La oposición va por el dictamen de la boleta única en Diputados: cómo es el proyecto final

El texto fue acordado contrarreloj entre Juntos por el Cambio y los bloques federales. Toma como base el modelo cordobés. El Frente de Todos rechazará la reforma. El debate será este martes en comisiones.

La oposición va por el dictamen de la boleta única en Diputados: cómo es el proyecto final
El debate sobre la boleta única se dará en las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto (Foto: HCDN)

Después de darle las últimas puntadas a un proyecto de consenso, la oposición tiene todo listo para firmar dictamen sobre la boleta única de papel. Los distintos bloques hicieron esfuerzos para mantener la unidad y lograrían la mayoría en las comisiones, mientras que el Frente de Todos avanzaría con un dictamen minoritario de rechazo.

El debate será este martes desde las 14 en las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto de la Cámara de Diputados, donde se realizaron dos extensas reuniones informativas con la participación de funcionarios, especialistas y organizaciones de la sociedad civil.

La oposición unida está en condiciones de sumar 58 firmas sobre las 115 que conforman el plenario. Son las de los 55 representantes de Juntos por el Cambio, el schiarettista Ignacio García Aresca y la bonaerense Graciela Camaño, que tiene voto doble. El Frente de Todos y el aliado oficialista Diego Sartori están uno abajo, con 57.

Con esos números, el dictamen a favor de la reforma electoral tendrá el camino allanado al recinto, donde se presenta la verdadera prueba de fuego, ya que se necesitan 129 votos. Al momento de emplazar a las comisiones, la oposición juntó 132 votos, y espera reunir una mayoría similar para alzarse con la media sanción.

El Frente de Todos, en tanto, busca mantener el sistema actual de boleta partidaria. Así lo expresaron en diferentes oportunidades tanto el presidente Alberto Fernández como la vicepresidenta Cristina Kirchner, además de funcionarios del Ministerio del Interior que participaron del debate en comisiones.

Modelo cordobés

El texto final de la oposición demandó este lunes un arduo trabajo técnico, primero entre asesores y luego entre los diputados. Se realizaron varias reuniones de las que participaron representantes de Juntos por el Cambio, el Interbloque Federal y Provincias Unidas. No hubo grandes focos de conflicto, pero sí una labor puntillosa para afinar la redacción y, además, conformar a todos.

Se tomó como base el modelo que aplica Córdoba desde 2011, con todas las categorías electivas incluidas en una sola papeleta, dividida en filas y columnas. La boleta contendrá fotos de los candidatos a presidente y vice; de los dos senadores nacionales titulares; y de los dos primeros diputados nacionales. De esa forma, se evita que las mujeres (en su mayoría, en segundo lugar) queden invisibilizadas.

En la categoría diputados, se incluirán los cinco primeros nombres de la nómina. Así se garantiza que 20 de los 24 distritos luzcan la oferta completa (son los que eligen cinco diputados o menos). Las excepciones son Buenos Aires (elige 35), CABA (13), Córdoba y Santa Fe (9 cada una). De todos modos, se plantea la colocación de afiches con los listados completos en cada cabina de votación.

El proyecto de la oposición también incluye la opción de voto por lista completa, que se ubicará al lado de la identificación de la agrupación política. Esta opción se habilitará solo en las elecciones generales y no en las PASO, donde un mismo frente puede presentar más de una lista.

Si hay un partido que no participa en alguna de las categorías de cargos a elegir, en el espacio correspondiente se incluirá la inscripción “No presenta candidato”. Es el caso de partidos provinciales como Hacemos por Córdoba, que suelen llevar “boleta corta”, es decir, no atada a ningún candidato presidencial.

Para el voto blanco no habrá un casillero específico: en ese caso, el elector simplemente deberá dejar en blanco los casilleros de la o las categorías que desee. Esto se decidió en base a antecedentes que mostraron que ese casillero generaba confusión.

Uno de los puntos más debatidos fue el de la simultaneidad, es decir, qué pasa cuando las elecciones nacionales y las locales se realizan el mismo día. El dilema se presentó porque, si todos los candidatos de todos los niveles integran la misma boleta, se corre el riesgo de generar papeletas del tamaño de un afiche, sobre todo en los distritos más grandes, como Buenos Aires.

La oposición acordó que en esos casos se aplique una boleta única para el nivel nacional y otra para el local. Para el oficialismo, esto lesiona las autonomías provinciales, ya que en la mayoría de los distritos rige la boleta partidaria. Con la propuesta opositora, cuando haya simultaneidad las provincias deberían plegarse al sistema nacional.

El lugar que ocupará cada partido o frente político en la boleta se definirá por sorteo, un mecanismo que coloca a todos los contrincantes en igualdad de condiciones. Hubo una propuesta para que en las elecciones generales el orden se estableciera según el resultado que obtenga cada fuerza en las PASO, pero la idea fue descartada y se aplicará sorteo en ambas instancias.

Por último, se incluirá un artículo sobre “incorporación de tecnología” en todas las instancias del proceso, aunque había diferencias en torno a la redacción.

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