El intendente de Malargüe, Juan Manuel Ojeda, se ha posicionado a la vanguardia de la defensa de Portezuelo del Viento, en medio de la creciente incertidumbre de las últimas semanas. La expectativa por el laudo del presidente Alberto Fernández para definir si se podrá o no avanzar con la adjudicación de la obra desencadenó una serie de políticas con el objetivo de coordinar una estrategia común entre el oficialismo y el peronismo para destrabar el conflicto.
Entrevistado por Los Andes, el dirigente radical responsabilizó al mandatario nacional de haber provocado el conflicto y lo acusó de querer “lavarse las manos” a la hora de laudar. También fue crítico con la postura del peronismo local por “no jugársela por los intereses de Mendoza”
Por otra parte, advirtió que seguirá insistiendo con el desarrollo de la minería en su departamento e indicó que promoverá una ley para establecer zonas de exclusión específicas donde no rijan las prohibiciones de la Ley 7722.
-¿Son días cruciales para el futuro de Portezuelo?
-Sin lugar a dudas son días fundamentales en la historia de esta obra porque si en esta oportunidad no hay Portezuelo, va a ser difícil que se vuelva en el corto plazo a llegar a estar a punto de la adjudicación.
-¿Por qué se llegó a esta situación de incertidumbre?
-Lamentablemente en nuestro sistema político con los cambios de gobierno no se respetan las decisiones previas. Un presidente lauda a favor y el próximo desarchiva un expediente que nunca debió desarchivarse. El cambio de color político te genera estas cosas. Hay una falta de respeto notoria hacia Mendoza, porque en definitiva la que va a sufrir es la provincia. Lo que el presidente ha hecho es abrir un conflicto, el cual no quiere cerrar todavía y le va a generar un antecedente no menor a La Pampa, que hoy viene por Portezuelo y el día de mañana va a venir por el río Tunuyán, el Diamante, el Atuel y el Desaguadero.
-¿Qué cree que va a hacer Fernández?
-Se va a lavar las manos como Poncio Pilatos. Para mí no va a laudar ni a favor ni en contra. Él abrió el conflicto y no lo va a cerrar porque es lo que nos ha mostrado en los últimos dos años. Se trata de mover en una nebulosa política.
-¿Sin laudo no hay seguridad jurídica para avanzar con la adjudicación y podrían quedar inutilizados los fondos?
-Hay que ser prudentes porque nos vamos a quedar sin el pan y sin la torta. Sin seguridad jurídica es lo que podría llegar a pasar. Creo que, políticamente, es lo que tal vez el peronismo quiere para que se inmovilice el dinero durante un par de años. El caso está en la obra de la Ruta 40 sur en Malargüe que hace 12 años está inmovilizada por una causa judicial. Ya tenemos la experiencia de que una obra cuando no tiene la seguridad jurídica la paraliza un juez y no solamente perdés la obra sino que estás perdiendo tiempo y servicios.
-¿Por qué dice que el peronismo quiere que se inmovilicen esos fondos?
-Me da la sensación de que no se la juegan del todo. Creo que el peronismo no se la está jugando como debería jugársela por los intereses de Mendoza. En definitiva, son los legisladores nacionales quienes tienen el teléfono del presidente y son ellos los que tienen que ir y pedirle que laude para respetar los intereses de los mendocinos. Veo que no hay una defensa real de los intereses de Mendoza, no solamente en Portezuelo.
-¿Confía en que los dirigentes peronistas intercederán por Portezuelo ante el Presidente?
-Creo que sí. Como intendentes saben que si La Pampa le gana la pelea por Portezuelo a Mendoza, muchos de ellos tendrán conflictos en sus zonas porque vienen por el agua de sus regantes. Si algún dirigente peronista quiere ser gobernador tiene que ir a convencer al presidente.
-¿Cómo ve la postura de Rodolfo Suárez al respecto?
