El déficit habitacional en Mendoza es muy grande. El Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) estima que son alrededor de 120 mil las familias con esta demanda, aunque el número más fino se conocerá con los resultados del Censo Nacional.
Ante este panorama, a pesar de que no es su tarea específica, al menos la mitad de los intendentes de Mendoza ha decidido hacer gestiones por su cuenta para tratar de que las personas accedan o estén más cerca de un techo propio. Cupos nacionales para casas, creación de líneas de crédito municipales y aportes de terrenos, son algunas de las soluciones que están ofreciendo.
Cada comuna desarrolla diferentes estrategias y sale a la caza de fondos, materiales y lo necesario para satisfacer la necesidad de hogares. La mayoría se aboca a los financiamientos públicos que hay por parte del IPV y de Nación. Pero esta última caja ha hecho convenios directos con comunas de administración justicialista para convertirlas en “unidades ejecutoras” y avanzar con las licitaciones.
Pero algunos municipios intentan ir más allá. Las Heras lanzó hace dos años su programa “Mi casa, mi vida” y ya entregó 108 viviendas. “Esto se gestó para ver cómo podíamos ayudar al IPV, a la Provincia y a las más de 8 mil personas que necesitan soluciones habitacionales en Las Heras”, expresó el intendente Daniel Orozco en octubre del año pasado, cuando se realizó el sorteo de las viviendas “municipales”.
Las familias que firmaron el contrato desembolsaron $900.000 con destino al fideicomiso. Las cuotas, hasta diciembre del año pasado, no superaban los $20.000. Luego, una vez que se concluya la escrituración que incluye la hipoteca, cada beneficiario continuará pagando un crédito a 10 o 20 años.
En enero de este año, un grupo se quejaba por el aumento “desmedido” de las cuotas al momento de escriturar y denunciaba demoras en la entrega de viviendas. Los Andes intentó conocer la situación actual del programa, pero desde la comuna patearon la consulta para el próximo martes.
Otro intendente oficialista que busca soluciones habitacionales es Ulpiano Suárez (Capital), quien espera con ansias la licitación del nuevo Procrear (programa nacional) que se hará en el Distrito Estación Mendoza (ex ferrocarril) con la intención de albergar a 800 familias. Además, resta la entrega de 136 unidades (sobre un total de 1200) del complejo sobre calle Tiburcio Benegas.
Pero por otro lado se avanza con terrenos cercanos a la Nave Cultural, puntualmente en uno 13 mil m2 que ya tuvo un concurso de ideas y masterplan para un desarrollo inmobiliario, teniendo en cuenta que la demanda habitacional en Capital supera las 9.000 unidades.
A través de Mendoza Fiduciaria se trabajó en un fideicomiso para que los desarrolladores participen. El 14 de junio se conoció la propuesta y en estos días se va a formalizar la comisión para que se analice. Otra parcela, sobre calle Las Cubas, también está en la lupa para un futuro desarrollo.
Por su lado, Tadeo García Zalazar, en Godoy Cruz, ya entregó 82 departamentos en el complejo Constituyentes I. Para ello, el municipio creó un fideicomiso, y avanza con el complejo Constituyentes II, que tiene tres patas: la municipal, el IPV y la empresa desarrolladora.
El proyecto contempla la construcción de 64 departamentos emplazados en un terreno sin uso ubicado en calle Vélez Sarsfield, cerca del Mendoza TIC Parque Tecnológico. Por otra parte, ejecuta el programa municipal Ecocasas (viviendas hechas a partir de contenedores), destinadas como segundo hogar para familias en situaciones complejas (violencia, hacinamiento). Los contenedores son donados por Pampa Energía y son acondicionados en los talleres del Polo Ambiental.
En Junín dieron la nota años atrás por la construcción de viviendas con ladrillos elaborados en base a residuos plásticos provenientes de botellas de PET, en el marco del Programa Junín Punto Limpio, a través del cual recuperan envases para su posterior reciclado.
Actualmente, en el departamento del este están por adquirir una máquina que les permitirá aumentar el volumen de ladrillos que se componen en un 70% con plástico y el resto con materiales de construcción. Evalúan la posibilidad de avanzar en viviendas con fondos municipales (ya cuentan con una ordenanza) elaboradas con estos prototipos que bajan notoriamente los costos.
Con la producción actual se han realizado ampliaciones de distintos tipos y se ha entregado una vivienda este año. Este tipo de casas son prioritarias para familias con discapacidad. “Estamos hablando de 100 mil ladrillos mensuales para 20 o 30 casas mensuales. El compromiso es que desde el IPV lo incluyan en las licitaciones”, expresó Héctor Ruiz, intendente de Junín.
Los peronistas acuden a Nación
El programa Casa Propia que ejecuta el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación ofrece la posibilidad de que los municipios se constituyan como unidades ejecutoras de viviendas, aparte del IPV.
