En medio de la polémica por el llamado “OlivosGate”, el presiente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner armaron el miércoles un plenario en La Plata que fue transmitido en vivo para toda la militancia oficialista, con discursos en los que hubo bajada de línea para que la tropa propia salga a buscar el voto para el Frente de Todos.
En la plana mayor del Frente de Todos especulan con que las elecciones legislativas de este año podrían tener una de las participaciones más bajas de la historia, por el contexto de pandemia, y buscarán en los días que quedan hasta el 12 de septiembre que nadie que sienta simpatía por el proyecto político oficialista se quede sin poner un voto en la urna.
El acto de ayer comenzó con un video de Néstor Kirchner hablando contra el FMI y la “campaña sucia” de la oposición y arengando a la militancia a llenar “las urnas de buena memoria”. A lo que siguió un recorte de un acto en el que Máximo Kirchner insta a salar primero la deuda con los ciudadanos, y luego con los acreedores.
Fue una suerte de relanzamiento de campaña, porque el Gobierno por ley ya no puede mostrar gestión para captar el voto en las primarias. Al unísono, los líderes del espacio enviaron mensajes para remarcar que las “ideas y las convicciones” son las que generan la unidad en el oficialismo y que habrá recuperación acelerada tras la pandemia.
Hablaron Kirchner, Sergio Massa, Axel Kicillof, Cristina y el Presidente. El hilo conductor de los discursos estuvo marcado por la idea de que la propuesta es el “proyecto” de país y la contrastación con lo que ofrece el macrismo. Los candidatos bonaerenses Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollán subieron al escenario, pero guardaron silencio.
Los apuntados fueron el ex presidente Mauricio Macri; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; y el primer precandidato a diputado nacional en la provincia de Buenos Aires por Juntos por el Cambio, Diego Santilli. Hubo un ninguneo para la UCR y la Coalición Cívica, dos de las tres patas de Juntos por el Cambio.
Kirchner y su madre, la vicepresidenta, jugaron con la idea de la refundación del país. Ambos trazaron paralelismos entre la situación actual y la salida de la crisis de 2001. Expresaron que la Argentina puede sobreponerse a la pandemia más aceleradamente de lo que prevé la oposición.
Kirchner habló de los equilibrios políticos en el Frente de Todos y advirtió que esto no debe “fagocitar la gestión”. Cuestionó que los “internismos” a veces se sobrepongan a los problemas reales del país que el Gobierno tiene la obligación de resolver durante su mandato. Por eso, reclamó focalizarse en la gestión y “no tener miedo a las tapas de los diarios”.
Massa señaló que el oficialismo viene gestionando con minoría en la Cámara de Diputados que él preside. “Lo que se vota este año no es un meme con una peluquita de color ni una buena propaganda. Lo que se vota es quiénes son los que se van a sentar en diciembre en el Congreso para discutir cuestiones centrales del futuro de la Argentina”, dijo.
Kicillof pidió que la pandemia no actúe como suerte de “píldora” de amnesia de lo que ocurrió durante la gestión del macrismo. Y cargó contra su antecesora, María Eugenia Vidal, porque “pretendió gobernar la provincia desde la Ciudad de Buenos Aires” e iba a la casa de Gobierno provincial “una vez a la semana”. Vidal hoy es candidata a diputada por el distrito porteño.
Mensajes de Cristina y Alberto
En sintonía con quienes la precedieron en el habla, Cristina le expresó al electorado que el Frente de Todos está en condiciones de gestionar el país en función de una recuperación acelerada tras la pandemia, luego de estar “atajando penales” durante dieciocho de los veinte meses que lleva en el Poder Ejecutivo.
“Es posible revertir las más profundas crisis y emerger. Esto no es un discurso, esto lo hicimos en la Argentina a partir de 2003”, dijo Fernández de Kirchner y comparó la situación actual con lo que fue la salida de la crisis que estalló en el país a fines de 2001. “Fuimos construyendo el bienestar, que casi siempre se construye con decisiones antipáticas para los poderosos”, dijo.
Y en ese sentido, la vicepresidenta llamó a los funcionarios del Gobierno a resistir cualquier tipo de presión. “Tenemos que tener en la Casa Rosada y en el Congreso a hombres y mujeres que estén dispuestos a soportar las más grandes presiones y ataques que sufren quienes quieren que la vida de la gente sea mejor. No es gratis para nadie”, dijo.
El plenario fue culminado por el presidente Fernández, quien le apuntó directamente a Macri por “borrar leyes” a través de decretos, por “meter por la ventana” jueces a la Corte Suprema, por armar “una mesa judicial para perseguir opositores”, por “despreciar la salud pública”, entre otras cosas.
Fernández dijo que “los grandes medios” están enojadísimos con el oficialismo por decisiones que tomó Cristina en sus dos gobiernos y con él, porque quiere que los celulares y el servicio de internet sean servicios públicos “a los que todos puedan acceder”. “Se enojan, nos lastiman y nos pegan”, dijo el jefe de Estado.
El Presidente le pidió a la militancia que no salga a buscar el voto “con dudas”, dado que “fue inmenso” todo lo que hizo el Gobierno durante la pandemia en materia de obras públicas, saneamiento y seguridad para el Área Metropolitana de Buenos Aires y el resto de la provincia más populosa del país, que gobierna Kicillof.