En un día que podría considerarse histórico para la Justicia Federal, comenzó este miércoles el juicio contra el suspendido juez federal con competencia electoral, Walter Bento, quien se sentó en el banquillo de los acusados, junto a parte de su familia y una treintena de imputados. El magistrado está acusado de liderar una asociación ilícita, conformada por abogados, miembros de la fuerza policial y nexos del “mundo” del narcotráfico y contrabando, que otorgaba beneficios judiciales a imputados por estos delitos, a cambio de grandes sumas de dinero y bienes muebles e inmuebles.
Tanto Bento, como su esposa, Marta Isabel Boiza; y sus hijos Nahuel y Luciano, se presentaron pasadas las 8 en Tribunales Federales, para asistir al primer día de un largo juicio que podría durar entre uno y dos años, tanto por la gran cantidad de pruebas en la investigación, así como por la magnitud del trabajo que ha sido encabezado por el fiscal general, Dante Vega y el juez federal Eduardo Puigdéngolas.
En el edificio hubo un amplio operativo policial y se reacondicionó la sala de audiencias para poder alojar a la gran cantidad de personas que participarán de forma activa del proceso. Lo cierto es que este miércoles, ni el suspendido Juez, ni su familia, dieron declaraciones a la prensa, y se mostraron impávidos frente al comienzo de esta megacausa.
En total, son 33 los imputados, que están nombrados en al menos uno de los 15 hechos de cohecho que intentará probar la fiscalía. En palabras del propio fiscal Vega, este juicio es inusual, teniendo en cuenta que si bien “han existido otros procesos penales en contra de magistrados acusados por cohecho, no han sido con este volumen. No de la envergadura de este juicio con tantos imputados y este escenario que se ha montado para ventilar el hecho. No ha habido un caso como este en todo el país”, expresó.
En esta primera audiencia, las juezas Gretell Diamante, Eliana Beatriz Ratta Rivas y María Carolina Pereyra pidieron la presentación de todos los abogados y de los imputados. En tanto, también comenzó la extensa lectura del requerimiento de elevación a juicio, con más de 800 fojas de la investigación que realizaron Vega y su equipo.
Según se supo ayer, Walter Bento declarará en la causa, tal como lo informó su flamante abogado, Mariano Fragueira Frías. Incluso el juez suspendido respondería preguntas de la acusación. En tanto, el fiscal Vega insistió en que existe riesgo procesal con el hecho que Bento siga libre, ya que “entorpece” la propia investigación y “sigue existiendo riesgo de fuga” de él y su familia, sospecha que fue negada por parte de la defensa.
El día 1 del juicio a Bento
Según denunció la fiscalía, en el ámbito del Juzgado Federal Número 1 de Mendoza existía y funcionaba una supuesta asociación ilícita comandada por el juez federal Bento y que tenía como objeto pedirle a personas detenidas sumas de dinero para recuperar la libertad en forma irregular. Según el fiscal Vega, “no solo se ha determinado la composición de la banda, sino también el modus operandi con el que actuaban”.
Una buena parte de esta audiencia en el primer piso de Tribunales Federales sirvió, según se leyó en el requerimiento de elevación a juicio, para saber cómo eran los nexos según la investigación entre Bento y el resto de la “banda” u organización. Con el propio juez federal a la cabeza, Vega sostiene que su mano derecha y persona de mayor confianza era el fallecido Diego Aliaga, quien actuaba de “enlace” u “organizador” de esta y bajaba línea de cómo se actuaba y qué se debía hacer frente a diferentes situaciones.
En tanto, un escalón más abajo aparecen los abogados Luciano Ortego y Jaime Alba (quienes se representan a sí mismos), que eran supuestamente otra parte de esta asociación, una suerte de “nexo jurídico” entre Bento, Aliaga y los imputados y posibles pagadores de coimas para recibir beneficios judiciales.
Para la fiscalía, actuaban con otros abogados (Martín Ríos, Matías Aramayo, Luis Francisco Álvarez y Javier Angeletti) y “analizaban” posibles casos judiciales para participar. En tanto, el resto de los letrados “seguían directivas” y presentaban peticiones judiciales en momentos determinados para que puedan ser resueltos por el juez.
Parte importante de la banda, siempre en el hilo de la acusación, era el comisario de la Policía de Mendoza José Gabriel Moschetti, hoy detenido, quien era la “pata policial”. En el informe de Vega, se establece que “se valió de su relación con Aliaga como informante de la policía para incorporar información a la banda o insertaba datos en la policía en beneficio de la organización”.
En tanto, otra pieza clave, tanto de la organización como para la investigación, es Walter Bardinella Donoso, una especie de “narcofinancista” que brindaba tanto información como contactos con los imputados que podían requerir la “intervención” de esta asociación ilícita.
