El Gobierno decidió ayer que negociará hasta el martes con los acreedores que tienen en sus manos bonos en dólares de la Argentina emitidos bajo legislación extranjera y luego, con el 19 como plazo máximo, presentará la oferta final, por lo que el resultado del canje se conocería el 22.
Ayer hubo una novedad que llego desde Nueva York. Se subastaron los seguros contra default de la Argentina y el mercado le puso un valor de recupero de 31,5 dólares a la deuda que cayó en cesación de pagos el 22 mayo. Un precio que, según los analistas, roza el nivel de atracción para los fondos buitre.
Mientras once bancos hacían la subasta en los Estados Unidos, Guzmán redactaba en Buenos Aires el aviso de extensión de plazo para enmendar la oferta en Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés). Y a las 18:00, la decisión ya estaba en el Boletín Oficial.
En un escueto comunicado, Guzmán adelantó que los acuerdos de confidencialidad firmados con los acreedores se extenderán hasta el martes 16, de modo que “las conversaciones continuarán también hasta esa fecha”.
La fecha de cierre de la oferta se extendió hasta el 19 para que quede tiempo para enmendar el prospecto con la nueva propuesta reajustada luego del martes, explicó Guzmán. La misma podría ofrecer un Valor Presente Neto (VPN) de entre 50 y 52 dólares por lámina de 100, según fuentes extraoficiales.
De cualquier manera, confirmó el propio Guzmán, la que se conozca la semana que viene será la última oferta y el canje se cerrará con ella. Es una decisión política que ha tomado el presidente Alberto Fernández para no seguir reduciendo el alivio de caja que busca.
Dos de los principales grupos de inversores contraofertaron un alivio en el flujo de caja de 36.000 millones de dólares hasta 2030. Y el Gobierno pretendía al principio que fuera de 42.000 pero luego bajó. Hoy la distancia que los separa está entre 2.500 y 4.000 millones.
Ese acercamiento se generó hace unas tres semanas. Días antes el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador había hablado con Larry Fink, dueño del poderoso fondo de inversión BlackRock para ayudar a la Argentina.
Según reveló ayer el propio mandatario mexicano, el llamado que hizo fue por pedido de Fernández, quien le había expresado que él no estaba dispuesto a firmar ningún acuerdo que supiera que la Argentina no podrá cumplir.
Ahora, si no hubiera una nueva extensión del plazo de negociaciones, la fecha de anuncio de resultados del canje será el 22 de junio. Desde la extensión anterior del plazo, el Gobierno continuó teniendo debates con distintos grupos de inversores.
“La República se encuentra analizando sugerencias para maximizar el apoyo de los inversores, al mismo tiempo que preserva sus objetivos de sostenibilidad de la deuda”, expresó Guzmán ayer.
En paralelo, once bancos entre los que estaban Bank of America, Barclays, BNP Paribas, Citigroup, Credit Suisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs, HSBC y JP Morgan subastaron los seguros contra default (CDS, por sus siglas en inglés) de la Argentina.
Sebastián Maril, director de Research for Traders (firma dedicada al análisis de los mercados de capitales) señaló que “el valor de recupero de los bonos en default se estableció en 31,5 dólares. Los titulares de los seguros cobrarán 68,5 por cada bono”.
Esto se hizo porque el 1 de junio el Comité de Determinaciones de Derivados de Crédito de las Américas había decidido activar los pagos por unos 1.400 millones de dólares al considerar que el país había caído en default por no pagar 503 millones de dólares de intereses de los bonos Globales 2021, 2026 y 2046.
El país no deberá abonar un solo dólar por los seguros. Un CDS es un derivado financiero que se define como “contrato de permuta de cobertura por incumplimiento crediticio”. Es decir, es un seguro que paga un inversor por si un soberano defaultea un bono.
Es decir, es parte del negocio financiero. El comprador de un CDS no es, necesariamente, tenedor del bono que sirve como subyacente del contrato. Esto significa que quienes cobrarán el dinero no le prestaron plata a la Argentina, solo apostaron dinero a que al país le iría muy mal con la gestión de su deuda y caería en default.