Se acerca fin de año y es la hora de los balances. Desde la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) dieron a conocer su opinión con un duro comunicado hacia el Gobierno Nacional en el que destacaron la falta de inversiones y lo poco atractiva que es Argentina para los inversores privados y sobre todo los extranjeros.
En el comunicado detallaron todas las falencias y desaciertos de la política nacional, y sugirieron ejes para generar un país estable.
El comunicado completo: Argentina entre los peores lugares del mundo en atracción de inversiones
Dentro de los males relacionados con la economía y la política interna y externa de nuestro país se encuentra, sin dudas, la falta de inversiones de capitales extranjeros.
Son muchas las causas que la producen: las meramente relacionadas con la política antiempresas, que también sufrimos los locales desde siempre, hasta un concepto erróneo sobre la necesidad de que los capitales de otros países, se fijen (e inviertan) en la Argentina.
En el marco de la cuarentena y la pospandemia no solo no vinieron capitales sino que además, se fueron: tal es el caso de Latam Airlanes; Noruega Norwegian, low coast que pasó su operación local a Jet Smart; los proveedores de pintura Axalta; Basf y PPG, quienes anunciaron el cierre de sus plantas. También la francesa Saint Gobain Sekurit, que dejó sus plantas de parabrisas y se muda a Brasil; Nike que pasó su operación local a la mejicana Axo y VF Corporation (Lee y Wrangler) cesó su producción local, por citar las más importantes.
Pero ¿qué provoca esta salida de capitales externos? ¿Por qué no se invierte en Argentina? Entre los principales motivos podemos mencionar:
1 - Sobre 202 países medidos. la ONU informó que Argentina es el segundo con peor desempeño en la evolución de inversión extranjera directa en lo que va del siglo XXI. Las razones son: economía errática, inestabilidad económica, presión tributaria e inseguridad jurídica. A ello debemos sumarle que en nuestro país se ven como “absolutamente normales” situaciones de altísima carga impositiva, imprevisibilidad fiscal, leyes que encarecen la contratación laboral (por ejemplo la ley de teletrabajo).
Además, se sancionan leyes sin consultar a los dadores de empleos (generando conflictos innecesarios); contamos con inestabilidad cambiaria y una brecha que generan gran incertidumbre a cualquier proyecto de inversión; se sancionan decretos que deciden intempestivamente intervenciones y expropiaciones de empresas (agroexportadores importantes del país); para dar sólo más ejemplos.
Se puede agregar muchas más condiciones a esta larga lista que afecta, tanto a empresas nacionales como extranjeras. Estas últimas, previo a analizar exhaustivamente las reglas del juego para invertir sus dineros en nuestro país, se “espantan”.
2 - Entre 2019 y 2020, Argentina fue uno de los países que más descendió en el Índice de Atracción Global (GAI - siglas en inglés-). Según sus datos, el país cayó del lugar 73 - que tenía el año pasado-, a la posición 92 (para el 2020) en un ranking sobre 144 países y se hace un llamado de atención ya que se puede profundizar la tendencia.
Además, en ese estudio también, tuvo una calificación muy crítica el área de sustentabilidad; índice que expresa la capacidad futura del país para permanecer competitivo. Allí se tienen en cuenta, (entre otros): 1. Su estabilidad. 2. La Inversión Productiva .3. La Inversión Extranjera .
3 - En en un trabajo de investigación, realizado por Marcelo Elizondo, (economista, especialista en negocios internacionales y director de Maestría del Instituto Tecnológico de Buenos Aires - ITBA-) se concluyó que Argentina es el segundo país de peor performance en acumulación de Inversión Extranjera Directa (IED) en todo el mundo desde que se inició el siglo XXI .