-De parte del gobernador veo que han pasado casi dos años y medio de mandato y ve que tiene casi US$ 400 millones inmovilizados, teniendo necesidades. Ahora, veo que es prioridad Portezuelo porque si no nunca la hubiese licitado y no hubiese continuado con el proceso para la adjudicación. Ha demostrado que tiene la voluntad y la prioridad hacia Portezuelo.
-¿Qué piensa de que se analice un “plan B” de obras?
-Creo que hay que tener previsión, lo que no significa sustitución inmediata. Hay que dejar de ser cortoplacista, vivimos en una sociedad donde queremos el dinero mañana, sin pensar que lo que necesitamos es generar medidas estables que nos generen un flujo de fondos en el futuro que nos permitan seguir desarrollándonos.
-¿Hay intereses que presionan en Mendoza para que no se haga Portezuelo?
-Sí, sin lugar a dudas. Hay intereses con visión cortoplacista y de gente que no está a favor de Mendoza, que simplemente le interesa que le vaya mal al Gobierno, que se inmovilice ese dinero y no lo pueda ocupar, para ver si tienen alguna alternativa electoral y poder llegar a triunfar en la próxima elección.
-Si no se concreta Portezuelo, ¿quién sería el responsable?
-Para mí el primer responsable es el peronismo local y por supuesto que el presidente, porque en definitiva toma una decisión no mirando a los mendocinos y le abre la puerta a que los pampeanos vengan por mucho más. En esta instancia, tengo que decir que el fracaso es del peronismo provincial y nacional, por no defender los intereses de Mendoza. En este momento la pelota la tiene el presidente.
-¿Malargüe seguirá insistiendo con el desarrollo de la minería?
-Sí, hoy más que nunca vamos a insistir fuertemente con el tema minero. Quiero minería para Malargüe, después que el resto de los departamentos hagan lo que quieran. Nosotros necesitamos minería y cada lugar debe elegir su perfil productivo.
-¿Planean proyectos en el marco de la 7722 o piden modificar la legislación?
-Dentro de la 7722 y también hay que generar zonas de exclusión por fuera. Hay que tener una nueva ley con zonas de exclusión específicas, no en todo el departamento sino en determinados lugares, de acuerdo a los mapeos geológicos y a las cuencas hídricas. El gobernador sabe que me interesa avanzar en ese tema. En Malargüe los vecinos han elegido ser mineros, por una condición natural e histórica. La autonomía municipal es fundamental, hasta en la elección de los procesos productivos.
-¿Qué piensa de la visita de funcionarios del BID para analizar el impulso de la minería?
-Lo que necesitamos del BID más que mesas de diálogo son recursos para que nuestro empresariado pueda moverse. Siempre es bueno tener un trabajo de otros organismos que nos ayuden en este sentido.
-¿Cómo tomó los cuestionamientos del PJ a la asignación de tierras para El Azufre?
-No se dan cuenta que le hacen un daño a la provincia. Yo salí y lo defendí porque conozco la situación y todo se volvió a callar cuando los puesteros, que ellos supuestamente defendían, salieron a decir que habían acordado con la gente de El Azufre. Eso es lo malo de la política, plantean temas desconociendo y sin saber, pero dejan un manto de sospecha en medio de la situación.
-¿Esto puede generar incertidumbre sobre el futuro del proyecto?
-Creo que no. En el momento en que los puesteros salen y dicen que están a favor se cae por peso propio el cuestionamiento. Creo que es un proyecto de una inversión enorme y veo que va a avanzar rápidamente porque es un lugar óptimo para el desarrollo de un centro de esquí. Acá la escritura final la entrega el presidente, no la va a entregar el gobernador.
-¿La comunidad de Malargüe se siente postergada por el resto de Mendoza?
-Siente que se le da la espalda a un departamento que es uno de los principales sostenes de esta provincia, financieramente hablando. El petróleo de Malargüe paga el sueldo de todos los empleados estatales de Mendoza. Si hoy podemos pagar los sueldos de los estatales, déjennos hacer minería y vamos a poder darle también insumos a los hospitales y escuelas. La sensación que existe es impotencia, porque sentís que entregás mucho y no recibís el apoyo que deberías recibir.