La Justicia falló en una causa que tiene a una obra de Irrigación como protagonista. Se trata del entubamiento del arroyo Morteritos, en Potrerillos, que busca preservar la pureza del agua, pero que había recibido planteos ambientales de la ONG Oikos.
La jueza civil Roxana Alamo autorizó en la sentencia la reanudación de la obra, siempre que se cumpla con una serie de medidas. Y fue muy crítica en varios conceptos con el Departamento General de Irrigación.
Alamo observa en las conclusiones que “la obra ha sido iniciada y ejecutada en forma irregular, lo que resulta manifiesto, y ha ocasionado un impacto negativo en la biodiversidad ecológica de Arroyo Morteritos”.
Señala además que la obra “ha arrasado la vegetación, debilitada la posibilidad de conformar un hábitat conveniente para la fauna” y dice que “requiere una reforestación que permita colocar un freno a la proliferación de especies vegetales invasoras”. Agrega que “se ha afectado el recurso hídrico, y no se ha sido tomada en cuenta la posibilidad de perjudicar el patrimonio arqueológico de la zona que constituye un Parque Provincial (Cordón del Plata) por no haber sido relevado en forma previa”.
Al final, de todos modos reconoce que “la integralidad de los ecosistemas que conserva el Parque Cordón del Plata no se encuentran amenazados por la ejecución de la obra. Siempre y cuando se acaten las medidas de mitigación y recomendaciones efectuadas por los Dictámenes Técnico y Sectoriales correspondientes”.
Apelación de Irrigación
El fallo generó reacciones a favor o en contra. El ambientalista Eduardo Sosa, indicó que “Alamo falló en contra de Irrigación y los mandó a hacer lo que debieron haber hecho desde el principio, en vez de meterse sin permiso en un área natural protegida y construir una obra sin los permisos ambientales correspondientes”.
Irrigación, en cambio, acaba de apelar la sentencia. Como consecuencia, será una Cámara Civil la que deba revisar el fallo y, mientras tanto, la obra seguirá suspendida.
El entubamiento del Moreritos se había iniciado en mayo del 2020, pero en agosto fue suspendida por la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial.
Luego ingresó a la Justicia el amparo de la ONG Oikos pidiendo la suspensión de los trabajos, porque no tenían informe de impacto ambiental. El tiempo pasó y esta semana, en su fallo, la jueza Alamo buscó cerrar el conflicto con la creación de un comité de integración múltiple para controlar el cuidado del ambiente, lo que provocó el rechazo de Irrigación.
Irrigación cuestionó a la jueza porque, según su criterio, “debía resolver la causa como recurso extraordinario y todo terminó en un juicio ordinario que lleva más de un año”.
La magistrada además dispuso en su sentencia que en 15 días hábiles se dé cumplimento a la resolución en cuestión porque “no existe constancia” de que así haya sido. Y de acuerdo a la legislación ambiental, Irrigación debería haber acreditado ese cumplimiento. Lo mismo aplica para el seguro ambiental a favor del Gobierno de Mendoza y que es otro de los puntos del fallo.
Sin embargo, desde el organismo que comanda Sergio Marineli, dijeron que están en regla y que “la jueza nunca preguntó si se había dado cumplimiento”.
Discordia
El principal punto de conflicto para Irrigación está en la conformación del amplio comité de Gestión y Control Ambiental Los Morteritos.
El espíritu de este órgano es el de controlar e informar al Tribunal sobre la efectividad de las medidas adoptadas por Irrigación para el cumplimiento del objetivo de recomposición y protección de la biodiversidad.
“Esto no está previsto en la ley, con la resolución de Ambiente es suficiente”, despotricaron en Irrigación; y agregaron que “este comité debe reportarse a la jueza pero previa revisión de un perito al que impugnamos”.
De acuerdo al fallo de Alamo, Irrigación impugnó la pericia, pero no al profesional. “Su planteo es una mera expresión quejosa sin canalizar ningún recurso o remedio que esta jueza deba resolver, carece de interés legítimo su planteo”, cerró la jueza.