El punto importante con Bardinella Donoso es que, gracias a su detención por una causa de contrabando, se tuvo acceso al teléfono celular con el que se “destapó” gran parte de esta investigación, a raíz de diversas comunicaciones, particularmente con Aliaga. El otro punto que sirvió como disparador fue particularmente el crimen del propio empresario y despachante de aduana, en julio del 2020.
Entre las principales pruebas aportadas por Vega, existen numerosos mensajes entre los imputados, quienes se referían supuestamente a Bento de varias formas, tales como “el gran jefe”, “el uno”, “Juez”, “Toben” y “primo”, entre otros. En tanto, en oportunidades incluso esperaban que terminaran las licencias del hoy suspendido juez federal para realizar dichas presentaciones judiciales. “Siempre es mejor que esté él”, era una de las frases que se escribían entre ellos.
Del relato de la investigación de Vega y su equipo, se puso énfasis en “tres intentos” para apoderarse del teléfono móvil de Bardinella. Uno del propio Diego Aliaga, quien habría propuesto a un policía cambiarlo por otro; otra del comisario Moschetti, quien habría intentado apoderarse directamente del aparato; y otro de Alba, quien acudió al informante de la policía Diego Stuto, actual testigo en la causa.
Para Vega, las pruebas contra Bento “son contundentes”
El fiscal Vega insistió en que “existe riesgo de fuga” por parte del magistrado y su familia. Si bien Bento ha sido suspendido por el Consejo de la Magistratura y se debe iniciar un jury de enjuiciamiento, no se ha resuelto hasta el momento su posible destitución, por lo que mantiene sus fueros y por ende su libertad.
“Existe riesgo de fuga, lo hemos fundamentado en cinco oportunidades. Pero aún tiene la investidura y todavía no lo define el Consejo de la Magistratura”, comentó, y agregó que si no mantuviera el cargo, “se haría efectiva la prisión preventiva”.
En este sentido, expresó que “si toda la banda está detenida, su cabeza, el juez federal debería estar también detenido”, debido no solamente al riesgo de fuga, sino que además, hay un “entorpecimiento” de la causa y de la investigación, estando el propio magistrado en libertad mientras sigue la causa en su curso.
Vega indicó que “es la primera vez que los 33 imputados están presentes en el mismo recinto” y añadió que se ha demostrado que el juez y su familia “se han enriquecido ilícitamente”. El fiscal también aguarda un juicio que seguramente será largo, de un año y medio por lo menos.
En tanto, expresó que aguardan la posibilidad de que Bento pueda contestar preguntas por parte de la Fiscalía, teniendo en cuenta que el abogado defensor, Mariano Fragueiro Frías, expresó que Bento declarará.
“Nunca contestó preguntas de la Fiscalía. Mas allá de que tenga derecho a negarse, siempre la expectativa es que conteste las preguntas que efectuamos como acusadores. Veremos qué temperamento adopta cuando declare”, manifestó Vega, quien añadió que tiene “pruebas contundentes” de acuerdo a la investigación.
Bento declarará en la causa
Quien también habló fue Mariano Fragueiro Frías, uno de los abogados que encabeza la defensa de Bento, quien negó la posibilidad de algún tipo de riesgo de fuga por parte de su defendido y su familia. ”Bento ha estado adentro de la sala de audiencia, no se va a profugar de ninguna manera, ni él ni la familia”, marcó.
Además, aseguró que “hay que confiar en las decisiones del Poder Judicial, si no estamos fritos”.
Sobre la primera parte del juicio, Fragueiro Frías anticipó que “las audiencias que tiene previsto el tribunal para la lectura de los requerimientos de elevación a juicio son muchísimas, por lo menos 8 o 9″.
“Yo puedo decir y usar palabras o sinónimos de inocencia y sin embargo ninguno de ustedes me va a creer, me va a decir por qué estamos acá”, razonó ante la prensa y agregó: “Lo importante es que (los periodistas) estén en el juicio y escuchen los interrogatorios a los testigos”.
En relación a la declaración de Bento, el letrado confirmó que su defendido “va a declarar y va a contestar preguntas al principio del juicio”.
Además, sumó que el juez federal suspendido “ya tenía ganas de estar acá” (ndr: en el juicio). “Tiene muchas ganas de declarar. Imaginen si hoy hubiese dicho que no viene, nadie lo hubiese podido detener porque todavía goza de las seguridades”, aseguró el abogado defensor.
Finalmente, sobre las fuertes acusaciones sobre Bento, expresó que “según la fiscalía, dicen que es uno de los papeles más importantes, cayó un juez dentro de esta asociación… lo tienen que probar, todavía no lo probaron, para eso está el juicio”.