Además de elegir Presidente, el domingo próximo Mendoza renovará cinco bancas en la Cámara de Diputados de la Nación. O sea, la mitad de su representación.
Aunque habrá seis boletas para la categoría principal en el cuarto oscuro, sólo cinco listas de candidatos se disputarán estos escaños. Están lideradas por Lisandro Nieri (Cambia Mendoza), Martín Aveiro (Unión por la Patria), Laura Espeche (Frente de Izquierda), Adrián Bonada (Libres del Sur, cuyo candidato presidencial no pasó el filtro de la PASO) y Mercedes Llano (La Libertad Avanza).
Los postulantes respondieron a un cuestionario común de Los Andes. Dijeron cuáles son sus prioridades en medio de la crisis y cómo será la búsqueda de consensos en el Congreso, entre otros temas.
-Podrían integrar un Congreso sin supremacías marcadas, ¿cómo proponen conseguir consensos?
Aveiro: “Si hay algo que me caracteriza es el diálogo, el buen trato, el respeto por las instituciones y las personas, más allá de los partidos políticos. Para mí no es un problema votar una buena propuesta de otro gobierno, o inclusivo rechazar alguna propuesta de mi gobierno que no beneficie, o que no esté a la altura de la defensa de los trabajadores”.
Nieri: “Si gana Patricia Bullrich, tendríamos mayorías en ambas cámaras, aunque sin quorum, pero cerca de obtenerlo. Tendríamos una representación legislativa fuerte e importante que nos permitiría impulsar las leyes. Tenemos que buscar consensos a través del diálogo, desarrollando los proyectos y explicando a la sociedad la conveniencia de cada una de las reformas, para salir de esta crisis tan severa”.
Llano: “Cuando las propuestas legislativas que lleguen al Congreso sean portadoras del cambio profundo que requiere el país, el consenso aflorará y no tengo dudas que prosperarán. Tanto la Libertad Avanza como Juntos por el Cambio se han pronunciado a favor de modificar de raíz las estructuras corporativas del Estado mamut que oprime a los argentinos, eliminar la inflación y combatir la inseguridad. En conjunto, estas dos fuerzas tendrán mayoría en el Congreso. Si prima la coherencia en ese sector que se expresó partidario de ideas liberales, estará predispuesto a alcanzar consensos para instrumentar los cambios que la gran mayoría de la ciudadanía apoya”.
Espeche: “El consenso debería construirse de abajo hacia arriba. Las decisiones se tomarían colectivamente. Que sea a través del consenso democrático pero siempre prensando por fuera de los ámbitos legislativos, no esos pactos políticos que se generan en el Congreso y que la gente ni se entera de cómo se logran. Sería una nueva forma de pensar la política. Siendo minoría, no se los convence. Si esos proyectos que defendemos estuvieran afuera con grandes movilizaciones de la gente, la presión sería otra”.
Bonada: “Es fundamental que la agenda pública en su que conjunto intente configurar un nuevo proyecto de país en común. La política debe liderar una etapa de acuerdos estructurales donde se ponga como prioridad la solución de algunos temas estratégicos: eliminación de la pobreza, la inflación y el déficit habitacional. Crecimiento de la matriz económica con generación de trabajo formal. Acuerdo entre los sectores del capital y el trabajo para tener un aumento de la productividad, el valor agregado y del salario. Refundación del Estado con eje en la mejora de la calidad de los servicios públicos (educación, salud, seguridad)”.
-¿Está de acuerdo en que se gobierne por decreto si no se consiguen los votos?
Aveiro: “Los votos se tienen que conseguir siempre. Generalmente las cosas que salen por decreto nada tienen que ver con la vida normal de la gente. Son cuestiones que tienen que ver con otros temas, de manejo del poder, otras cosas. En el caso de la eliminación del Impuesto a las Ganancias, estuve de acuerdo en que se saliera por decreto si no se reunían los votos. Cuando la política pública llega al frente de tu casa, tiene que salir igual”.
Nieri: “De ninguna manera. Existe la figura del DNU, pero siempre como carácter excepcional. Tenemos que volver a tener sesiones ordinarias. Desde que soy diputado, no ha habido sesiones ordinarias, solo extraordinarias. El Gobierno decidió sesionar muy pocas veces y no con los temas que preocupan, como los temas económicos o la inflación. Hay que trabajar en el Congreso a través de las leyes”.
