Con tono amenazante en cada frase, los líderes sindicales les exigieron a los legisladores nacionales que responden al peronismo que rechacen el DNU y la Ley Ómnibus y prometieron “luchar” hasta que ambas iniciativas “caigan”.
A 45 días de la asunción del presidente Javier Milei, el gremialismo realizó este miércoles un paro de actividades y un acto frente al Congreso Nacional en la Ciudad de Buenos Aires para expresar su rechazo al programa económico del Gobierno.
La movilización contó con el apoyo del ala kirchnerista del peronismo, partidos de izquierda y organizaciones sociales.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullirch, estimó la concurrencia en 40.000 personas y calificó a la protesta como un “fracaso total”.
La organización y convocatoria al acto
El paro tuvo como particularidad que se inició a las 12, pero el transporte se sumó desde las 19, con lo cual hubo medios para el traslado de quienes no adhirieron a la huelga.
El traslado de las diferentes columnas comenzó desde hora muy temprana dentro del marco del protocolo antipiquetes, que incluyó en diferentes puntos de acceso a la ciudad la demora e inspección de micros que transportaban manifestantes.
El fuerte operativo también contó con una masiva presencia de policías en las principales terminales de trenes y micros de la ciudad.
Si bien dada la cantidad de personas que se movilizaban se produjeron cortes parciales de calles y del Metrobus, el tránsito resultó fluido en las principales arterias, favorecido además por un menor caudal vehicular, siendo los alrededores del Parlamento la zona más afectada.
Para los organizadores 350 mil personas participaron del acto, mientras que fuentes de la Policía Federal reportaron cerca de 80 mil asistentes.
Quiénes estuvieron en el acto
En el palco principal estuvieron los principales popes sindicales, entre ellos Hugo Moyano, Julio Piumato. Andrés Rodríguez, Omar Plaini, José Luis Lingeri, entre otros, además de los oradores, Pablo Moyano y Héctor Daer.
Del arco político se destacó la presencia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y de su ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. También se sumaron legisladores de Unión por la Patria, miembros de La Cámpora y el excandidato a vicepresidente, Agustín Rossi. A ellos se agregó, la extitular de AySa, Malena Galmarini, quien encabezó una de las columnas marcando consignas contra el ajuste.
En una jornada de calor, pero no agobiante, los organizadores decidieron iniciar los discursos media hora antes de lo previsto y de inmediato comenzaron las amenazas.
El primero en tomar la palabra fue el titular de Camioneros, Pablo Moyano, quien enseguida arremetió contra los legisladores y los instó a que no apoyen las iniciativas oficiales.
“Estamos para exigirles a los diputados que hacen campaña con la marcha peronista que ahora no se escondan. Están ante una decisión histórica para ver si votan a favor de los trabajadores o de las corporaciones”, subrayó.
El líder camionero fue in crescendo en el tono de su discurso que tuvo como blanco preferido al ministro de Economía, Luis Caputo, a quien acusó de ser uno de los responsables de la crisis por su participación en el Gobierno de Mauricio Macri.
De forma intimidante, Moyano lanzó: “El presidente dice que lo vamos a tener que llevar en andas por las medidas que está tomando, pero si sigue el ajuste los más humildes lo van a llevar en andas para tirarlo al Riachuelo”.
Inmediatamente, Caputo respondió a través de la red “X” solicitando la actuación de oficial de un fiscal, mientras que Bullirch cruzó a Moyano con una ironía sobre la presencia de la Prefectura para cuidar la vida del ministro.
A su turno, Daer mantuvo la línea amenazante y prometió que el movimiento sindical se mantendrá en “la lucha” hasta que caigan el DNU y la Ley Ómnibus.
“Todos los que estamos acá más todos los que están en las provincias, unidos y organizados vamos a luchar hasta tener éxito y que el DNU y la Ley ómnibus caigan. No vamos a dar un paso atrás. La Patria no se vende”, exclamó el sindicalista.
Daer también les apuntó a los legisladores: “Ningún diputado puede hacerse el distraído”.
“Desregulan la economía por un DNU, pero además van a destruir los derechos de los trabajadores, los derechos colectivos, los derechos de los sindicatos y nos quieren quitar la posibilidad de acción sindical cuando hay una gran desigualdad”, advirtió Daer.
Luego apuntando al directamente al presidente, el gremialista afirmó que “una cosa es andar con una camioneta con una motosierra y otra cosa es gobernar” porque “es necesario tener equilibrio”.
“Acá la libertad la utilizan para hacer pelota la fórmula de jubilación. Y que no nos engañen con que cambian la fórmula y la indexan, porque les quieren ‘morfar’ dos meses de indexación porque les comen dos meses de inflación”, se quejó Daer.
El titular de la CGT afirmó que “también nos quieren llevar a entregar el Fondo de Garantía de Sustentaibilidad. Ese es el negocio de las empresas que quieren recuperar a precio vil las acciones que tiene la Anses. Con la libertad también nos quieren llevar a privatizar Aerolíneas Argentinas”.
Para buscar empatía con otros sectores, Daer fustigó las propuestas de reformulación de los incentivos estatales a diferentes ámbitos de la cultura y la intención de transformar los clubes de fútbol en sociedades anónimas.
“Vienen por la cultura, también por los clubes de fútbol, apuntan a todo lo popular”, remarcó el líder de la CGT.
Para Daer, “denostan al Estado, a los compañeros del empleo público, y a los entes estatales porque eso también es parte de la finalidad del plan”.
“Nada se construye con palos. Devaluaron y duplicaron todos los precios y ahora nos dicen que no hay aumentos para los jubilados”, reiteró.
Con el foco de nuevo en el Congreso, Daer recalcó: “Por eso a los diputados les decimos que actúen de acuerdo al mandato popular de cada uno de sus pueblos, que miren a todos a la cara a los ojos y que actúen en consecuencia, que no estén agazapados que les dijeron que son sádicos y coimeros. Los venimos a bancar para que banquen al pueblo”.
Pasadas las 14.40 comenzó la desconcentración de los presentes sin que se registraran mayores inconvenientes.