La Corte espera que Norma Llatser aporte “dinamismo” y “oficio de jueza”

La camarista no es resistida en el máximo tribunal y hasta incluso recibió apoyos explícitos en el ala “filoperonista”. Se espera que se sume al tándem del presidente del máximo tribunal, Dalmiro Garay y Teresa Day. Su perfil dialoguista es bien visto por sus pares.

La Corte espera que Norma Llatser aporte “dinamismo” y “oficio de jueza”
Los jueces de Suprema Corte de Justicia de Mendoza: Mario Adaro, Teresa Day, Julio Gómez, Omar Palermo, José Valerio, Dalmiro Garay y Pedro Llorente.

La Suprema Corte de Justicia de Mendoza tendrá el año próximo un cambio importante con la llegada de Norma Llatser luego del retiro de Pedro Llorente. Si bien la votación del pliego será en dos semanas en el Senado, seguramente la jueza pasará el filtro y asumirá en marzo, con el desafío de incorporarse a la gestión que encabeza el presidente del máximo tribunal, Dalmiro Garay.

El bajo perfil de la camarista laboral y su allanado camino hacia el cuarto piso de Tribunales muestran un fuerte contraste con María Teresa Day al no generar rispideces internas. Sus futuros compañeros le destacan el “oficio de jueza” además de un perfil dialoguista.

Quienes conocen el funcionamiento interno del máximo tribunal, dan por hecho que la camarista laboral dotará de “dinamismo y actividad” al proceso de toma de decisiones, algo difícil de demandarle al veterano supremo que suplantará. El presidente de la Corte junto a Day trabajan en tándem. Llatser completará ese equipo.

Más que juristas, necesitás gente que resuelva. Los fallos los hacen los relatores”, dice una voz por fuera del máximo tribunal pero que frecuenta el Palacio de Justicia. Y el rol de la actual jueza de la Segunda Cámara del Trabajo es bien visto para esas labores.

Norma Llatser, jueza de la Segunda Cámara del Trabajo y la designada por Alfredo Cornejo para la Suprema Corte de Justicia de Mendoza. Foto: Los Andes.
Norma Llatser, jueza de la Segunda Cámara del Trabajo y la designada por Alfredo Cornejo para la Suprema Corte de Justicia de Mendoza. Foto: Los Andes.

La elegida por el gobernador Alfredo Cornejo para reemplazar a Pedro Llorente ya transita el camino a la Suprema Corte de Justicia. Todo terminará el 17 de diciembre con la votación del pliego y luego del 28 de febrero, día en que se hará efectiva la renuncia de Llorente, Llatser estará en condiciones de mudarse a su nueva oficina. Se sentará en la mesa junto a los otros supremos: Mario Adaro, Omar Palermo, Julio Gómez, José Valerio además de los mencionados Garay y Day.

El ala filo radical la espera con los brazos abiertos: “Va a multiplicar fuerzas y favorecer el clima de discusiones”. Y la otra ala no saldrá a ponerle escollos en su desembarco por una sencilla razón: tiene una trayectoria de 18 años como camarista permitiéndole contar con un “oficio de jueza” que obtiene avales internos.

“Sabe redactar una sentencia, sabe tomar decisiones. Es bueno que dejen de mandar militantes, que resuelven de acuerdo a quién les llama”, dicen desde uno de los despachos no oficialistas. No ven en Llatser una impronta reformista ni confrontativa: “No va a incomodar a nadie, aunque es dialoguista y eso contribuye a la convivencia, y a que intervenga en algunos temas”.

Ese conocimiento de la profesión hace que se adapte rápidamente a la reforma de la Corte que sortea, actualmente, todos los recursos que entran, excepto los que se dirimen en el plenario de los 7 miembros. Advierten algunos que si venía alguien de afuera de la justicia, hubiese sido mucho más complejo el proceso.

Aunque, lejos de demonizar a los ajenos de la llamada “familia judicial”, para algunos conocedores de Tribunales esto es una dosis de empatía y sentido común que da el conocimiento por fuera de los edificios palaciegos. Así es vista Llatser, la actual camarista que se define como una jueza muy exigente con ella misma y con su equipo. No dudan sobre su capacidad y compromiso para asumir un rol de gestión en la Corte, ese que se reclama para solucionar problemas. “Menos burbuja y más calle”, resumen.

