La Legislatura ya sesiona con normalidad e incluso volvió a la presencialidad desde el 1 de febrero. Esta semana se decide la agenda legislativa y todo indica que la reforma de la Constitución provincial será uno de los temas fuertes por los que apostará el Ejecutivo.
“En los próximos días tenemos varias reuniones para organizar el año legislativo. Hay diversos temas importantes; la reforma constitucional es uno de ellos, pero no el único”, explicó el vicegobernador de Mendoza, Mario Abed. “También vamos a largar el plan vitivinícola. Habrá muchos anuncios estos días”, agregó, sin dar muchos detalles.
Lo cierto, es que desde hoy y hasta el viernes la agenda estará cargada. Este lunes al mediodía está programada la reunión del gobernador Rodolfo Suárez con los intendentes. Allí también estará Abed, que prometió estar a media mañana en la Casa de Gobierno para “ir afinando los temas con el mandatario provincial”. Allí se definirá si se reajustan los valores del Impuesto Automotor y algunos temas relacionados con la vuelta a clases. Suárez pediría el apoyo de los jefes comunales para poder poner a punto los establecimientos escolares.
También habrá otra reunión, la de la mesa chica, con la dupla del Ejecutivo y algunos ministros para definir cuáles serán los temas que deberán empezar a moverse en la Legislatura y los que impulsarán desde la calle Peltier para que tomen vuelo en la opinión pública.
Del año pasado quedaron dos proyectos del Ejecutivo en suspenso. Uno de ellos es la reforma de la Carta Magna, y el otro, la reforma de la ley de educación. El primero entró al Senado el 11 de agosto pasado, tomó estado parlamentario y quedó “durmiendo” en la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales. El segundo nunca llegó a la mesa de entradas de la Legislatura. Fue tal el rechazo que generó cuando se presentó el borrador en el Congreso Pedagógico, que el mismo Gobernador desistió de impulsarlo y prometió elevar un proyecto más consensuado durante este año.
La reforma postergada
La modificación de la Carta Magna fue una de las promesas del gobernador Suárez en su primer discurso ante la Asamblea Legislativa, el 1° de mayo del año pasado. Las palabras se concretaron recién en agosto y en cuanto el proyecto llegó a la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC), el presidente de la comisión se puso manos a la obra.
En dos semanas organizó una serie de reuniones con especialistas para empezar a debatir la reforma. La primera cita estaba programada para el 26 de agosto y el expositor iba a ser el ministro de Gobierno Víctor Ibáñez -uno de los principales legistas atrás de la letra-, también estaba en la grilla la constitucionalista Gabriela Ábalos y el secretario de la Junta Electoral, Jorge Albarracín. Pero un día antes del primer encuentro se cancelaron todas las actividades.
Desde el Ejecutivo, habían decidido no apurar el tratamiento de un tema tan importante y construir los consensos necesarios con anticipación para llegar al recinto con los dos tercios de los votos, para los cuales necesitan sí o sí el apoyo de la oposición.
No obstante, desde el PJ siguen sumidos en el silencio y no se manifiestan ni a favor ni en contra. Tampoco marcan los puntos que les parecen que se deberían modificar. En su momento, se decidió que el análisis se iba a realizar en conjunto entre las dos cámaras, pero nunca se definió el cronograma y todo quedó temporalmente en suspenso.
Ahora, todo indica que las negociaciones previas van a quedar en manos del vicegobernador Mario Abed que ya demostró -con la aprobación de Mendoza Activa y el banco de vinos- que tiene cintura política para aunar voluntades y no tiene problemas en recorrer el territorio para cerrar acuerdos.