríos a la avanzada de Manes, al sostener que “frente al gobierno de Milei hay que tener una estrategia de cooperar para realizar los cambios que requiere la Argentina”.
Para el presidente de la Cámara Baja, más allá de las medidas que han afectado a Mendoza, como por ejemplo la quita de los subsidios al transporte público -lo que resultó en fuertes críticas de Cornejo a la decisión de Milei-, el lugar del radicalismo sigue siendo el de cooperación “frente a muchos de los temas que ha planteado Milei, que eran también temas que estaban en la plataforma de Juntos por el Cambio”.
Ante esto, mencionó que es importante “no obstruir el desarrollo de ese gobierno” y agregó que “hay que darle cierta gobernabilidad”.
No obstante, también puso un freno, junto a un tiro por elevación al Pro, al comentar que esa cooperación no debe confundirse con ser parte del Gobierno. “No tenemos que ser parte del gobierno, simplemente tenemos que acompañarnos. Pero es importante no obstruir al gobierno, esa no es una buena decisión”, planteó.
Por otro lado, hay una posición diferente a las dos mencionadas dentro del esquema del radicalismo; y es la que encarna el mendocino Luis Petri, que sí forma parte del Gobierno de Javier Milei con el puesto de ministro de Defensa.
Si bien disparó sin nombrar a Manes, se entiende en líneas generales que no forma parte de esa “tercera posición” que fundamentó Lombardi, de “no obstruir pero tampoco formar parte”.
En redes sociales, Petri consideró que el radicalismo “tiene que ser parte del cambio que está transformando a la Argentina”, y añadió que “no puede quedar abrazado al kirchnerismo que la llevó a la miseria. Es progreso o decadencia. Cómo dijo Alem, ‘Los hombres de bien deben unirse’”.
Recuperar el valor de los gobernadores
En tanto, Lombardi retomó la idea que surgió dentro del espacio con la conformación de la “liga de gobernadores”, con la cual indicaron, en un primer momento, que los mandatarios debían tener una posición “dominante” dentro de Juntos por el Cambio, principalmente porque son “quienes deben gestionar la crisis y negociar los recursos y ajustes con el propio Gobierno Nacional.
En esta misma vía recorre la posición también dentro del radicalismo, y aseguran que los mandatarios “tienen que tener una decisión de poder dentro del partido”. De hecho, Lombardi recalcó que 5 de los 10 gobernadores de esta “liga” son radicales. Allí se encuentran el mencionado Cornejo; más Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes) y Carlos Sadir (Jujuy).
“Son quienes tienen que manejar la crisis. La tarea, el trabajo y las responsabilidades que hoy tienen los gobernadores es completamente diferente al de otros dirigentes”, completaron desde el comité radical.
Más allá de todo, hay incluso distintas posiciones incluso dentro de los gobernadores respecto al Gobierno Nacional, y esto Milei lo ha dejado en evidencia en sus declaraciones radiales. Por ejemplo, Cornejo recibió una fuerte crítica por parte del vocero presidencial, Manuel Adorni, tras sus críticas a la forma en la que se quitaron los subsidios al transporte público.
No obstante, quien recibió un descargo directo por parte del Presidente fue Pullaro, cuando desde Roma (Italia), dio a entender que “arregla con los medios” a través de la pauta oficial para que “hablen bien de él”.
“El gobernador de Córdoba llorando por 20 mil millones de pesos y paga en pauta 27 mil millones. Bueno, que deje de arreglar con los medios para que hablen bien de él. Lo mismo al gobernador de Santa Fe“, dijo el libertario.
Por el lado del radicalismo mendocino, sostienen que la Nación “sabe que la UCR local no puso palos en la rueda”. De hecho, salvo Julio Cobos, los dos diputados que tienen mayor afinidad a Cornejo -Pamela Verasay y Lisandro Nieri- votaron a favor de los artículos en particular, incluso los que tuvieron buena parte de resistencia radical a nivel nacional.
Debate interno en JxC
Al margen, desde el radicalismo mendocino marcaron que, en medio de esta convulsión política “es importante que se dé un debate de sinceramiento de que representa cada uno”, y sostuvieron que el radicalismo “debe seguir junto al Pro en este espacio a nivel nacional”.
“Hay que elegir ejes de cambio; lógicamente en algunas cuestiones tenemos consonancia y en otras no. Pero a nivel nacional hay que entender que hay una voluntad de cambio en la sociedad”, indicaron.
Por otro lado, indicaron que, al margen de estas diferencias, hoy en día el Pro es el que más cerca está de los objetivos que tiene la UCR a nivel Nacional. “No estamos de acuerdo con una coalición de gobierno, pero sí en el acompañamiento de temas clave a nivel nacional”, sostuvieron.