El acercamiento a las elecciones en Mendoza ha generado varios puntos de tensión no sólo en los partidos y espacios políticos, cuyas internas y negociaciones están a la orden del día, sino también en los municipios, particularmente en aquellos en los cuales sus jefes comunales no podrán ir por la reelección.
En varias oportunidades, de hecho, se ha visto la incapacidad de los propios intendentes de poder “ordenar a su tropa” de funcionarios, lo que ha generado problemas internos que se han dado a conocer, pero sobre todo pedidos de renuncias a funcionarios por parte de los propios jefes comunales por “no estar alineados” a sus perspectivas políticas en torno a la sucesión, con el armado de las listas departamentales.
Los ejemplos son varios, ya que los problemas se han desarrollado en comunas de 3 espacios políticos, ya sean del radicalismo y el peronismo, como así también -con algunas diferencias- en la San Carlos que lidera Unión Popular.
Esta semana se dio en Lavalle, cuando el peronista Roberto Righi solicitó la renuncia a tres funcionarios de su gestión que no siguieron con su camino de apoyar al legislador y precandidato “oficial”, Gerardo Vaquer, para la intendencia. No obstante, pasó lo mismo en la comuna de Rivadavia que gobierna el radical Miguel Ronco; al igual que en Las Heras con el intendente Daniel Orozco; y más atrás en el tiempo también hubo un ejemplo similar en el departamento de General Alvear con Walther Marcolini, que vale la pena recordar.
Lavalle
Con relación a la comuna norteña, Righi, quien no pudo encolumnar su decisión de que haya una lista de unidad en la primaria del Frente Elegí, solicitó la renuncia de tres funcionarios “rebeldes” que escogieron trabajar con el legislador Edgardo González en su precandidatura también a la intendencia.
Uno de ellos fue su jefe de Gabinete, Carlos Acosta; mientras que los otros dos fueron Juan Jaime, que se desempeñaba como director de Desarrollo Económico; y Osvaldo Sarmiento, también director, pero de Desarrollo Humano.
De estos tres, Jaime participa activamente de la lista del “díscolo” González, como tercero en la lista de concejales; mientras que Sarmiento y Acosta no están en las listas, pero trabajan junto al diputado provincial.
Por otro lado, según destacaron a Los Andes desde el entorno de González, tanto Sarmiento como Acosta tenían cargos reservados en la planta de personal de Lavalle, por lo que volverán a sus puestos. No obstante, Jaime no estaba nombrado en la administración pública lavallina.
“Nosotros no tenemos nada con Roberto (Righi), pero creemos que el candidato que lleva no era el que había que llevar”, comentaron a este medio. También expresaron que “algo ha pasado en la gestión de Righi porque González no está solo. Tanto él como el resto de dirigentes ha integrado hace tiempo el gabinete”, acotaron.
Rivadavia
Otro caso resonante que se dio en las últimas semanas fue en Rivadavia, comuna en la cual si bien no desdobló los comicios y aún no resuelve sus precandidatos, sí impactó el pedido de renuncias por parte de su jefe comunal, Miguel Ronco, quien no podrá acceder a una eventual nueva intendencia.
El problema se generó porque Hernán Amat, presidente del Concejo Deliberante, ha mantenido sus intenciones de ser precandidato a intendente, mientras que Ronco se inclina más por el diputado Mauricio Di Césare y pretende que sea el único dentro del radicalismo del Frente Cambia Mendoza.
Lo cierto fue que a comienzos de mes, Ronco echó al subdirector de Comunicación, Hugo Lombardi; así como también al subdirector de Deportes y Recreación, Emmanuel González. Ambos están dentro de los equipos que pretenden a Amat como intendente.
Ronco, en diálogo con Los Andes, intentó bajar los decibeles de sus decisiones, al indicar que está tratando de “poner paños fríos a algunas situaciones que generan rispideces”. Si bien prefirió no hablar sobre los pedidos de renuncia, dejó en claro que el partido, en lo que corresponde a la comuna, “en su mayoría eligió a Di Césare como precandidato. Yo soy orgánico y lo voy a acompañar. Hay que tener paciencia y esperar”, manifestó.
No obstante, en la previa del Carrusel vendimial también declaró a este medio:“así como gané por el 60 por ciento de los votos, creo que merezco respeto, por la edad y por mi trayectoria. Tengo buena relación con el radicalismo y creo soy un estandarte para el radicalismo”, enfatizó.