Llano: “Estoy convencida de que se llegará a acuerdos al menos en los principales mecanismos legales que saquen al país de esta situación terrible en la que está inmerso. Los dichos de Bullrich acerca de gobernar por decretos no fueron afortunados. La constitucionalización de los decretos de necesidad y urgencia en la reforma del 94, impulsada por radicales y justicialistas, fue un error pues fomentó la proliferación de su uso y abuso. También soy realista y dada la dimensión de la crisis y su enorme proyección en todos los pliegues y repliegues de la actividad económica, social y política, no descarto que se dicte excepcionalmente un DNU sobre algún aspecto que entrañe emergencia. Pero de ninguna manera soy partidaria del gobierno por decreto.
Espeche: “No, desde ya que no”.
Bonada: “No estoy de acuerdo a que se gobierne por decreto, sobre todo cuando las reformas que se buscan imponer son perjudiciales para el conjunto de la sociedad”.
-¿Qué aporte cree que puede hacer el Congreso a la austeridad?
Aveiro: “Aquellos que hablan de austeridad es porque entienden al Estado como una empresa y no lo es. La austeridad tiene que estar en otro formato, en el buen uso de los recursos y que verdaderamente tengan rendimiento los recursos. Si un candidato dice que habrá austeridad, que va a sacar mil empleados del Estado, pero después tiene dos mil asesores...y, no. El tema es que las personas que son parte del Estado, verdaderamente funcionen y funcionen bien. El problema es tener ñoquis”.
Nieri: “Hay muchísimo por trabajar en el tema de austeridad. A veces, los números gruesos de un presupuesto no cambian por la forma de desenvolverse de un funcionario, pero sí otorgan autoridad para poder exigir muchos otros aportes que contribuyan a una reducción del gasto, haciéndolo más eficiente. Esta reducción permitiría, a su vez, disminuir la presión impositiva, que actualmente le pone un pie a nuestras pymes y al sector productivo”.
Llano: “La salida de la crisis requiere austeridad en todos los niveles del Estado. El Congreso es uno de los poderes del Estado, es el llamado a dictar las normas que impongan austeridad. Es claro entonces que debe comenzar por dar el ejemplo. Lo primero que debe hacer es dictar una norma de reducción de los gastos y tamaño de todos los órganos colegiados de representación de la voluntad popular, es decir del propio Congreso y también, por invitación y mecanismos de estímulo, de las Legislaturas provinciales y de los Concejos Deliberantes”.
Espeche: “El proyecto de que todos los funcionarios cobren como un docente sería fundamental. Nuestros diputados y diputadas cobran como un docente y el resto va a luchas populares, fondos de huelga. Hay una página que se llama transparencia FIT y ahí está a dónde van los fondos entre lo que se deposita y se dejan los diputados y diputadas. Yo voy en el mismo camino. Nunca un diputado nuestro cobró el salario total de lo que cobra un legislador. Siempre nuestra política ha sido, y sigue siendo, seguir cobrando como una docente”.
Bonada: “El Congreso debe dar el ejemplo y hacer un gesto simbólico de austeridad. En momentos de crisis económica como este hay que bajar las dietas de los legisladores nacionales. Lo real es que no representa un impacto importante en el gasto público, pero dar esa señal sería una muestra de compromiso hacia la sociedad. La dirigencia política se alejó demasiado de la gente que debe representar, es nuestro deber volver a poner a la actividad política como la tarea noble que es”.
-¿Qué proyectos debe encarar sí o sí el Congreso en medio de esta crisis?
Aveiro: “Una reestructuración de servicios fundamentales que van a posibilitar el desarrollo y la matriz productiva de la Argentina. Lo traslado a Mendoza: generación de almacenaje y redistribución del agua para aumentar las zonas productivas, capacidad energética, factibilidad de gas, saneamiento y conectividad con rutas. Esos factores son fundamentales para que siga invirtiendo el privado. Muchas veces escuchamos a la política decir que no se puede invertir en Argentina y en este último año, tengo 17 pedidos de habilitación de obras de bodegas en Tunuyán. Un Estado presente tiene que garantizar cuestiones estructurales. Si al Parque Industrial de Santa Rosa no le ponemos una diferenciación impositiva para que las empresas se instalen, se hace muy difícil”.
