En Cambia Mendoza las aguas están agitadas por la Boleta Única. Los principales socios del frente, la UCR y el Pro se han parado de manos en un punto concreto del proyecto: el voto a lista completa. La reunión de ayer en la Legislatura no produjo avances y el lunes próximo esperan pulir el texto en conjunto.
Los reparos al proyecto oficialista no sólo vienen del peronismo, sino del Pro, que forma parte del frente oficialista Cambia Mendoza. “Están muy duros los muchachos”, reconoció un dirigente que participó de la reunión de la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC).
Respaldados por las manifestaciones de otras organizaciones empresarias que conforman la Mesa de Producción y Empleo, además de la Fundación Nuestra Mendoza, el Pro insiste en que se acepten los cambios porque considera que hay sentido común y calidad institucional.
Si bien hay tensiones, en el frente no creen que esto “marque a fuego” la sociedad política entre ambos. Sin embargo, Álvaro Martínez, presidente del Pro mendocino, se encargó de aclarar que habrá mayor atención en las propuestas que se presentan. En el fondo, también podrían desconfiar “de las buenas intenciones” del Gobierno provincial. Hay que recordar que desde hace tiempo el líder del Pro local, Omar de Marchi, viene coqueteando con romper la coalición con la UCR.
Por ahora, el conflicto no complicaría los votos del Pro en el proyecto general porque “mantiene el espíritu”, pero podrían votar en contra de los artículos que deben modificarse según lo que han aportado. Este fin de semana se discutirá el tema puertas para adentro y miran de reojo lo que suceda el viernes en la Casa de Gobierno, entre radicales y peronistas.
Nada ha cambiado
Uno de los puntos que más polémica ha generado de la propuesta oficialista de boleta única es la posibilidad de que el elector pueda votar la lista completa marcando solo un casillero en el papel, en lugar de ir marcando uno por uno a sus candidatos preferidos en cada una de las categorías.
Sin embargo, en la continuidad del debate no hubo acuerdo, y los puntos críticos siguen siendo los mismos que se plantearon desde un inicio. Incluso el Partido Justicialista y el Partido Demócrata exigen que se suprima la posibilidad de votar por lista completa, ya que consideran que su permanencia es contraria al espíritu de la reforma de “erradicar la lista sábana”.
“No se puede disminuir por vía de una herramienta como la Boleta Única la opción para el elector”, sentenció Ibáñez y parece difícil que haya cambios. “Son 6 o 7 tildes, porque no votamos candidatos sino que votamos categorías, no estamos de acuerdo”, explicó Rolando Baldasso, senador del Pro.
Es cierto que al oficialismo le alcanza con los votos propios para aprobar el proyecto en el Senado, incluso puede prescindir de Pablo Priore y del propio Baldasso, porque con el resto de sus aliados tiene la mayoría simple. No obstante, se busca el acuerdo con el arco político y hay quienes aseguran que con el peronismo hay avances y que todo podría allanarse en la reunión del viernes.
Portezuelo del Viento es la causa que los convoca mañana al mediodía, pero algunos creen que el temario podría incluir Boleta Única, teniendo en cuenta que estará presente el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez, el autor de la letra que se debate en la Legislatura.
Miriam Gallardo, la vocera del PJ en el tema, dijo que se surgieron “muchos planteos con respecto a la implementación y la normativa. No queda claro en el proyecto el proceso electoral de las primarias y es fundamental”, expresó a Los Andes.
¿Y a futuro?
Si bien nadie quiere decir que la relación podría quedar marcada si no se aceptan los cambios propuestos, algunos miran cómo quedarán las bancas después del 1 de mayo.
El Senado tiene 38 lugares de los cuales Cambia Mendoza ostenta 22 (tiene mayoría simple) con dos nombres del Pro: Pablo Priore y Rolando Baldasso. En el recambio, pasa a 24 que incluyen 5 bancas del Pro por los ingresos de Gabriel Pradines, Valentín González y Germán Vicchi.
Es decir que el radicalismo, con dos aliados como son Ernesto Mancinelli (Libres del Sur) y Fernando Alín (Partido Socialista) llega a 19 lugares, le faltaría uno para la mayoría simple. Se pone en potencial, porque hay quienes siembran dudas sobre Priore, enfrentado a Omar De Marchi y por lo tanto no del todo encolumnado.
En la Cámara de Diputados está más variado el menú pero no modificaría el resultado final. De los 48 lugares, 29 quedarán en manos de Cambia Mendoza. La mayoría simple se obtiene con 25 votos, y allí los 4 lugares del Pro que terminarán ocupando Gustavo Cairo, Laura “Lula” Balsells Miró, Gabriel Vilche y Enrique Thomas no evitarían el avance de leyes en caso de votar en contra.
“Mirá a San Carlos”, dicen en los pasillos legislativos. Jorge Difonso y Mauricio Torres representan al Frente Renovador-Unión Popular y están dentro de la alianza, aunque en el cierre de las listas hubo dudas de su continuidad.
La vuelta de las colectoras también agita la interna
En las elecciones primarias se produjo una carnicería judicial por las listas colectoras que presentó el Frente de Todos-PJ y que el juez federal Walter Bento terminó permitiendo al rechazar la impugnación que hizo Cambia Mendoza.
Por eso algunos se sorprendieron por una propuesta que realizó, a título personal, el senador radical Juan Carlos Jaliff quien redactó una modificación al proyecto permitiendo que un candidato a la Gobernación lleve hasta dos listas colectoras. Y aplicaría a los intendentes en caso de que desdoblen los comicios.
Los frentes son uniones transitorias entre partidos en donde para cada elección se hace un acta constituyendo el frente y un reglamento. Justamente es en esa normativa donde debería autorizar a las listas colectoras, en caso de que se acepte la propuesta de Jaliff que sí las prohíbe para las elecciones generales.
“Es un retroceso institucional”, disparó Álvaro Martínez. Algunos recuerdan que el radicalismo se vanagloria por haber prohibido estos instrumentos en la legislación provincial “y ahora las traen de vuelta”. Otros aseguran que poniendo un tope clarifica el tema y evita una judicialización como la que se hizo el año pasado.