De los seis municipios con administraciones del PJ, excepto Tunuyán, todos han gestionado barrios para “Casa Propia” a través del IPV. No obstante, son ejecutores del programa y esta alternativa les permite el retorno del dinero de las cuotas que pagarán los beneficiarios a través de la creación del Fondo Municipal de Vivienda. El destino de los mismos serán obras de ese tipo como urbanización, compra de terrenos, construcción, etcétera.
En este marco, Lavalle y Tunuyán se aseguraron un cupo de casas por fuera de las 1.000 que tiene asignadas Mendoza en este programa y de las cuales hay 344 en distintos grados de avance.
El lavallino Roberto Righi anunció que se han proyectado 196 viviendas en total, aunque más de 40 son de gestión directa con la Nación. En su municipio además se implementa el programa “Construyendo Juntos”, que colabora con varios aspectos, como la dirección técnica y la construcción del techo, entre otras cosas. Desde la comuna remarcaron que “se hicieron más de 80 terraplenes y se entregaron 50 techos durante el 2021, y se colaboró en la construcción de más de 300 viviendas”.
El intendente Martín Aveiro se aseguró unas 530 viviendas para Tunuyán a través del programa nacional. Fernando Ubieta (La Paz) siguió sus pasos con urbanización y posterior construcción de 176 viviendas, Flor Destéfanis (Santa Rosa) consiguió 76, además de las 14 que ya se están ejecutando.
Matías Stevanato (Maipú) está en las mismas tratativas. Actualmente tienen 155 casas por el programa nacional, pero a través del IPV. “En 2022 presentamos proyectos por más de 200 casas y licitamos 70, aunque hay oportunidad de seguir licitando. El mismo IPV cerró un acuerdo con la Nación por 1.000 casas y con la necesidad de vivienda que hay, deberían aprovecharlo”, indicó el subsecretario de vivienda de Maipú, Gustavo García Bosco. El déficit ronda las 13 mil soluciones habitacionales en este departamento.
La queja del funcionario de Maipú se repite en los otros departamentos opositores: “Presentamos proyectos y salen muy pocas casas, por Nación se gestiona directo y nos aseguramos muchas más viviendas”, dicen.
San Rafael también tiene “cupo aparte” por el programa Casa Propia. En el sur se encaró la adquisición de terrenos y la urbanización, mientras que la construcción de 135 viviendas (en diferentes barrios) será financiada por el Estado Nacional.
El resto, acompaña
La gran mayoría de los departamentos depende de las líneas provinciales y nacionales. Sin embargo, además de colaborar con obras de urbanización con las entidades que se constituyen para ingresar en el Banco de Proyectos del IPV, implementan algunas estrategias. Varios aclaran que las líneas del IPV para el mejoramiento de viviendas además de los fondos nacionales para urbanizar barrios populares son muy utilizadas.
En San Martín hay una demanda de 2.000 viviendas y si bien no tiene actualmente líneas propias, cuenta con una ordenanza para avanzar en la entrega de loteos municipales. La intención es entregarlos con servicios y que después los particulares construyan con las líneas que estén a disposición.
San Carlos, por su parte, donó terrenos municipales para que se construyan barrios con créditos del IPV. Una empresa que trabaja con casas sustentables y está radicada en los pagos del orégano, aparece como un elemento interesante de cara al futuro.
Rivadavia implementa, desde mayo del 2021, un programa municipal llamado “Construyo Mi Hábitat” y remarca que 60 familias se han beneficiado con áridos y cemento, además del préstamo de la máquina que bloques que pueden destinarse a ampliaciones o construir una vivienda.
Luján, Tupungato y General Alvear destacaron el acompañamiento que se hace a las entidades que urbanizan terrenos para acceder a las líneas del IPV u otras similares, pero ninguno de ellos tiene programas puntuales como los mencionados anteriormente.
El IPV sugiere “centralizar la demanda”
Para el Gobierno nacional y las jurisdicciones, cubrir el déficit habitacional parece imposible. “Se nos inscriben 800 personas por año y entregamos menos del 10% en el mismo período”, se sinceraron desde un municipio.
En este escenario, al IPV no le parece “incorrecto” que los intendentes hagan gestiones por afuera del organismo, pero sugiere que centralicen la demanda. “Por supuesto que si un intendente tiene buena llegada al Gobierno nacional va a gestionar sus propias políticas habitacionales o conseguir fondos. Sí es necesario que todos los municipios centralicen o aprovechen la experiencia del IPV porque es el organismo provincial que se dedica a esto justamente, por una cuestión de beneficio para el futuro adjudicatario, ya que el IPV tiene el dinamismo para llevar a cabo estos procesos”, indicó María Marta Ontanilla, titular del organismo a Los Andes.
Ontanilla remarcó que actualmente los proyectos que está construyendo el IPV son “en un 95% con fondos provinciales”. También indicó que “hay que buscar herramientas que generen dinamismo” y en este sentido destacó la implementación de sistemas industrializados, porque además de los beneficios en cuanto a sustentabilidad y eficiencia energética, “permiten una rapidez mayor a la hora de construir y acercarnos un poco más al número esperado en la gestión”.