La Suprema Corte de Justicia debía definir nuevas autoridades y en los últimos días se venía especulando con distintos escenarios de votación según quién se posicionaba. Finalmente Dalmiro Garay continuará en la presidencia hasta noviembre del 2025.
El ex ministro de Gobierno de Alfredo Cornejo obtiene así su reelección. Asumió como ministro de la Corte a fines de julio del 2018 y en 2020 llegó a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia luego de la renuncia por jubilación de Jorge Nanclares, completando el mandato inconcluso hasta noviembre del 2021.
Además, por primera vez se eligieron dos vicepresidentes. El vice primero es Mario Adaro y el vice segundo Omar Palermo.
La interna política dentro del máximo tribunal viene siendo protagonista como en las últimas elecciones de autoridades con el ala radical, integrada por Pedro Llorente, José Valerio, María Teresa Day además de Garay; y el ala peronista que reúne a Mario Adaro, Omar Palermo y Julio Gómez.
La votación de hoy fue diferente a lo sucedido en ocasiones anteriores. “Nos pusimos de acuerdo en un modelo de gestión”, aseguró el ministro Gómez a Los Andes. Es que esta vez, el cónclave supremo apenas duró dos horas y media y se demoraron más en la redacción del acta que en la votación. Más aún, el resultado fue unánime.
También el electo presidente se manifestó sobre el concilio: “Esta discusión fue entre ministros, decidimos empezar la discusión hoy y terminarla hoy. No fue por los cargos, sino una visión de Corte, ratificamos las coordinaciones, buscamos una Corte más abierta. A las tensiones las pudimos ir canalizando en conversaciones”, dijo Garay.
Respecto a lo que se conversó en las dos horas y media que duró la deliberación, Garay dijo que “hemos puesto énfasis en el pleno, que trabaje de manera más asidua y es un esquema nuevo con el que vamos a convivir dos años. Estamos planteando qué temas, tareas, que haya espacio para trabajar”.
También se manifestó el señalado como candidato, José Valerio. “Hubo un acuerdo después de una gran discusión, fue un gran debate y grandes cuestionamientos y salió un gran paquete. Nunca dije que quería ser presidente, existían serios cuestionamientos a manejos que no compartía con respecto al funcionamiento”, dijo.
Respecto del poder de la sala administrativa, Valerio sentenció que “si se tiene el diseño del presupuesto, la Sala Administrativa puede designar a los funcionarios, pero no puede hacer reestructuración, lo debe hacer el pleno. Hay que abandonar metodologías ajenas. Hay que asegurar la plena independencia del Poder Judicial y de los jueces además de la autonomía financiera del Poder Judicial. Tenemos que dictar un reglamento interno de acuerdo a la Constitución, con las atribuciones del pleno”.
Alguien dijo que en el cuarto piso del palacio de tribunales sucedió algo similar a lo ocurrido con la ley de Presupuesto. “Un peronista K, un peronista clásico y un radical cornejista. Hace dos semanas esos espacios acordaron el presupuesto y ahora acordaron la conducción de la corte”, decía el conocedor de Tribunales: refiriéndose a Palermo, Adaro y Garay respectivamente.¿Será un cambio de época y el fin de la grieta judicial?
Lo cierto es que las tres autoridades electas conformarán la poderosa sala Administrativa de la Corte, en la que se manejan recursos financieros y humanos del Poder Judicial; la caja y los nombramientos. Se supone que entre todos se controlarán mutuamente. Pero hay que decir que la plata suele ser motivo de tensiones.
Tensas votaciones
La interna dentro de la Corte tuvo momentos de alto voltaje en 2019 cuando el ya jubilado Jorge Nanclares se votó a sí mismo y con el apoyo del ala filoperonista siguió al frente del máximo tribunal.
Nanclares se jubiló en 2020 y la designación de Garay para completar ese mandato incompleto no estuvo ajeno a rispideces. José Valerio tenía las mismas pretensiones y los votos salieron solamente de los ‘supremos’ postulados por gobernadores radicales: los dos mencionados que fueron propuestos por Alfredo Cornejo; además de Pedro Llorente, postulado por Santiago Felipe Llaver y María Teresa Day, elegida por Rodolfo Suárez.
Mario Adaro, quien llegó de la mano de Celso Jaque además de Julio Gómez y Omar Palermo, impulsados por Francisco Pérez, no participaron de esa deliberación. Los tres ministros eligieron retirarse y reunirse a pocos metros, en el despacho de uno de ellos.
Un escenario similar se repitió en noviembre del 2021 cuando había que volver a resolver quién seguiría a la cabeza de la Suprema Corte de Justicia. Desde las 11 de la mañana de aquel jueves 25 de noviembre hasta cerca de las 21 las negociaciones registraron distintos niveles de tensión.
Excepto Omar Palermo que siguió las definiciones en forma virtual, el resto de los ‘supremos’ mantuvo varias reuniones a lo largo del día. Al anochecer salió humo blanco y por unanimidad, Garay fue avalado para seguir.
La trayectoria de Garay
Dalmiro Garay desembarcó en la Corte en julio de 2018, propuesto por el entonces gobernador Alfredo Cornejo, tras la vacante generada por la salida del ex juez Alejandro Pérez Hualde, quien se había jubilado.
Hasta ese momento, Garay se había desempeñado como ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia de la provincia desde el inicio de la gestión cornejista en diciembre de 2015.
El abogado de 51 años egresó de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cuyo y tiene un magister en “Derecho Administrativo de la Economía”. Nacido en la provincia de San Juan, realizó toda su educación primaria y secundaria en el Normal de Jáchal. Llegó a Mendoza a sus 17 años para iniciar su carrera universitaria y se asentó en esta provincia.
Durante ese periodo militó en la Franja Morada. En su casa familiar tuvo un referente de la UCR: su padre, también llamado Dalmiro, fue intendente radical de Jáchal desde 1987 al 1991. El supremo, en su paso por la Franja Morada, llegó a ser presidente del Centro de Estudiantes de Derecho, en 1994, y luego alcanzó un lugar en la mesa nacional de la agrupación. En 1997 se fue a vivir a Buenos Aires, donde tuvo a su cargo la representación de la Franja en la Internacional Socialista, por lo que pudo viajar en varias oportunidades a distintos países de Europa y Centroamérica.
En Buenos Aires, paralelamente con su desempeño en la Franja Morada, comenzó a trabajar en el Consejo de la Magistratura con Juan Geminiani. No obstante, volvería a Mendoza en 2001 para finalizar sus estudios inconclusos.
De vuelta en la provincia, conoció a su mujer, Mariela, militante también de la Franja en la facultad de Educación Elemental,. Con ella tuvo dos hijas: Guillermina y Josefina.
Luego de ejercer la profesión en el foro local llegó a la función pública en 2003, durante la gobernación de Julio Cobos, donde se hizo cargo de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la DGE. En 2007 pasó a ocupar un cargo en la Asesoría de Gobierno, hasta que fue convocado en 2015 por Cornejo para sumarse al gabinete provincial como ministro.
En 2018 llegó a la Suprema Corte de Justicia. Tras la renuncia de Jorge Nanclares, el 1 de junio de 2020, quien además de ministro era presidente del tribunal, Garay fue elegido el 3 de julio de ese año para terminar ese mandato con los votos de cuatro de los siete ministros. Pedro Llorente, José Valerio, María Teresa Day y el propio Garay. Como ya se comentó, los otros tres supremos se retiraron de la votación.
El 25 de noviembre de 2021, volvió a ser electo, esta vez por unanimidad. Por eso se indica que Garay lleva un mandato y medio al frente de la Corte.