Los relatos acerca de pedidos de coimas siguieron esta semana en el megajuicio contra Walter Bento, el ex juez acusado de liderar una asociación ilícita que cobraba dinero y recibía bienes a cambio de beneficios judiciales.
El jueves, un poco lejos de la atención principal de la agenda política y judicial, Rubén Riveros, una persona que estuvo detenido años atrás en la U32 y la cárcel de Boulogne Sur Mer, habló ante el Tribunal Oral Federal Número 2 de varios pedidos en dólares para conseguir la libertad.
Riveros recibió por la causa de contrabando una pena de cuatro años y medio de prisión, que está buscando anular en la instancia de Casación. Aunque para el megajuicio a Bento, el aspecto importante tuvo que ver con las conversaciones que había tenido con un ex defensor oficial, Jorge Miranda, la persona que según su testimonio le ofreció pagar coima.
Miranda fue destituido y ahora está imputado en el megajuicio. Según Riveros, el abogado le dijo ante la situación judicial que enfrentaba “que había hecho averiguaciones y que me quedara tranquilo”. Sin embargo, para estar tranquilo, tal como repiten varios testigos en estas audiencias, debía pagar dinero que tenía como destino final a Bento.
“Me dijo que me quedara tranquilo pero que iba a tener que abonar 40.000 dólares. Me iban a detener y para sacarme del penal después me iban a pedir más dinero. Eso lo había hablado con el señor Bento”, contó Riveros.
En medio de las consultas sobre sus reuniones con Miranda, Riveros ahondó: “Pregunté cómo era. ‘Vos te entregás, esto ya está arreglado con Bento’, me dijo. Una primera suma es para obtener la libertad y una segunda suma para dar de baja la causa”.
Riveros estuvo un poco menos de un mes detenido en la U32 y luego fue destinado al penal de Boulogne Sur Mer. Allí, según su exposición, los montos que se les pedían a él y otros detenidos fueron mucho mayores.
También apareció un nombre ya repetido muchas veces en el juicio: el de Diego Aliaga. Es decir, el despachante de aduanas asesinado en 2020 que trabajaba, según la Fiscalía, como organizador de la banda conducida por Bento.
“Allí (en la cárcel de Boulogne Sur Mer) empiezo a trabajar en la cocina, distribuía las viandas y en una de esas entregas estaban los tres muchachos en el pabellón 15. Flores, Iñíguez y Ramírez Madrid. Nos juntamos con ellos y nos comentaron que Aliaga había hablado con uno. Nos pedían a los once 200.000 dólares para sacarnos del penal, no sé si como excarcelación o qué”, detalló Riveros.
Y agregó: “Había que ponerla o íbamos a pasar todo el ‘trámite’, mientras se llega al oral, detenidos ¿De dónde íbamos a sacar (la plata)? Dijimos que no”.
Riveros estuvo preso 14 meses en total, en el marco de una causa que arrancó como la investigación sobre tráfico de droga y terminó derivando en un contrabando de cigarrillos.
El hombre y varios conocidos no pagaron. Pero hubo personas implicadas que, según su relato, sí lo hicieron. Es el caso de Rosa Fernández, una chilena que Riveros conocía y que también estuvo presa por la misma causa.
“Ella sale y comenta que le habían tenido que pagar 40 mil dólares a Miranda, para que le cambiara la carátula, porque estaba como jefe de la banda y coautora. Rosa salió antes porque le había cambiado la carátula”, detalló Riveros. En un encuentro con ella, el hombre le dijo: “Te entiendo”. Y señaló al tribunal: “Ella estaba depresiva, no todos tenemos la misma fortaleza”.
Los hechos contados por esta persona forman parte del caso 6. Es uno de los 15 casos de coimas en los cuales el Ministerio Público Fiscal, a cargo de María Gloria André y Dante Vega, involucra al ex titular del Juzgado Federal Número 1 de Mendoza.
El ex magistrado primero fue destituido y luego detenido. Permanece preso en el penal de Cacheuta. Lleva más de dos semanas así, aunque asiste a las audiencias de megajuicio de traje y corbata, con la misma ropa que iba cuando no había caído en desgracia todavía.
En el caso 6, de acuerdo con la elevación a juicio, Bento fue considerado por el MPF “autor el delito de cohecho pasivo agravado”, mientras que Rosa Isabel Fernández y Jorge Miranda son considerados “coautores del delito de cohecho activo agravado”.
“Se encuentra probado que la asociación ilícita investigada en autos intervino en favor de Rosa Isabel Fernández, quien recuperó su libertad a cambio de un soborno pagado a la banda. En esta maniobra ofició de intermediario su defensor particular de entonces, Jorge Miranda”, se lee también en la elevación a juicio. Se detalla también la maniobra. “El modus operandi fue el mismo que en casos anteriores: a cambio del soborno, Miranda solicitó una ampliación de declaración indagatoria de Rosa Fernández, luego utilizada por Bento como excusa para ‘recalificar’ los hechos, encuadrándolos en una tipificación menos gravosa para luego conceder su libertad espuria”.
En el interrogatorio de este jueves, los defensores de Bento buscaron comprometer la veracidad del testimonio de Riveros al preguntar por qué no hizo las denuncias cuando era juzgado. El testigo aludió a las limitaciones forzadas por la pandemia y las audiencias “por celular” que se hacían entonces.
También hizo una polémica referencia a Aliaga vinculada al tráfico de drogas. Si bien no lo conoció más que de vista, sostuvo que “entre 2005 y 2010 era vox populi que distribuía la blanca”.
Los abogados de Bento buscaron complicarlo también al preguntarle si tenía la certeza de que el destino del pedido de coima que le hacía Miranda era el ex juez. “En ese momento, uno es un pollito y confía. Miranda me dijo que era para Bento. Pero no he visto, estamos llenos de verseros en este país”, remató.