Nieri: “Primero debemos realizar un diagnóstico adecuado. El actual gobierno, sin este análisis, no pudo comprender la economía. Deberíamos trabajar en un presupuesto equilibrado para el 2024. El presupuesto cajoneado no tiene sentido y no refleja la situación en Argentina. No podemos gastar más allá de nuestras posibilidades. Necesitamos implementar algunas reformas. El BCRA no puede seguir emitiendo como una solución a este gasto por encima de los recursos disponibles. Incluso, presenté un proyecto de reforma de la Carta Orgánica para prohibirle al BCRA emitir para financiar al Tesoro. Es necesario establecer un límite a la emisión monetaria. El kirchnerismo desconoce que emitir genera inflación. Además, necesitamos una reforma laboral más moderna para reducir las contingencias laborales. La prioridad absoluta debe ser la economía”.
Llano: “Los proyectos que debe encarar son aquellos que apunten a erradicar las causas endémicas de la crisis. La inflación fundamentalmente está provocada por la excesiva emisión monetaria, la cual se produce como consecuencia del desmedido gasto público requerido por el tamaño monumental del aparato estatal, tanto a nivel nacional como provincial y municipal. En consecuencia, el Congreso debe abocarse a la aprobación de leyes que tengan por objetivo la reducción del tamaño del Estado y de sus gastos improductivos, su reordenamiento, reforma y la eliminación de aquellas funciones que no le competen. El primer recorte deberá pasar por recortar radicalmente los gastos políticos. Debe abocarse también a la aprobación de normas orientadas a desregular la economía, eliminar impuestos, garantizar el libre comercio y que, en general, quiten las trabas que actualmente impiden que los argentinos puedan trabajar en libertad”.
Espeche: “La emergencia económica, el tema de la pulverización de los salarios respecto de la corrida cambiaria, la inflación. Algo que se tiene que tratar desde ya son los salarios indexados a la inflación. Después hay otros temas, pero creo que lo económico es fundamental en este momento”.
Bonada: “El Congreso debe priorizar las sanción de leyes orientadas a la solución del déficit habitacional, el incentivo a la inversión y el control sobre los grandes capitales que evaden impuestos. Más teniendo en cuenta que el prolongado contexto de crisis económica viene haciendo un daño social muy profundo”.
-¿Qué proyectos impulsará usted para Mendoza?
Aveiro: “Acceso al lote con servicios, es clave. También en lo que respecta a educación, escuelas con oficios y vinculadas a la matriz productiva del lugar. Me refiero a escuelas que estén por fuera de la modalidad obligatoria. En Tunuyán logré hacer la escuela de idiomas y hay alumnos que estudian inglés, francés y portugués de manera gratuita. Esto acompaña la economía del departamento en el caso del turismo. Hay que tener cierta autonomía para que el Ministerio de Educación pueda trabajar de manera territorial por afuera de las provincias y que la idiosincrasia del lugar, permita generar esta posibilidad. Necesitamos escuelas técnicas. Conseguir un electricista o un plomero o una persona que arregle, es muy difícil”.
Nieri: “Tenemos que trabajar en los proyectos que los equipos de gobierno de Bullrich presenten en su paquete de reformas. También, como proyectos propios, es esencial trabajar en un proyecto para la primera infancia. El ciclo educativo de los niños es fundamental y enfrentamos problemas de nutrición y de formación temprana del niño. Tenemos que mejorar las tasas de graduación e incorporar la educación virtual en la Educación Superior”.
Llano: “Más allá de algunas iniciativas particulares para nuestra provincia, como la modificación del COIRCO para que La Pampa no siga obstruyendo las iniciativas provinciales, lo mejor para Mendoza es proponer todas las medidas que tiendan a que los argentinos y los mendocinos recuperen su plena libertad para trabajar y ser dueños y señores del fruto de su esfuerzo sin que nadie se los pueda quitar, particularmente el Estado a través de impuestos, de ineficiencia, de dispendios o de falsificación espuria de la moneda. Este país se hizo grande cuando dejó trabajar en libertad a los argentinos y a los extranjeros de buena voluntad que quisieron habitarlo. Los mendocinos no necesitamos más que eso, no queremos ni subsidios ni que el Estado haga cosas por nosotros”.
