Agustina Tramontana busca que el grave episodio que sufrió no quede sólo en una causa judicial, dónde ya hubo una rápida sentencia contra su agresor, José Luis Pericoli. La joven de 21 años que se desempeñaba como moza en un bar de la calle Arístides Villanueva hasta la madrugada del 14 de marzo, cuando fue víctima de acosos y un ataque físico, transformó su dolor en necesidad de protección para otras colegas del rubro.
A través de sus abogados, Emanuel Romero y Rodrigo Colina, se contactó con la senadora peronista Adriana Cano y juntas elaboraron un proyecto de ley contra la violencia en locales gastronómicos. La iniciativa ya fue presentada en la Cámara Alta y tiene dos lineamientos, uno preventivo y otro punitivo, con endurecimiento en sanciones por acoso sexual a las trabajadoras.
Mientras atraviesa su recuperación, la joven le comentó a Los Andes que se ofreció a realizarlo “porque no quería que las cosas siguieran así, que hubiera otra Agustina”. Cabe recordar que producto del golpe con un vaso de vidrio que le propinó Pericoli, sufrió 20 puntos de sutura en la cabeza y su rostro. También perdió la escucha del oído izquierdo.
Por su parte, la legisladora comentó: “Debo reconocer que me sorprendió la voluntad de trabajo y propuestas en base a lo que le pasó. Una podría esperar que su bronca la llevara por otro lado, y por el contrario, demostró muchas ideas para solucionar esa problemática que vive”.
Agustina colaboró con propuestas para la parte preventiva y la senadora se encargó de los asuntos más técnicos, referidos a las sanciones. “Mí idea fue mostrar en las cartas un texto de advertencia sobre acosos y violencia, ya sea digital o física. También una capacitación obligatoria en la temática de género y violencia contra la mujer para dueños de locales, encargados y todo el personal que se solicite”, puntualizó.
De este modo la iniciativa busca exigir a los locales comerciales que se informe específicamente a los clientes que el acoso sexual a mozas y demás trabajadoras, es una contravención y por lo tanto puede ser denunciable.
Y también impulsan como obligación para los propietarios de los locales, capacitarse con la Ley Micaela. “El incumplimiento tiene que ser controlado y penado con multas por la Subsecretaría de Trabajo de la provincia”, acotó al respecto Cano.
Por la parte punitiva, la senadora explicó que impulsarán una modificación en el Código de Contravenciones de la Provincia para que “sea una especificidad el delito de acoso sexual con el agravante de que se cometa en el ámbito de locales comerciales y venta gastronómica”.
Actualmente una multa por acoso sexual callejero consiste en el pago de 200 a 500 UF (unidades fijas) o trabajo comunitario de 8 a 20 días. Es decir, que varía entre los $10.800 a los $27.000. La propuesta eleva esas sanciones desde 500 a 700 UF o trabajo comunitario de 15 a 30 días, explicó la senadora. Entonces proponen un piso de $27.000 y un máximo de $37.800.
En tanto, para los dueños de locales gastronómicos que no realicen el curso sobre violencia de género deberán abordar una multa de 300 UF, es decir deberán pagar $16.200. “Esto tiene que ver con una voluntad de legislación exigente, no solo de los clientes sino también de los propietarios, para buscar en conjunto que esto no suceda más”, aseguró la legisladora.
Uno de los aspectos que desnaturalizó la situación de Agustina fue el trabajo en negro en el rubro gastronómico. La propuesta no aborda este tema, porque ya hay una legislación vigente pero Cano aseguró que realizarán pedidos de informe a la Subsecretaría de Trabajo para que respondan “por qué no se están llevando adelante los controles como corresponden. El Estado provincial debe hacerse cargo de su parte”.
El proyecto podrá ser tratado en comisiones, pero para llegar al recinto deberá esperar hasta mayo cuando comiencen las sesiones ordinarias. Estiman que primero pasará por la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC), debido a las modificaciones propuestas en el Código de Contravenciones.
La salud de Agustina y la condena de su agresor
A 15 días de la agresión que sufrió, la joven continúa sin escucha en el oído izquierdo y aguarda para definir si debe ser operada. “Siguen haciéndome estudios para determinar si la falta de escucha es permanente o momentáneo. Me sacaron los puntos hace unos días y ahora tengo que hacer fisioterapia. Depende de cómo esté avanzando este proceso, se verá si tengo que hacerme una cirugía o no”, comentó.
También comentó que se encuentra bajo tratamiento psicológico y no sabe cuándo volverá a trabajar, como tampoco si se mantendrá en el rubro. “A mí la gastronomía me encanta, pero el miedo me quedó. A la noche, seguro que no voy a volver”, afirmó.
En ese sentido, lamentó que perdió la oportunidad de sumarse como soldado a la Armada Argentina, ya que no pudo asistir al reclutamiento que se realizaba la misma semana del hecho. “Ya no puedo porque piden que estén todos los estudios bien y me lo impide la falta de escucha”, dijo.
Por otra parte, aseguró que quedó conforme con la condena que recibió el hombre que la golpeó (3 años de prisión en suspenso). “La audiencia fue virtual, así que estuve en el estudio de mi abogado y verle la cara de nuevo, me chocó muy fuerte. Empecé a llorar desconsolada. Pero creo que se haya declarado culpable fue lo mejor. Se puede decir que quedé conforme con la sentencia”, completó.
