Los cruces entre oficialismo y oposición respecto a la gestión de la pandemia a nivel nacional y provincial se intensifican, poco a poco van copando la agenda política local y anticipan que será uno de los temas principales en la campaña electoral que se avecina.
Con la llegada de la segunda ola de contagios, el Gobierno de Mendoza comenzó a recibir reclamos de sectores políticos y sindicales para que se adopten nuevas medidas para evitar la escalada de casos y la saturación del sistema sanitario.
En los últimos días, desde el peronismo también acusaron al gobernador Rodolfo Suarez de hacer demagogia por pedirle a la Nación que se haga cargo de las restricciones más duras y luego no adherir en la provincia a las últimas disposiciones anunciadas por el presidente Alberto Fernández.
Entre ellas se encuentra la suspensión de las clases presenciales por 15 días. Si bien la medida solo tiene alcance para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la discusión se terminó trasladando a la provincia.
El Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) empezó a exigir durante la última semana la vuelta a las clases virtuales a raíz de los casos de Covid-19 entre docentes y alumnos. Sin embargo, el jueves pasado el ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia, Víctor Ibáñez, garantizó la continuidad del dictado de clases presenciales en la provincia y aseguró que en Mendoza menos del 1% de los estudiantes está contagiado y el 1,17% de los adultos está contagiado.
Pese a esto, el SUTE insistirá con su pedido y anunció un paro para este lunes 18 de abril y un caravanazo que partirá a las 10 desde el Parque Central hasta la Casa de Gobierno.
Laura Espeche, secretaria de Acción Social del gremio, explicó a Los Andes que “los casos son muchos, casi la totalidad de las escuelas están afectadas por contagios, aislamientos o contactos estrechos” y resaltó que “ya son dos los docentes fallecidos y un estudiante de un instituto de Educación Superior”.
Respecto de los datos oficiales sobre la cantidad de casos en el sistema educativo, la dirigente sindical desconfió de las cifras brindadas por el Ejecutivo y aseguró que la cantidad de contagios entre los trabajadores de la educación es mayor. “Estamos exigiendo que haya estadísticas claras, da la impresión de que es un dato construido sobre la base de un relato que tiene que ver con sostener la presencialidad a toda costa. Al suspender las clases presenciales nos estaríamos evitando alrededor de 100 contagios diarios, es un cálculo estimado sobre la base que ellos mismos publican”, expresó.
Al reclamo sindical se sumó el diputado del bloque Frente de Todos-Partido Justicialista, Marcelo Aparicio, quien presentó, junto a otros legisladores peronistas, un proyecto de Declaración solicitando al Gobernador la suspensión de la presencialidad en las aulas.
Desde el Gobierno de Mendoza señalaron que los planteos opositores son “manotazos de ahogados” al no tener la posibilidad de mostrar propuestas. Asimismo, consideraron que la discusión en torno a la pandemia va a formar parte de la campaña de cara a las legislativas de este 2021.
“El plan de vacunación ha sido un fracaso, por lo tanto la pandemia es algo que va a estar y va a ser muy difícil de despolitizar”, manifestaron en el oficialismo.
El presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Andrés Lombardi, señaló a este diario que existe un “aprovechamiento de la situación” por parte del justicialismo. “Han tomado como una bandera la suspensión de las clases presenciales sin ningún dato científico sobre el daño que se le genera a los chicos, de las desigualdades que genera la virtualidad. Es una pelea del sindicato y del kirchnerismo duro en pos de querer mostrarse alineados con Kicillof y con Alberto Fernández”, sostuvo.
Respecto al rol que tendrá la discusión en torno a la gestión de la pandemia en el proceso electoral que se avecina, el legislador radical planteó que “el kirchnerismo quería hacer campaña con el plan de vacunación. Su caballito de batalla iba a ser que iban a traerle la solución al problema del Covid a todos los argentinos. Pero la verdad es que hicieron todo mal, no consiguieron vacunas, hicieron un vacunatorio VIP y hoy se quedaron sin eso para enfrentar las elecciones”.
En ese sentido subrayó que la oposición local está desorientada y por eso ahora se busca adoptar reclamos de otros sectores para cuestionar al Gobierno provincial.
Por su parte, desde el peronismo apuntaron contra Suárez por la falta de definición de una estrategia sanitaria clara a nivel provincial y remarcaron que conforme se aproximen las elecciones el diálogo y la toma de decisiones serán más difíciles.
El senador del FDT-PJ, Samuel Barcudi, manifestó que “el Gobernador sabe lo que tiene que hacer pero está presionado por referentes de la política nacional como Alfredo Cornejo y dirigentes del PRO que lo tironean a tomar decisiones. Eso hace que cambie de parecer y plantee una falta de estrategia sanitaria en Mendoza. Creen que diferenciándose del Gobierno nacional aumentan su imagen y el Gobernador un poco es víctima de esa situación”.
“Mientras más cerca de la contienda electoral estemos, más difícil va a ser el diálogo entre las fuerzas, siempre se deteriora y por lo tanto es más compleja la toma de decisiones. Por eso es importante que el gobernador deba tomar las decisiones que deba tomar en estos momentos y dejar planteada la estrategia sanitaria para que la campaña no la afecte”, aseguró el legislador justicialista.