La Legislatura de Mendoza realizó el acto de reconocimiento a la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), para reconocer su labor en su aniversario número 65. La propuesta desarrollada por el senador Valentín González y la diputada Stella Huczak.
ACDE es una asociación formada por dirigentes de empresas como empresarios, ejecutivos, emprendedores, profesionales independientes y estudiantes universitarios que se inician en la actividad empresarial.
Su objetivo se constituye en un ámbito de análisis y reflexión de la temática empresarial a la luz de los valores cristianos y de acción, a través de su compromiso social en una labor regida por principios éticos y al servicio del bien común.
Esta entidad fue fundada en 1952 en Buenos Aires por Enrique Shaw (CEO de Cristalerías Rigolleau). Unos años después, el 26 de junio de 1959, Ernesto Días Miralles, accediendo a la invitación personal de Shaw, asumió el compromiso de fundar ACDE Mendoza junto a 21 empresarios mendocinos de la época.
ACDE se ha caracterizado por intervenir activamente en la creación de consensos en momentos cruciales de la vida de la República Argentina. Algunos ejemplos: “Bases para armonizar la Democracia y la Producción (1983)”, “Misión Empresarial (1983)”, Pensando la Argentina del Bicentenario (2001)”, “Foro de Convergencia (2014)”, “Compromiso Personal Empresario (CPE,2016)”, “Aborto, mirada interdisciplinaria sobre un proyecto de ley injusta (2018)”, “Integración de la Mesa de Producción y Empleo de la Provincia de Mendoza junto a AACOVI, AEM, CEM, FEM, UCIM y UIM desde 2021″.
Hay que tener en cuenta que la misión de ACDE es ayudar a los dirigentes de empresa a vivir de manera coherente su vocación emprendedora y su fe cristiana, basado en dos ejes: colaborar en el desarrollo de culturas empresariales basadas en el respeto, la participación y la promoción de las personas, y promover la difusión y la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia en lo referido al accionar empresarial.
La Asociación pone énfasis en la cultura de la verdad, el bien común como valores sustentables de su identidad, alentando su responsabilidad social y moral, que distinguen a los socios en su conducta personal y en el accionar de las empresas en las que participan.
Estos valores se proyectan a la sociedad a través de la reflexión y la generación de ideas, que se convierten en temas de referencia para la dirigencia en general.