Según datos del UNCTAD, una Agencia de Naciones Unidas, en 2019 el flujo de IED en todo el mundo fue de 36,4 billones (millones de millones), lo que significa 82,9% superior al stock al inicio de la década y casi 400% mayor a lo había en el 2000. El mayor receptor, durante ese año, fue Europa, con 12,5 billones de dólares y un aumento de 59,4% en la década. En Norteamérica el stock del IED fue de 10,5 billones de dólares, 138% más alto que en 2010 .
En Latinoamérica (también sobre los datos de 2019), los países los países que muestran mayor stock de IED son: Méjico (u$ 628.460 millones), Chile (u$ 267.820 millones), Colombia (u$ 205.890 millones), Perú (u$ 115.330 millones). Lejos y a la distancia, se posiciona Argentina con un stock de IED de u$ 67.170 millones.
Esta cifra marca un retroceso absoluto y relativo en el mapa de la inversión extranjera en el país. La decadencia que vivimos como país llamador de inversiones, se ha profundizado en los últimos tiempos y esto hará que nuestro país termine el presente año con un nivel IED similar a los de la época de la hiperinflación de 1989 o 2002, que marcó la peor crisis económica de nuestra historia.
4 - Presión Tributaria en Argentina: imposible de sostener. Mientras que en el mundo se bajan los impuestos a las empresas, en Argentina se discute cómo aumentar la presión Impositiva. El Banco Mundial a través de su informe “Doing Business”, señala que las contribuciones pagadas por los actores económicos como porcentaje de sus ganancias, son en Argentina, la segunda mayor del mundo; solo superada por las Islas Comoros. La carga argentina es de 106% contra el promedio mundial que es de 40,3% .
5 - Confusa, errática (e inexistente) proyección a largo plazo y carencia de un plan económico serio: La tendencia del país consiste en enredarse en conflictos comerciales, de créditos o de inversión por su afición a cambiar las reglas, alterar contratos, circunvalar leyes o incumplir créditos. Esto queda demostrado a través de estudios de la Research for Traders (Sebastian Maril) que indican que, en lo que va del siglo, el país lleva pagados u$ 16.538 millones en indemnizaciones y compensaciones, en fallos de arbitraje de distinto tipo por expropiaciones, pesificaciones, defaults y tiene demandas por otros u$ 8.755 millones.
Dado todo lo expuesto, no es casual que la Argentina haya vuelto a aparecer entre los peores lugares del mundo para atraer inversiones.
Inversiones, allá lejos
Las últimas grandes inversiones extranjeras en el país, ya distantes en el tiempo, fueron (según Miguel Arrigoni - First Capital Group): las automotrices y un área que prometía un boom de inversiones que fue la de Energía -especialmente con Vaca Muerta-, que ralentizó su desarrollo, no pudiendo superar las barreras internacional, por un lado, por la baja e incertidumbre del precio mundial del petróleo y la local por el otro, dada la alta incertidumbre cambiaria y monetaria. El actual esquema cambiario espanta a inversores de cualquier sector.
Reconstruir el clima de inversiones
Se necesitan tres ejes para reconstruir el clima de inversiones: Certidumbre, Confianza y Concertación. Las tres son importantes para generar un futuro previsible, tener tecnología, bienes de capital y una visión de mediano plazo.
Las señales locales y el contexto mundial producen sus resultados. El informe de First Capital, precisa que en el primer semestre de 2020, las Operaciones de Fusión y Adquisición en la Argentina, cayeron un 85% , sobre todo, en el primer trimestre.
La estampida de empresas de capitales extranjeros difícilmente alcance a detenerse. Este panorama es consecuencia de la inconsistencia e inestabilidad que venimos teniendo que hemos descrito, parcialmente.
El sector empresario y los economistas, señalan que el país necesita una modernización Tributaria, Laboral y Estabilidad Jurídica. Se necesita un plan y un paquete de medidas que generen confianza.
Si continuamos con este rumbo, no existe horizonte posible. El país debe, si o si, insertarse en el mundo (tanto en atracción de inversiones como en acuerdos que orienten el comercio exterior) como única salida posible y urgente.
