El Frente de Todos termina el año con un candidato que tiene aspiraciones de gobernar Mendoza en el 2023. El dato no es menor cuando en el peronismo nadie quiere asomar la cabeza con una certeza sobre su futuro.
Martín Hinojosa no viene de las entrañas kirchneristas, pero no las desprecia. Llegó al Instituto Nacional de Vitivinicultura en 2020 con el visto bueno de la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti. Tiene pasado en la gestión pública provincial, municipal y una empresa familiar.
“Muchos dicen que hay que devolverle al peronismo, pero no aparecen. Ojalá que haya valientes”, había le había dicho Fernández Sagasti a Los Andes semanas atrás cuando transitaba sus últimos días como presidenta del Partido Justicialista. En ese momento valoró el trabajo de algunos que recorrían departamentos como el caso de Hinojosa.
El anuncio de su candidatura no tomó por sorpresa a casi nadie porque “era algo que tenía en la cabeza hace bastante”, cuentan los que lo conocen. A través de un spot de campaña en las redes sociales contó quién es y si hay acompañamiento de la gente, sueña con “ser el futuro gobernador de Mendoza”.
Más que un anuncio, para los conocedores del tablero político peronista, es sacudir la modorra para que aparezcan otros nombres. O, en todo caso, decidir apoyar al tunuyanino. Y en el esquema de apoyos hay que preguntar en algunos lugares, porque como se sabe, conviven varios sectores.
“Nadie va a salir a decir que es un mal candidato”, contó un dirigente. Ahora, ¿lo apoyarán o le pondrán competidores? La pregunta por ahora no tiene respuestas, pero obliga a hacerse el interrogatorio.
Antes de blanquear sus intenciones en las redes sociales, Hinojosa “habló con todos los que tenía que hablar, incluso los que no tienen tanto protagonismo”. Difícilmente aparezcan detractores porque el peronismo no puede darse el lujo de aniquilar a alguien que busca mostrarse como una opción. Es un alivio para algunos que sienten la carga de tener que salir a ponerse el traje, y una incomodidad para los indecisos.
Entre el pasado paquista y una nueva imagen
Martín Silvestre Hinojosa es un sub 50 dentro de una camada de dirigentes formados y con experiencia en el sector privado que buscaron espacio en la política “Es la receta del peronismo: un peroganso, con perfil técnico, un vino con su nombre y especialista en lo suyo”, aportan sin ánimo de ser peyorativos.
Uno de los lugares en los que trabajó fue en la Subsecretaría de Industria y Tecnología, a donde llegó con la gestión de Francisco “Paco” Pérez y estuvo hasta 2015. Fue Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Tunuyán con Martín Aveiro hasta que asumió en el INV.
Tiene experiencia en el sector privado porque es uno de los dueños de la Bodega Hinojosa y por esa actividad siempre ha estado en movimiento con organismos vitivinícolas, por lo que conoce de cerca ese mundillo. Los que miran de afuera destacan su gestión en el INV y advierten que evitó varias veces los conflictos tratando de conciliar intereses. Quizás por su estilo, o quizás por sus aspiraciones que ya tenía claras hace tiempo. De hecho, no es de los que suelen embarrarse en las redes sociales agitando grietas.
Podría decirse que el presidente del INV es visto con buenos ojos por la actual conducción del PJ encabezada por Flor Destéfanis y muy cercana al kirchnerismo. Unidad Ciudadana por ahora no define nombres y la movida del senador Lucas Ilardo podría desembocar en un anuncio para ser candidato a diputado nacional.
Por el sector de los intendentes, Roberto Righi dio su aval. “Me gusta que tengamos candidatos que quieran protagonizar. Creo que no ha ido en cargos electivos, es fresco, entiende del sector productivo y su experiencia en el sector privado ayuda a entender varios problemas”, dijo. Ni Martín Aveiro ni Emir Félix se oponen, después habrá que ver cómo se articula con los departamentos, sobre todo si aparece otro candidato.
En las luces sobre su perfil que posan algunas voces importantes, le destacan a Martín Hinojosa que se ubica con cierta comodidad hacia afuera del partido, de frente a la gente. “No tiene el esquema de la política tradicional, y eso para nosotros es sano, además es una cara nueva”, reconocen otras voces.
Es un desconocido por ahora para las mediciones, pero desde ahí puede generarse una imagen positiva. Después, “de él dependerá cómo consiga las voluntades, en función de la propuesta”. Hay dirigentes que esperan que la iniciativa tome cuerpo, porque podría ser una solución a la necesidad de tener un candidato. Más aun mientras miran qué pasa en Cambia Mendoza y el amague de Omar de Marchi de jugar por afuera del oficialismo algo que al PJ le vendría muy bien porque, entienden, que le quita voto al oficialismo.
Hasta el cierre de listas provinciales falta una eternidad y mientras para varios no es momento de hablar de candidaturas, un peronista entiende que es momento, y lo hace saber.
