Javier Milei será por primera vez padrino de un séptimo hijo varón

Según la Ley de Padrinazgo Presidencial, un bebé recién nacido de Río Gallegos podría ser ahijado del mandatario libertario.

Javier Milei será por primera vez padrino de un séptimo hijo varón
Javier Milei será padrino de un séptimo hijo varón. Foto: NA

El presidente Javier Milei apadrinará, por primera vez desde que asumió el cargo, a un séptimo hijo varón. El bebé se llama Noah Maciel Portillo y nació el martes en el Hospital Regional de Río Gallegos, indicaron medios locales.

La madre, Mirta Portill, oriunda de Misiones, se había trasladado hace 20 años a la capital de Santa Cruz porque el clima seco ayudó a curar los problemas respiratorios de su primer hijo, Adam, que hoy tiene 18 años.

Adam nació en Misiones, pero el resto de sus hermanos nacieron en la Patagonia: Iván, de 16, Tiago de 12, Aaron, de 10, Ezel, de 8, y David, de 2.

Noah Maciel Portillo junto a sus padres. Foto: La Opinión Austral
Noah Maciel Portillo junto a sus padres. Foto: La Opinión Austral

Los médicos del centro de salud le informaron a Portillo que, según establece la ley de Padrinazgo Presidencial, tiene la potestad de pedir que el mandatario sea el padrino de su hijo, por lo que la institución ya inició los trámites correspondientes.

“Me dijeron que están haciendo contacto con el Presidente, así que podría ser el ahijado”, señaló la mujer, de 41 años, en declaraciones a una radio de Misiones. Y agregó entre risas: “No esperábamos que fuera a tener todos varones. Podría decir que llegamos a siete niños buscando una hermanita para ellos. Pero ya está, ya me di cuenta que no estoy para la nena”.

En el caso de aceptar acudir al bautismo, Milei, que no puede negarse a ser el padrino del niño, deberá viajar a la ciudad santacruceña.

Padrinazgo presidencial

La Ley 20.843 estipula que el séptimo hijo de una familia, ya sea hombre o mujer, puede recibir el padrinazgo del presidente de la Nación, incluyendo a los hijos adoptivos. Si la familia completa los trámites necesarios, el presidente no tiene la opción de rechazar el padrinazgo.

Esta normativa fue promulgada por María Estela Martínez de Perón en 1974, aunque la tradición tiene más de un siglo en Argentina. La ley incluye una beca para asistir los estudios del ahijado hasta el fin del período universitario. La primera presidenta mujer también incluyó a las séptimas hijas mujeres en esta disposición.

De todas maneras, desde 1983 hasta la actualidad, los presidentes nunca asistieron a los bautismos de sus ahijados, aunque hay algunas excepciones.

Por ejemplo, el 26 de octubre de 1996, Mateo Cagliari fue bautizado en la Quinta de Olivos y fue el entonces presidente Carlos Menem quien se ofreció a la familia como padrino, meses antes del nacimiento del bebé.

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