Horacio Rosatti: no se puede cambiar de moneda, la Constitución no lo permite

El presidente de la Corte Supremas sugirió a la dirigencia política que lea la Constitución Nacional. Y celebró que, a pesar de las polémicas, los fallos del máximo tribunal se cumplan.

Horacio Rosatti: no se puede cambiar de moneda, la Constitución no lo permite
El magistrado habló del tema al participar de la cuarta edición del seminario "Democracia y Desarrollo" organizado por el Grupo Clarín, que se desarrolló este martes en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires Malba. Federico López Claró / Clarín

El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, advirtió hoy que la Argentina no puede dolarizar formalmente su economía ni optar por ninguna otra moneda del exterior porque la Constitución Nacional sancionada en 1994 no lo permite.

El magistrado habló del tema al participar de la cuarta edición del seminario “Democracia y Desarrollo” organizado por el Grupo Clarín, que se desarrolló este martes en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires Malba.

El juez comentó que muchas veces escucha iniciativas para reformar la Constitución Nacional de 1994 y señaló que la Argentina tiene en realidad “incapacidad para cumplir con lo vigente” y por eso quiere hacer reformas para, quizás después, no cumplirlas.

Rosatti ejemplificó que Uruguay, un país vecino, logra con “conductas racionales y normales” algo que a los argentinos les parece milagroso. “Nuestras situaciones de normalidad son interregnos entre dos emergencias”, dijo.

El panel del ciclo de debate de Clarín integrado por Rosatti, Manzur y Schiaretti (Foto: Federico López Claro)
El panel del ciclo de debate de Clarín integrado por Rosatti, Manzur y Schiaretti (Foto: Federico López Claro)

El juez lamentó que la Argentina se encuentre siempre ante emergencias como pueden ser la emergencia económica, previsional o de vivienda, entre otras. No obstante, se mostró optimista sobre el futuro.

Para Rosatti, “se puede lograr” el hecho de alcanzar caminos de “normalidad”. En ese sentido señaló lo ocurrido en 1994, cuando dirigentes de todos los partidos políticos lograron un “consenso muy amplio” para jurar la nueva Constitución.

“Yo creo que todo está en la Constitución, que tiene un modelo de convivencia y también un modelo económico, que es el capitalismo humanizado: propiedad privada, iniciativa particular, competencia. Este es el modelo que no plantea la lucha de clases sino una relación amigable entre capital y trabajo, con las tensiones propias de esos actores”, expresó.

También la propia Constitución plantea normas de arbitraje para resolver las diferencias en los más diversos ámbitos. “Tenemos que tenerlo muy presente, porque si no cuando hacemos estos banquinazos de ir de una ideología a otra ideología, los gobiernos pueden ser un tanto más o menos intervencionistas, pero dentro de lo que establece la Constitución”, dijo.

El juez también señaló que muchas veces escucha que hay que ir a otra moneda, a una extranjera y aclaró: “No se puede, Artículo 75, inciso 19 de la Constitución. Defensa del valor de la moneda. Hay un mensaje que está en nuestra norma fundamental”, señaló Rosatti al hablar ante un auditorio repleto.

Asimismo, dijo que ese mismo artículo habla de la defensa del valor de la moneda. “Y esto supone que hay que tener prudencia con la expansión monetaria, por ejemplo, y también que no pueden existir cuasimonedas. Todo esto está en la Constitución, es cuestión de leerla. El gran pacto, el gran contrato social, es la Constitución”, añadió.

De esa manera, el presidente de la Corte Suprema echó por tierra la posibilidad constitucional de que avancen en la Argentina programas de dolarización como los que ya prometieron, para el caso de un eventual gobierno propio, dirigentes como la titular del PRO, Patricia Bullrich, y el diputado de “La Libertad Avanza” Javier Milei.

Rosatti indicó que recientemente hubo una polémica por el fallo de la Corte Suprema que ordenaba reconstituir el Consejo de la Magistratura de la Nación. Y destacó: “Más allá de los debates, que para mí desde el punto de vista jurídico están absolutamente saldados, yo celebro que se acató el fallo de la Corte cuando muchas voces agoreras decían que no”.

Por otro lado, el juez dijo que a nivel institucional él quiere equilibrio entre los tres poderes, para un Estado fuerte, lo cual no significa que sea grande. “Cuando por ahí dicen que el Poder Judicial quiere tener más poder del que tiene, yo quiero un Poder Judicial fuerte, también un Legislativo y un Ejecutivo fuertes. Si todo es fuerte, la sociedad y cada uno de los tres poderes del Estado, creo que estaríamos en buen camino”, expresó.

El magistrado habló del tema al participar de la cuarta edición del seminario "Democracia y Desarrollo" organizado por el Grupo Clarín, que se desarrolló este martes en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires Malba.
El magistrado habló del tema al participar de la cuarta edición del seminario "Democracia y Desarrollo" organizado por el Grupo Clarín, que se desarrolló este martes en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires Malba.

La importancia de la calidad institucional

El magistrado reflexionó que para un jurista, vincular la calidad institucional con la calidad de vida no es una tarea sencilla. Y señaló que cuando se reformó la Constitución en el ‘94, había que hacer campaña en favor de la reforma y la gente veía esto como algo muy abstracto, se preguntaba cómo se vinculaba esto con su calidad de vida.

“Este es un ejercicio que hay que hacer entre todos, el jurista, el periodista, el política. La Argentina es un claro ejemplo de cómo la falta de calidad institucional repercute en la calidad de vida. Y esto está relacionado con: la división de poderes, la independencia del Poder Judicial, la libertad de expresión y la defensa de los derechos”, sostuvo.

Rosatti comentó que en su artículo 75, la Constitución habla del “progreso con justicia social”. “El progreso no es una mala palabra. Acá también hay una costumbre de castigar al que le va bien. Es absurdo, porque no hay nada para redistribuir si previamente no se acumuló. Y la lógica de la Constitución es que, hasta ahora, no hay mejor sistema que el capitalista”, dijo.

Señaló por otro lado que, hasta ahora, no hay mejor redistribuidor que el Estado, porque el mercado puede hacer beneficencia pero el encargado de redistribuir es el Estado, “cuando funciona bien”.

“Entonces, conjugar Estado y mercado me parece muy importante. Después un Gobierno será más neoliberal o más neointervencionista. Está bien. Pero lo importante es la raíz cultural, erradicar algunos temas que se ven como malas palabras”, expresó Rosatti.

Y se preguntó: “¿Cuántos de nuestros gobernantes y candidatos conocen en profundidad la Constitución? ¿Saben que hay una cláusula que dice Justicia Social? Lo dice la Constitución. Cuando hablamos del valor de la moneda, los gobernantes tienen que entender que hay límites. Por eso, nuestro gran desafío es vincular la calidad institucional con la calidad de vida”.

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