El proceso de transición de autoridades en el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) sigue convulsionado y la situación escaló hasta niveles insólitos. La actual conducción convocó a un plenario departamental para este miércoles en el que se realizará la proclamación de las autoridades electas, sin embargo la nueva dirigencia gremial adelantó que no participará del acto, ya que pretende que la asunción sea en febrero.
Esta inusual discrepancia respecto al traspaso de mando se da en el marco de una serie de cortocircuitos entre los dirigentes salientes que responden al frente de izquierda FURS y la agrupación kirchnerista Azul-Naranja que se impuso en las últimas elecciones sindicales del 15 de noviembre.
Ambos sectores no se ponen de acuerdo en la aprobación de los últimos balances, la situación financiera interna, un embargo de $2,6 millones que el gremio debe pagarle a la CTA por su afiliación irregular.
En ese contexto, este miércoles a las 19 se realizará un encuentro de delegados en el Camping de Petroleros, ubicado en Guaymallén, donde se oficializará la elección de Carina Sedano como nueva secretaria general, Rafael Membrives como secretario general adjunto y Gustavo Correa como secretario gremial, entre el resto de los cargos del Secretariado General.
Teniendo en cuenta los plazos fijados por el estatuto docente, la asunción formal será el 12 de enero. Sin embargo, los dirigentes electos impugnaron este plenario, ya que pretenden que el traspaso de mando sea en febrero, cuando los trabajadores de la educación estén en las escuelas.
El secretario general del SUTE, Sebastián Henríquez, manifestó a Los Andes que “nuestra voluntad es que asuman en los plazos fijados en el cronograma por la Junta Electoral”. “Es un clima raro porque en lo público dicen que van a asumir ahora, pero por abajo impugnan el plenario de proclamación, su miembro de junta electoral no aparece y no responden nuestros planteos de agilizar y facilitar el traspaso”, agregó.
En este sentido calificó la situación como una “demostración de fuerzas”. Indicó que hubo negociaciones para que el traspaso se concretara en febrero pero manifestó que desde el sector Azul Naranja pusieron algunas “condiciones”. Remarcó que una fue el pago del embargo de la CTA y otra el cierre de juicios iniciados durante la actual gestión, uno de los cuales involucra a la ex abogada de la CTA, Janet Maldonado, actual delegada en Cuyo del Ministerio de Trabajo de la Nación.
“Como resistimos todo eso y no nos dejamos apretar, empezó este juego de poder de demorar la asunción porque quieren hacerlo en febrero y llevarnos a una situación de amenaza de desaprobar los balances”, sostuvo Henríquez.
Por su parte, Gustavo Correa, secretario gremial electo del SUTE, ya había desestimado ese planteo, argumentando que el reclamo de la CTA se había impuesto en todas las instancias judiciales.
Ahora, el dirigente gremial explicó que impugnaron el plenario provincial de este miércoles porque fue convocado antes que los encuentros departamentales, como establece el estatuto.
“No vamos a ir. Nuestra asunción va a ser en febrero, la vamos a hacer nosotros formalmente o informalmente, pero las vamos a hacer con los trabajadores en las escuelas”, apuntó.
Correa resaltó que si no reciben una respuesta de la impugnación terminarán contando con el acta con la proclamación y que a partir del 12 de enero se deberán hacer cargo formalmente del gremio, pero advirtió que dejarán todo “asentado ante escribano público”.
Indicó que los días 9 y 10 de febrero se desarrollarían los plenarios de Memoria y Balance de los últimos años de gestión y que consideraban oportuno que el acto de traspaso se realice tras esa discusión, es decir el 11 de febrero. “Esto no termina ahora o en febrero, esta conducción va a tener que dar explicaciones por mucho tiempo, porque le han hecho mucho daño al sindicato”, concluyó.