La familia del exjuez federal Walter Bento cuestionó con dureza al fiscal federal Dante Vega y defendió la “presunción de inocencia” del hombre acusado de recibir coimas a cambio de beneficios judiciales.
Lo hizo en una carta dirigida nada menos que al secretario de Estado del Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos, Antony Blinken, en reacción a informes sobre derechos humanos emitidos por ese organismo, en los cuales aparece mencionado Bento.
La carta que lleva la firma de Nahuel y Luciano Bento (hijos), además de Marta Boiza (esposa), busca hacer saber que el exjuez “al día de hoy sigue gozando de presunción de inocencia”, tal como se señala en la nota que la familia del exmagistrado envió al embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc R. Stanley.
Esta nota llevaba como archivo adjunto la carta de dos carillas para el secretario Blinken, en la cual los Bento plantean la necesidad de aportar “precisión y veracidad” a los reportes de derechos humanos de 2022 y 2023 que mencionan al exmagistrado.
Notoriamente los Bento desconocen en la carta la destitución del extitular del Juzgado Federal Número 1, ya que en los primeros párrafos dicen que es imperativo dar precisiones “en aras de evitar la deshonra a la integridad del Juez y su familia”.
No sólo Bento ya no es juez, porque lo destituyó el Jurado de Enjuiciamiento de la Nación el 8 de noviembre del año pasado. Además, ese mismo día, perdió sus fueros y lo detuvieron, debido a que en el proceso penal regían pedidos de prisión preventiva que hasta entonces no se habían aplicado por la inmunidad que le daba el cargo.
Bento sólo deja ahora su celda del complejo federal VI seis días al mes para asistir a las audiencias del juicio que se lleva adelante en su contra en los tribunales federales de calle España por supuestos cohechos, asociación ilícita (en calidad de jefe), enriquecimiento ilícito y abuso de autoridad, entre otras imputaciones. Es el principal acusado de una treintena de personas sometidas a juicio. Todos arriesgan muchos años de cárcel.
Precisamente, entre las personas que se encuentran sentadas en el banquillo de los acusados aparecen Nahuel y Facundo Bento, dos de las tres personas que firman la carta dirigida al gobierno de Estados Unidos. A ellos los imputaron enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, un capítulo del juicio que todavía no se inicia, ya que hasta ahora se están analizando los numerosos casos de cohecho contra el exjuez y los supuestos integrantes de la banda.
Los hermanos Bento permanecen en libertad, de la misma manera que la esposa del exjuez, también acusada de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero y tercera firmante de la carta. En su caso, tiene permiso del Tribunal Oral Número 2 para no asistir a las audiencias, debido a que tiene bajo su cuidado en la casa del barrio Palmares a su tercer hijo, Facundo Bento, el único integrante del clan familiar que no tiene acusaciones en su contra.
Lo cierto es que este grupo manifiesta en la carta a Blinken que “el caso en cuestión aún se encuentra en pleno proceso de debate oral” y sostiene que es “preocupante observar que los informes sugieren una preconcepción condenatoria”.
Hay que decir que el reporte correspondiente a Argentina del año pasado no hace más que mencionar el caso de Bento entre otros que han ocurrido en este país. Señala que el exjuez es juzgado desde el 26 de julio del año pasado y que está preso desde el 8 de noviembre. Dice también que le cupo la acusación del liderar una “organización criminal” que daba beneficios judiciales a cambio de coimas.
No obstante, la carta señala que “es el fiscal de la causa quien está desinformando a la opinión pública a través de ciertos medios de comunicación, todo lo cual, se enmarca en un contexto donde existe un interés claro en encarcelar al juez Bento”.
Todo esto, “lejos de reflejar un actuar transparente y justo, evidencia una clara manipulación con fines políticos”, sostiene la familia de Bento. Aduce también: “A medida que el juicio avanza, emerge con creciente claridad que las imputaciones contra el magistrado están basadas en información tergiversada e inexacta”.
Para la familia del exjuez, es de “vital trascendencia” el voto en disidencia que emitió uno de los integrantes del Jurado de Enjuiciamiento. “Da cuenta de las graves violaciones a los más elementales garantías constitucionales verificadas en el trámite del proceso de remoción”, dice esta parte, en referencia al voto del juez Javier de la Fuente, el único de los siete integrantes del Jury que no se inclinó por la remoción.
La familia de Bento acusa además al fiscal Vega de manipular testimonios y de cometer “coerción ilegal contra detenidos para obtener declaraciones incriminatorias”. También le achaca connivencia con fuerzas policiales y actores políticos. Y habla de “colusión” (pacto ilícito contra terceros) entre el fiscal y periodistas.
Dice además que Bento “desde su nombramiento ha mantenido un compromiso irrestricto con la Justicia, la verdad y la transparencia en todos los casos tramitados en su juzgado” y solicita que el secretario estadounidense “siga por You Tube” las audiencias del megajuicio para tener una “comprensión completa y objetiva de la situación”.
“Recurriremos a todos los métodos legales a nuestro alcance para alcanzar justicia, lo que incluye presentar el caso ante la Oficina de Naciones Unidas, para que tome conocimiento de las atrocidades que han ocurrido en este proceso”, reza el texto cerca del final.
Hay que recordar que la familia de Bento ya ha recusado a las integrantes del Tribunal Oral Número 2 (quienes ni genéricamente son mencionadas en la carta) y a los fiscales Vega y María Gloria André, además de presentar un recurso ante la Corte nacional contra la destitución del exmagistrado.
Ninguna de estas acciones, más los anteriores intentos de frenar el proceso de destitución, ha conseguido favorecer a Bento, aunque varias todavía se encuentran pendientes de resolución.