El concepto de Estado eficiente que enarboló la gestión de Alfredo Cornejo tuvo su efecto en el Poder Legislativo, donde la poda en el gasto público se sintió fuerte. Con Laura Montero al frente de la Cámara de Senadores y Néstor Parés en la de Diputados, la reducción de personal se aplicó con rigor sobre una nómina total de 1.164 personas que, según datos oficiales, hoy tiene 1.011.
La gestión de Rodolfo Suárez continúa el mismo modelo que tanto el Vicegobernador, Mario Abed, como Andrés Lombardi, el titular de la Cámara Baja, ejecutan sin reparos y que arroja 153 cargos menos en los últimos 5 años, un 13,14% menos que lo recibido a fines de 2015.
La Legislatura provincial tiene actualmente, según datos proporcionados por ambas cámaras, una nómina de personal compuesta por 1011 legajos, entre cargos de planta permanente y transitoria. En el Senado, con 38 representantes, la nómina es de 530 empleados entre permanentes y cargos transitorios, donde se incluyen a los legisladores y sus estructuras de personal que incluyen dos personas por cada uno. Dentro de este grupo hay que contemplar la denominada Unidad Legislativa integrada por personal que está abocado al trabajo bicameral y administrativo.
La Cámara de Diputados tiene 48 representantes y una planta actual de 481 empleados, entre permanentes y transitorios cuya estructura por cada legislador es la misma que en la Cámara Alta: dos personas por banca ocupada.
Recorte que se mantiene
El informe de gestión que presentó Laura Montero cuando dejaba el cargo en la Vicegobernación muestra que su antecesor, Carlos Ciurca (PJ) le dejó una nómina de 571 personas. Desde que asumió la gestión de Francisco Pérez el aumento en la planta del Poder Legislativo creció de los 488 legajos computados en 2012 hasta llegar a 571 en 2015.
El recorte utilizado en la tabla comparativa del desglose que presentó Montero es del segundo trimestre del 2015 al mismo período en 2019. En 4 años, logró suprimir 50 cargos llegando a 521 personas, lo que representa casi un 10%.
Actualmente hay 530, entre los que hay 6 empleados que debieron ser reincorporados por un fallo judicial. Igualmente, ese incremento puede explicarse por los constantes movimientos en la planta transitoria, de acuerdo a lo que explicaron desde el Senado, además de las jubilaciones que se consuman en los distintos meses del año e impactan en la planta permanente.
“Es el mismo modelo de la gestión anterior y que el Vicegobernador aplica ahora, no le gusta el derroche y por eso quiere una estructura austera. Los cargos de planta permanente que quedan vacantes por jubilación o renuncia no se ocupan, se reubica personal o si es necesario por una cuestión profesional, se da de alta una planta transitoria”, indicó Pablo Gómez, el secretario administrativo de la Cámara de Senadores a Los Andes.
La pandemia mandó a muchas personas a trabajar desde sus casas y los pasillos legislativos lucen bastante vacíos comparados con lo visto en febrero y marzo de este año. Y eso se reflejó en el lápiz a la hora de bajar costos. “Se dejó de gastar en refrigerios como tortitas y frutas, también en insumos propios producto de la gente que está viniendo a trabajar”, aclaró Gómez.
¿Y en Diputados?
Desde 2010 a la actualidad, la fluctuación de la nómina tuvo picos y descensos: de 528 empleados fue aumentando hasta su máximo establecido en 593 y bajando hasta los 481 actuales, graficados en un 8%.
En 2011 se registraron 553 personas, en 2012 fueron 551, a 2013 ya eran 564, bajando a 560 en 2014 y creciendo a 593 en 2015 cuando se terminaba la gestión anterior de Jorge Tanús.
Desde que Néstor Parés (UCR) llegó a la presidencia bajó 94 legajos en su primer año de gestión, pasando de 593 empleados a 499. Con el correr de los años le entregó a Andrés Lombardi una nómina de 509 personas. Es decir que en 4 años de mandato, disminuyó 14% la planilla.
A un año de asumir, el actual titular de la Cámara Baja, eliminó 28 legajos entre jubilaciones y bajas contando actualmente con una planta de 481 personas, 5% menos que lo que recibió. Asi, avisa que tiene en mente aplicar el mismo modelo heredado y lograr un porcentaje de reducción similar al que abrochó el actual presidente del Tribunal de Cuentas.
“La idea es seguir profundizando el Estado eficiente, trabajar en no reponer los cargos que quedan vacantes y seguir con los procesos de jubilación. Es seguir disminuyendo la estructura burocrática”, indicó.
Otro de los puntos que destaca Lombardi es la baja en el gasto corriente, primero en la baja de contratos de locación de servicios, pasando de 300 a fines en 2015 a 150 en la actualidad. Además, dado que la merma del personal en las oficinas por la pandemia y la digitalización de los procesos, se demandaron erogaciones mucho menores. “Los autos casi no se usan y este año no hemos llamado a licitación para resmas de papel. El proceso de informatización hizo disminuir el consumo de hojas”.
En los tres años restantes se podrán jubilar 60 personas
Por los pasillos legislativos hay un mito que asegura, teniendo en cuenta que muchos cargos permanentes se dieron de alta en 1983 con el regreso de la democracia, que en estos años se jubilaría una cantidad significativa de empleados de la Legislatura.
Sin embargo, los números derriban esta teoría porque de acuerdo con los números aportados desde ambas cámaras, entre el 2021 y el 2023, son 60 personas las que cumplirán los requisitos de edad y aportes para jubilarse: 19 en la Cámara de Diputados y 41 en la de Senadores.
Teniendo en cuenta que la planta actual es de 1011 personas, el porcentaje de cargos permanentes que se liberarán, y que no se volverán a ocupar, representa el 5% de la nómina.
La unicameralidad puede quitar 114 sueldos
Teniendo en cuenta que la propuesta de la Reforma de la Constitución de Rodolfo Suárez contempla una sola cámara compuesta por 48 representantes, se puede estimar un cálculo aproximado sobre la Cámara de Senadores en cuanto a la disminución de personal.
Cada senador y senadora tienen un secretario o secretaria y un asesor o asesora. Es decir, que por cada representante de la Cámara Alta, hay que contar 3 personas que están dentro de los contratos transitorios. Al ser 38 entre senadores y senadores, agregando su personal, totaliza 114 sueldos que podrían dejar de pagarse con la unicameralidad.