Ya tiene experiencia en las conciliaciones, una instancia clave para acortar los tiempos de las causas, sino también por estar al frente de la Asociación de Magistrados. Recibió varios conflictos que le plantearon desde otras unidades organizativas. Quienes la han tratado en ese ámbito, destacan su apertura y predisposición para destrabar conflictos.

Tridente radical y puente con los díscolos

En lo que respecta al funcionamiento interno, el fuero laboral tiene una doble coordinación que cumplen Dalmiro Garay y Mario Adaro. No habría que sorprenderse si la futura ministra asume la conducción de este fuero al que el Gobierno provincial le introdujo varias reformas, como la Oficina de Conciliación Laboral. De hecho, la magistrada formó parte de ese proceso y se conoce muy bien con el titular del máximo tribunal.

Este cambio, de confirmarse, no generaría un conflicto con Adaro, dado que hoy está más concentrado en trabajar con las transformaciones tecnológicas en la justicia. De hecho, Llatser destacó públicamente la implementación del Concilia, usando la inteligencia artificial.

“Garay y Day están muy solos en la gestión”, apunta otra fuente y pide observar qué autos quedan después de las 14 en la playa de estacionamiento que se observa desde calle España, destacando las movilidades de los ministros. “Si se siente más acompañado Garay, quizás se separa un poco de Day y da algunos debates internos”, agregan.

Las fuentes consultadas coinciden en que Llatser tiene capacidad de trabajo y la actividad propia que imprime alguien con la intención de trabajar para mejorar la calidad del servicio de justicia. La candidata de Cornejo expresó a Los Andes que su intención es “ver qué necesidades realmente tiene la Corte para poder funcionar y qué aportes yo puedo hacer en ese momento”.

El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Dalmiro Garay. Foto: Los Andes.
El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Dalmiro Garay. Foto: Los Andes.

Omar Palermo le avisa que el cambio es difícil aunque le desea éxitos. “Un juez que maneja la teoría y que maneja la práctica, es mejor que un juez que no maneja la teoría, y sólo maneja la práctica. Una práctica sin manejo teórico, es tecnocracia. Una práctica hecha con contenido teórico, eso es derecho. Entonces estoy contento de alguien que maneje esos dos ámbitos, la teoría y la práctica. Me gusta que se haya mencionado a la academia como un valor”, dijo a este medio.

Otro que destaca la trayectoria de Llatser es José Valerio. “Me parece bien que tenga oficio de juez, que no es lo mismo que magistrado”, dijo ante la consulta de este medio.

Si bien tiene formación laboralista, la jueza sabe que deberá empaparse de lo que ocurre en otras especialidades y también tiene claro que muchas veces se opina sin conocer desde adentro cómo son algunos procesos. Para ella, esto se presenta como un gran desafío.

Miradas opositoras

El Senado deberá prestar acuerdo para que Llatser asuma en el máximo tribunal. La votación es secreta, por lo que las opiniones de la oposición sobre la magistrada postulada por el Gobernador, no permiten advertir si habrá apoyo o no dentro del recinto.

Gabriel Pradines, presidente del Pro y dentro del bloque de La Unión Mendocina, es uno de los que evalúa la postulación a la espera de la Audiencia Pública del miércoles 11 de diciembre aunque tiene buenas referencias de Norma Llatser.

No obstante, se refirió a su pasado en la militancia radical. “Hemos normalizado que era esperable que fuese alguien radical, cuando no deberíamos haber normalizado eso. Obviamente, a todos nos hizo mucho ruido ese tema”, dijo a Los Andes.

Desde el Partido Justicialista, la presidenta del bloque Adriana Cano también evitó opinar. Aunque, en lo personal, ve con buenos ojos la llegada de una mujer al máximo tribunal. “Le faltan mujeres a los lugares importantes de Mendoza. Sin embargo, eso no es condición excluyente. El cargo requiere mucho más”, indicó.

Armando Magistretti, del Partido Demócrata, debatirá el tema dentro del partido la semana próxima. “Para mí lo primero es la idoneidad, probidad e independencia de la política. Si fueran siete mujeres que califican en primer lugar y después los hombres, pues que sean siete mujeres las que conformen la Corte”, expresó.

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