El megajuicio que afronta el exjuez federal Walter Bento sumó este viernes un capítulo importante por las declaraciones del testigo Diego Enzo Stuto, un informante policial condenado por estafas en el ámbito provincial, que aportó pruebas a la causa contra el abogado Jaime Alba, sindicado como organizador de la presunta asociación ilícita que lideraba el exmagistrado.
El Tribunal Oral Federal N° 2, encabezado por la jueza Gretel Diamante, accedió al pedido de Stuto para mantener su rostro protegido y por eso dio su testimonio desde su casa, a través de videoconferencia acompañado por un asesor del juzgado federal.
La palabra de Stuto reviste importancia porque durante la Instrucción aportó grabaciones de charlas con el abogado imputado, que revelaron sus intenciones de apropiarse del celular secuestrado del narcofinancista Walter Bardinella Donoso, con el fin de evitar que se descubra el funcionamiento de la presunta banda que cobraba coimas a cambio de beneficios judiciales. También incorporó filmaciones de la cámara de seguridad de su vivienda que dieron cuenta de esos encuentros.
En ese marco, el testigo narró hoy que la relación con Alba data del año 2016, cuando fue su abogado defensor en una causa provincial por estafas en la compra y venta de vehículos, delito por el cual recibió una condena de 3 años de prisión. Según el testigo, su intención a la hora de grabarlo no era involucrarlo en la causa federal, sino que le dijera “la verdad” de por qué había resuelto su condena en un juicio abreviado de “cosas por las que no estaba acusado”.
En su testimonio, Stuto contó que se reunió en seis oportunidades con él desde el mes de abril de 2021 y el letrado estaba interesado en que lo ayudara a conseguir a través de sus contactos policiales el teléfono de Bardinella, que había secuestrado la fuerza cuando lo detuvieron por narcotráfico.
“Me dijo si yo le podía llegar a conseguir el teléfono completo o si no que vaciaran su contenido. Me dijo que lo tenía gente de lucha contra el narcotráfico y después lo pasaron a otra área, que no sabía dónde era. Yo en su momento le miento, nunca fue idea mía recuperar el teléfono ni nada por el estilo. Yo le miento y le digo que lo tiene Gendarmería, sin saber”, relató el testigo.
Y le aseguró al fiscal general Dante Vega que, en una de esas charlas, Alba “hizo referencia a que había comprado un fusil 308 para mandar a matar al fiscal Dante Vega, que era el que llevaba la causa adelante, o sea a usted. Para mí era realmente preocupante”.
Stuto siguió el hilo de la negociación e incorporó a un comisario de apellido Funes, que era su “amigo”, para ganar credibilidad en la falsa búsqueda del celular y a la vez, que lo asesorara para poder grabarlo cuando hablara de su causa provincial, la cual según el testigo estuvo cruzada por un presunto pago de coimas en ese ámbito.
“Cuando le presenté a Funes, le dije la verdad del cargo de él. Si mal no recuerdo, dijo que estaba trabajando en Inteligencia Criminal y él tenía contacto para conseguirlo. Instantáneamente Alba entró en confianza”, sostuvo.
Entonces, Stuto aseguró que en una de las reuniones, hablaron del costo que saldría conseguir el teléfono o en su defecto borrar el contenido y Alba llamó a Bento delante de él. “No recuerdo si en esa primera reunión o la segunda, él pregunta cuánto saldría el teléfono o el borrado del contenido. Me acuerdo que se le dijo una suma estrafalaria, de acá a la luna. Y él ahí mantiene una conversación, supuestamente con Walter Bento”, relató.
“Él me muestra el teléfono y me dice, mirá con quien voy a hablar. Decía ´Walter´ el teléfono y terminaba en 270 el número, eso lo llegué a memorizar. Él mantiene una conversación diciéndole cual era la suma que estaban pidiendo por recuperar el teléfono. No me acuerdo cuál era”, manifestó.
“Alba le expresa a Bento que eran tantos ´ladrillos o ladrillones para construir el paredón´. Y me dice ahora voy a la casa de él y voy a hablar”, describió.
En otro tramo de su declaración, Stuto dijo: “Inclusive en algunas oportunidades le dijo a Bento que lo acompañara a mi casa y él no quiso porque tenía miedo de que fuera una cama de Vega”.
Luego, Stuto dijo que logró que Alba le aclarara lo que buscaba y lo grabó. “En la ultima reunión dijo lo que yo quería que dijera. Mi hijo, incluso se tuvo que vender una casa para juntar 60 mil dólares y poder salir. Supuestamente eran para honorarios de él y resultaba que eran para coimas”, manifestó.
Según el testigo, Alba (acorralado por la Justicia a punto de ser detenido) se percató que fue engañado de “principio a fin” y lo presionó para que haga “desaparecer” los audios que aparecieran en la causa. La fiscalía le preguntó si los audios de esa conversación los tenía en su poder y afirmó que los tiene “en una caja de seguridad”, que pondrá a disposición de la Justicia.
Con la causa Bento en auge, Stuto contó que analizó si presentar o no las grabaciones en la justicia federal. “No sabía si entregarlas por el poder que tiene Alba tanto en la Justicia provincial o federal, tenía miedo que me armara una causa. Tenía pánico a eso y pensándolo bien, debía evitar la muerte de un fiscal”.
Segunda amenaza de Alba
La amenaza de Alba contra el fiscal Vega no es la primera que se conoce durante este juicio. En la audiencia del pasado 27 de diciembre, la fiscal María Gloria André le solicitó al Tribunal Oral Federal N° 2 que se incorpore como prueba una declaración que dio la proxeneta Paloma León, quién lo tuvo como abogado defensor en una causa de orden provincial.
El juez David Mangiafico, titular del Tribunal Penal Colegiado N° 1 de la Primera Circunscripción, ordenó el envío de un oficio a la Fiscalía de la Cámara Federal con el extracto de la declaración de León, quién confesó que estando detenida en la Unidad 32 por la causa de trata, el abogado Alba (aún en libertad) le hizo un pedido mafioso a ella. Textualmente León declaró: “Alba me pidió que cuando me largaran, por favor le desapareciera hasta el último dedo al hijo de mil puta de Dante Vega”.
“Solicitamos que se incorpore como prueba nueva el oficio recibido el viernes 15 de diciembre, enviado por el Tribunal Penal Colegiado N° 1 de la Primera Circunscripción, de acuerdo a lo que consta y envió la provincia”, pidió la fiscal André al Tribunal Oral Federal N° 2, encabezado por la jueza Gretel Diamante.
Paloma León es una mujer trans condenada en diciembre del 2022 a 7 años de cárcel por delitos de trata de personas con fines de explotación sexual. Esta causa estuvo a cargo del juez Bento hasta que, presionado por la investigación que llevaba en su contra por asociación ilícita, decidió inhibirse y quedó en manos del Doctor Marcelo Garnica. Se encuentra detenida en el penal federal de Ezeiza y el testimonio que prestó recientemente se debe a otra causa por extorsiones, de orden provincial, por la cual será juzgada en febrero.