Espeche: “Plantear la reducción de la jornada laboral a 6 horas le vendría muy bien a Mendoza que tiene un 50% de precarización. La creación de empleo en sentido genuino, con derechos y sueldos acordes a la canasta familiar, sería muy conveniente. También, tomando como ejemplo lo de Mendoza, tenemos la idea de nacionalizar la ley 7722. La experiencia de proteger nuestros bienes naturales comunes, tienen a Mendoza como ejemplo de la lucha del medio ambiente”.
Bonada: “Proponemos un banco de tierra para crear un registro con todos los lotes públicos, fiscales y ociosos para que los mismos sean puestos a disposición de las familias que no cumplen con los requisitos para ingresar a algunas políticas habitacionales como el PROCREAR por ejemplo. Incorporación a la normativa de alquileres el concepto de alquiler social. Hay que intervenir el 20 por ciento del mercado inmobiliario para generar alquileres más baratos para jubilados, trabajadores informales y sectores que hoy en día padecen para tener un techo donde vivir. Crear el registro único de clubes barriales. Facilitar la constitución de personerías jurídicas. Financiar a través de recursos, exenciones impositivas, subsidios a servicios y material deportivo a los clubes que formen parte del registro”.
-¿Cree posible discutir una nueva ley de coparticipación federal?
Aveiro: “Sí, empecemos por la provincia. Estoy de acuerdo en discutirla, pero eso no implica estar a favor o en contra. Creo que hay que ir cerrando cada vez más los objetos que tienen como destino ese dinero: obra pública, viviendas, etc. Hay que ir definiendo los objetos de la coparticipación. El problema es cuando es una pelea por la acumulación de plata porque después nadie dice para qué la gasta”.
Nieri: “Sí, vamos a trabajar en una nueva ley de coparticipación, es una obligación. La Constitución del 94 daba dos años para una nueva ley de coparticipación. Tenemos suficientes argumentos para trabajar en la coparticipación primaria y luego abordar la distribución y participación de la coparticipación. El actual gobierno creó muchísimos impuestos y ninguno es coparticipable. Esto brinda espacio para una reforma del sistema impositivo y, de paso, podríamos considerar una reforma de esta ley”.
Llano: “Otro gravísimo error de la reforma del 94 fue la constitucionalización de la coparticipación y, para colmo, exigir para la aplicación de un nuevo régimen de coparticipación la unanimidad de las provincias. Esto convierte al dictado de una nueva ley de coparticipación en una tarea muy difícil y complicada. Quizás lo más realista para salir del atolladero sea convocar a una nueva Convención Reformadora para que modifique la Constitución en un sólo aspecto: el de las jurisdicciones impositivas. Mientras tanto, podemos avanzar eliminando de cuajo los aportes no reintegrables del Estado Nacional a las provincias y toda transferencia arbitraria que disponga el mandamás de turno. Todos los recursos destinados a las provincias deben hacerse en forma legal y no arbitraria. No estamos favorecidos por la actual coparticipación, pero ese desbalance que se produce en contra de Mendoza se agrava todavía más cuando vemos la proporción que nos corresponde en comparación con las otras provincias respecto de las transferencias por fuera de la coparticipación que hace el Estado Nacional, en las cuales prevalece el partidismo y el favoritismo”.
Espeche: “Sí, debería ser posible discutir todo. En lo general, tiene más que ver con intereses políticos de las provincias y quienes las representan. Estamos dispuestos a discutir todo siempre que sea en beneficio de los trabajadores y trabajadoras. Esa discusión la veo complicada en este momento, pero estamos a punto de que quizás, todo pueda cambiar”.
Bonada: “El tema de la coparticipación federal es complejo porque se necesitan acuerdos muy importantes para una reforma de la ley. En términos reales Mendoza esta rezagada en coparticipación total, pero sobre todo, en coparticipación per cápita, ya que se encuentra en los últimos lugares. Hay que encontrar una manera de que esto se modifique porque es muy injusto para nuestra provincia en términos de ingresos”.