Por otro lado, Amat dijo a Los Andes que han manifestado su “disconformidad porque han usado al sitio departamental de la UCR para manifestar que hay un candidato cuando no es así. A dos funcionarios ‘míos’ les pidieron la renuncia por cuestiones puramente políticas”, agregó.
Uno de los quiebres con Ronco se dio cuando Amat fue reelecto al frente del Concejo Deliberante. Según se especula, Ronco “quería un concejal del peronismo para ganar un voto en las bancas, porque hoy hay 5 de Cambia Mendoza y 5 opositores, pero el Presidente del Concejo no vota”.
Las Heras
Una comuna que no tiene descanso en términos políticos es Las Heras. A la imposibilidad de Orozco para designar a un “precandidato” que tenga el aval del resto de su partido, se suman las rispideces internas que han llegado incluso a romper el fuerte vínculo que supo tener el intendente con el hoy diputado nacional, Julio Cobos.
Todo surgió cuando el intendente le pidió la renuncia a fines de febrero a Mauricio Ginestar, secretario del Concejo Deliberante y yerno de Cobos. El motivo fue principalmente su cercanía -al igual que Cobos- a Fabián Tello, secretario de la Intendencia que está lanzado para ser quien suceda al propio Orozco como jefe comunal.
Esto es así ya que Orozco ha pujado en las últimas semanas para que la precandidata “oficial” sea Janina Ortíz, secretaria de Gobierno y pareja del Intendente.
El tema pasó a mayores cuando Cobos disparó munición gruesa en Twitter: “Lamento que el intendente descuide tanto la gestión municipal y se dedique a perseguir a quienes lo acompañaron y aconsejaron siempre para hacer las cosas bien. El tiempo dirá”, escribió en Twitter; mientras que Orozco le dio un tiro por elevación en el desayuno de la Coviar al exgobernador, sin nombrarlo: “Soy un caballero y las cosas del vestuario quedan en el vestuario. Algún día saldrá a la luz, no es el momento”, comentó.
San Carlos
El caso de San Carlos es diferente a los mencionados, ya que en este caso, el intendente Rolando Scanio, no echó ni pidió la renuncia a parte de su gabinete, sino que fue un propio funcionario radical quien pegó el portazo a pura denuncia. Hablamos de Silvio Pannocchia, exdirector de Producción e Industria y hoy uno de los más duros críticos de la gestión.
La salida de Pannocchia se dio el 23 de febrero, un día después de que Unión Popular, partido en el que milita Scanio, rompiera con el frente Cambia Mendoza. En ese momento, el radical renunció pero envió una carta incendiaria contra el trabajo de Scanio y Jorge Difonso, líder de Unión Popular.
De hecho, hasta expresó Pannocchia que están “frente a una máquina electoral que, con chequera, va logrando comprar votos, voluntades, subrogancias a empleados que entran por la ventana y contratos con categorías muy altas. Una injusticia total con tal de obtener obsecuencia”.
Desde Unión Popular salieron al cruce del precandidato radical, al indicar que “la gente sabe que ayer estaba con nosotros y hoy se volvió loco. ¿Por qué no denunció antes todo lo que hace ahora? ¿Si seguíamos en Cambia Mendoza hubiese seguido callado ante la catarata de críticas e injurias que ha hecho en la comuna? Es todo muy evidente. Necesita decir barbaridades para que alguien lo replique”, manifestaron fastidiados.
El pasado -no tan pasado- alvearense
Los Andes ya ha contado la interna que se está viviendo en la comuna sureña que administra Walther Marcolini, quien también intentará una lista de unidad por lo menos desde el radicalismo. Si bien el intendente apoya a Jorge Pérez, el secretario de Obras y Servicios Públicos; Alejandro Molero, presidente del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen) tiene intenciones de jugar la interna e ir por la revancha.
Sin embargo, lo que ocurre hoy tiene un pasado algo turbulento en la comuna, ya que Marcolini echó a seis funcionarios de su gabinete en 2021. La medida fue estrictamente política, ya que los echados respondían a Molero, o a Leonardo Viñolo, legislador provincial que también compitió en 2015 en la interna que ganó el actual jefe comunal.
La gota que rebalsó el vaso en aquel momento fue también la elección de la presidencia del Concejo Deliberante, en el cual los “derrotados” de esa interna pasada se unieron para doblegar la propuesta de Marcolini. “Él en 2020 se quedó con todos los puestos importantes (por el intendente), y los demás seguimos acompañando, por eso esto de ahora no se entiende”, comentó un radical que no comulga con Marcolini.