Incertidumbre en Unión por la Patria tras la derrota y el futuro que le espera como fuerza opositora

El silencio de la dirigencia indica que en los próximos días habrá más tranquilidad y frialdad para analizar la derrota y ver cómo se reconstruye el frente, ahora en un rol de oposición.

Incertidumbre en Unión por la Patria tras la derrota y el futuro que le espera como fuerza opositora
Bunker de Union por la Patria - Foto Federico Lopez Claro

Aunque contemplado como escenario posible, la derrota pegó muy duro en Unión por la Patria. El día después de perder el balotaje por más de 11 puntos con un presunto político amateur, la coalición oficialista quedó conmocionada, en una mezcla de desconcierto y parálisis, donde los teléfonos permanecieron apagados y los voceros habituales se ausentaron de los medios y redes.

Entre la dirigencia de UP se coincidió en la inconveniencia de expresar en público balances apresurados sobre lo ocurrido. Pasar de oficialismo a oposición puede resultar un proceso traumático, donde no se descarta que se rediscutan algunos liderazgos.

El peronismo arranca un camino con muchas curvas. Alberto Fernández, por ejemplo, es titular nacional del Partido Justicialista. El triunvirato de la CGT escondía sus internas mientras había un gobierno peronista. Los movimientos sociales enfrentarán otro escenario.

Igual los gobernadores. En los últimos cuatro años llegaron a nuclearse hasta 18 gobernadores alrededor del gobierno nacional. Ahora Unión por la Patria conserva la base de solo siete mandatarios peronistas: Kcillof (Buenos Aires), Jaldo (Tucumán), Melella (Tierra del Fuego), Quintela (La Rioja), Jalil (Catamarca), Ziliotto (La Pampa) e Insfrán (Formosa); más Zamora (Santiago del Estero) y Sáenz (Salta). Los gobernadores de Río Negro (Weretilneck), de Neuquén (Figueroa) y Misiones (Passalacqua) se alinearon con la candidatura de Massa, pero no necesariamente seguirán como socios de UP.

Aún en este panorama de incertidumbres, fuentes peronistas del Congreso explican que no son “nada despreciables” las bases que hay para edificar la oposición: “En diputados, vamos a ser 105 de UP; si no nos dividimos, seremos la primera minoría, por sobre el PRO, la UCR y los libertarios. Con acuerdos con otros bloques, considerando la crisis en Juntos por el Cambio, podemos constituir una fuerza legislativa potente”, dijo.

Lo mismo en el Senado. UP cuenta con 32 senadores, más que cualquiera de las otras fuerzas.

“Será un Senado con mucha influencia de Cristina. Va a entrar Wado de Pedro, están Juliana Di Tulio, Mayans y un núcleo de peronistas leales a Cristina”, apuntó un diputado de UP.

El senado, gobernadores como Insfrán o Zamora, pero sobre todo Kicillof en Buenos Aires, asoman como los pilares del peronismo kirchnerista tras la derrota electoral. “Kicillof tiene un futuro presidenciable porque ya no puede reelegir; tiene cuatro años para construir eso”, agregan. También es cierto que el gobierno bonaerense va a extrañar el trato preferencial en recursos federales que recibió del gobierno de Alberto Fernández.

La base de Buenos Aires y el senado no están mal para encarar una ‘resistencia’ del peronismo-kirchnerista, pero no alcanza para proyectarse a nivel nacional. Tiene que resolver el rechazo electoral en la franja media del país”, analizan también.

“Hoy veo desolación; y lo más probable es que en unos días haya pases de factura; yo creo que Massa no se va a quedar callado, y a través de sus interlocutores va a manifestar su bronca contra aquellos que no movilizaron los aparatos”, comentó a este medio un dirigente peronista, a la hora de explicar lo ocurrido. El lamento/reproche incluía a provincias peronistas como Tucumán, La Rioja o Catamarca donde se impuso Milei. También al “poco entusiasmo” de La Cámpora con la candidatura de Massa.

Desde fuentes ligadas al propio Massa, sin embargo negaron que haya bronca con Máximo Kirchner o De Pedro. Los dos dirigentes acompañaron al candidato en el vip en el búnker el domingo a la noche, igual que Kicillof. Tampoco se coincide con el análisis respecto a que “los intendentes del conurbano no movieran el aparato”.

“Massa salió tercero en las PASO, apretó a los intendentes y gobernadores y ganó la general con 37. Subió siete puntos en la presidencial. La mitad de esos siete puntos vinieron desde la provincia de Buenos Aires. Ahí el aparato hizo un esfuerzo fenomenal que repitió para el balotaje, solo que ya no había de dónde sacar más votos. Si uno suma en las presidenciales los votos de Bullrich y Milei en Buenos Aires, son casi la misma cantidad que sacó Milei el domingo. Los aparatos ya no podían dar más votos en un contexto económico tan adverso. No jugaron a perder”, confió la fuente consultada.

Massa se reunió este lunes con su equipo del ministerio de Economía. Se descartaron los trascendidos sobre un pedido de licencia hasta el fin de su mandato. El domingo a la noche, Massa dijo que terminaba una etapa de su vida. No dio señales sobre su voluntad de protagonizar la reconfiguración de Unión por la Patria como principal fuerza opositora.

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