Mendoza ha entrado en clima electoral y en términos políticos esto incidirá negativamente en el trabajo en común que puedan hacer el oficialismo y la oposición en lo que resta del año. La caja de resonancia será la Legislatura, en la que desde ambos bandos reconocen que el diálogo entró en cortocircuito y que se potenciará sobre todo en 15 días, cuando se decidan los precandidatos a las elecciones intermedias.
La chatura en el diálogo político que se vislumbra de aquí en adelante también ha influido en la productividad en el primer semestre del año, donde solamente se aprobaron 30 leyes (21 generadas en Diputados y 9 en Senadores), de las cuales menos de 10 son proyectos trascendentales, o que al menos tuvieron debate político importante.
De hecho, desde el 14 de abril, fecha en la que se dio sanción final a la capitalización de Impsa y se prorrogó por un año la Emergencia Sanitaria, hasta el 22 de junio, más de dos meses después, con la aprobación del Programa Mendoza Activa II, no se aprobaron otras leyes importantes, lo que va dando cuenta de las complicaciones que se advierten de ahora en adelante, a medida que se intensifica el “modo electoral”.
Desde el oficialismo legislativo se admitió una segura disminución en lo que resta del año en la cantidad de leyes aprobadas, pero relativizaron la hipótesis de la baja productividad en lo realizado hasta ahora, teniendo en cuenta que marcaron que las sesiones “se han llevado a cabo todo el año” y que los proyectos, principalmente los enviados por el Poder Ejecutivo, “se han trabajado tanto en comisiones como en el recinto”.
“Hay que tener en cuenta más que lo cuantitativo, lo cualitativo”, resaltó Andrés Lombardi, presidente de la Cámara de Diputados. El político radical defendió a los legisladores de su frente y prefirió asestar los dardos a la oposición, al sostener sobre todo que el peronismo más que intentar debatir proyectos, prefiere “enfrentarse” en términos políticos “y criticar todo lo que hace el Gobierno”.
En este sentido, reconoció que en los procesos electorales las posiciones “son más radicalizadas y es difícil conseguir consensos”. Pero argumentó además que lo que se verá de ahora en adelante es un oficialismo “insistiendo en proyectos que aporten a Mendoza y un Frente de Todos que se concentrará en críticas y en la campaña, como ya lo hemos notado estos últimos días. Por eso será difícil cerrar acuerdos”.
No obstante, Lombardi reconoció que en muchas oportunidades sí hubo acuerdos con la oposición. De hecho, aseguró que la mayoría de las leyes importantes tuvieron el apoyo de una gran cantidad de opositores.
Además, afirmó que ahora no hay tantos proyectos de ley fuertes en carpeta, salvo algunos que “no son prioritarios”. Según su visión, la Legislatura ha estado presente cuando el Poder Ejecutivo ha necesitado leyes para gestionar la pandemia del coronavirus.
Desde el Frente de Todos hay una mirada diferente al razonamiento radical y devolvieron el golpe al acusarlos de “no querer acordar en temas importantes”. Germán Gómez, jefe de bloque de Diputados, valoró el trabajo legislativo del peronismo -y también del resto del cuerpo- y sostuvo que “la UCR se ha mostrado reticente en casi todo lo que hemos aportado”.
Allí recordó proyectos como el de subsidios al sector del Turismo, el “semáforo epidemiológico” que le presentó la presidenta del PJ, Anabel Fernández Sagasti, al gobernador, Rodolfo Suárez, y la fallida reforma de la ley de la Bicameral de Seguridad para que asista periódicamente el ministro a la Legislatura, algo que aún no ha ocurrido por pedido del propio Suárez.
“Mas allá de ser opositores, hemos tenido cooperación con el Gobierno”, afirmó Gómez y dijo que el oficialismo se equivoca si hay desconfianza. Sin embargo, también reconoció que siempre que hay elecciones se endurecen las posiciones porque “es un momento en el que se evalúa la gestión del Ejecutivo, esta es la realidad”.
Algunos otros proyectos importantes que resaltan y que no han tenido acuerdo entre oficialismo y oposición por el momento son la ley del Piedemonte, que sigue en comisiones; la de Educación, que fue pausada por el Poder Ejecutivo en medio de la postergación de las elecciones en el SUTE; y la renombrada reforma de la Constitución, en la que siguen las reuniones de comisiones, pero que está completamente trabada, con un rechazo anticipado del Frente de Todos.
Proyectos aprobados
Entre las leyes de más peso que salieron este año, se puede nombrar la autorización a la Provincia para capitalizar Impsa, la prórroga por un año de la Emergencia Sanitaria por la pandemia del coronavirus, las modificaciones en la ley 5.811 del régimen de licencias en el Estado, el programa económico Mendoza Activa II, cambios en el directorio de OSEP y la quita de planes sociales o programa de viviendas a aquellas personas que participen en intentos de usurpaciones.
Desde la Legislatura valoraron también la adhesión a la ley Yolanda (que promueve un programa de formación para agentes de cambio en el desarrollo sostenible), la promoción de campañas de concientización de la endometriosis y la disminución en las multas por no circular con las luces bajas encendidas.
El resto se divide entre ratificaciones de decretos del gobernador Suárez y expropiaciones. Por otro lado, el Poder Ejecutivo presentó 10 proyectos (tres en el Senado y siete en Diputados), y 69 fueron aportados por el cuerpo legislativo de ambas cámaras, que tiene a 48 diputados y 38 senadores.
En tanto, si se comparan los 30 proyectos aprobados con el primer semestre del año 2020, se puede notar un incremento, teniendo en cuenta que se aprobaron 21 leyes entre enero y junio (en todo el 2020 fueron 90).
Pero es importante dejar en claro que esto se dio también porque la mitad de ese tiempo casi rigió la cuarentena más dura, en los inicios de la pandemia, por lo que hubo un lapso que el trabajo legislativo se dio en sesiones completamente virtuales y recién luego, a medida que se flexibilizaron las restricciones, prosiguieron con las semipresenciales, tal como son en la actualidad.
