El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó este martes el Presupuesto 2021 ante la Cámara de Diputados, en la primera reunión de la comisión de Presupuesto y Hacienda, ante la que resaltó que se prevé un crecimiento de la economía del 5,5% y un tipo de cambio “estable”, con una tasa de inflación interanual del 29%.
Escoltado por el presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa, el funcionario nacional señaló que su plan económico es “de transición” y que el Presupuesto está basado en el “realismo” y no “ilusiones”, tras realizar un repaso de la situación del país que encontró el gobierno de Alberto Fernández al asumir y, posteriormente, un breve repaso histórico sobre la evolución del PBI argentino desde 1970.
Guzmán resaltó que “el tránsito hacia la sostenibilidad fiscal requiere una economía que se recupere, porque no hay otra forma”.
Subrayó que su gestión se propone reducir de manera gradual “la necesidad de financiamiento del Banco Central, de financiamiento monetario, y una mayor participación del crédito público en nuestra propia moneda y no en moneda extranjera”.
Dijo que el Presupuesto 2021, que la Cámara de Diputados empezará a discutir en la comisión homónima en los próximos días, “apunta a un déficit fiscal primario de 4,5% del producto, que es un nivel adecuado”, en pos de “una recuperación sostenible de la actividad económica y del empleo para fortalecer la inversión pública en áreas estrategias”.
Sostuvo que, “como parte de este presupuesto, hay una redefinición de partidas de modo de que se empujen actividades que tienen un efecto multiplicador en la actividad económica”.
“Un mix asequible”
Afirmó que al mayor al déficit primario se le suman los intereses de la deuda pública, que totalizan 1,5% del PBI, y este presupuesto se apunta a financiar con el 40% de deuda pública y 60% de financiamiento por parte del Banco Central".
“¿Es el mix óptimo? No, no lo es, pero es el mix que consideramos factible, asequible, para que el Estado pueda lograr el proceso de normalización del mercado de deuda pública”, aseveró.
Dijo que “claramente lo óptimo sería depender menos del financiamiento monetario en estas condiciones”, pero que lo que pretende el Gobierno "es hacer es un presupuesto sobre la base del realismo y si luego la realidad resulta ser mejor, por supuesto se reservarán “cierta flexibilidad”.
Al respecto, remarcó que el país y el mundo enfrentan “una pandemia y hay que mantener cierta flexibilidad por si la pandemia se prolonga más allá de lo de lo que el presupuesto presupone”.
Guzmán reiteró que el presupuesto proyecta “un crecimiento del producto de 5,5%”, un crecimiento de consumo también del 5,5%, y del consumo público, del 2%, entre otras variables.
Situación previa
El ministro dijo que como consecuencia de la pandemia se profundizó la crisis socioeconómica y que esto es “realmente preocupante”.
Sostuvo que la Argentina hoy tiene un 35,5% de la población en la pobreza y que la pobreza “obviamente seguirá creciendo en el contexto de la pandemia”; y resaltó que “el 8% de las argentinas y los argentinos están en situación de indigencia y pobreza extrema”, y que la indigencia también crecerá.
Sostuvo que el desempleo se encuentra “en casi el 10% de la población” y que "cuando se publiquen los datos del segundo trimestre del 2020, se verá un aumento de aproximadamente 2,5 puntos porcentuales.
Restricciones cambiarias
Guzmán también defendió el endurecimiento del cepo cambiario, al afirmar que “las medidas que tomaron se tomaron de una situación de transición y tienen que ver con la emergencia económica que está viviendo Argentina, y tienen como objetivo justamente frenar ese drenaje de reservas”.
“Entendamos que son medidas de transición, no son características permanentes de la economía, no son medidas que nos pongan contentos, son medidas para evitar que ese tránsito termine en una mayor inestabilidad”, definió.
Guzmán dijo que las medidas dispuestas por el Banco Central “tienen como objetivo, justamente, poder fortalecer el frente de las reservas internacionales y poder ayudar a la construcción de ese puente que nos lleve a este horizonte de una Argentina que genera trabajo”.
Al inicio de su exposición, el funcionario dijo que “el producto no crece” y que se produjo una fuerte caída, del 19%, entre el segundo trimestre del 2020 y el segundo trimestre 2019, “luego de lo que había sido una caída por dos años consecutivos” y de que “el país terminó el año 2019 con una inflación del 53%”. Al respecto, dijo que “todavía hay niveles elevados, porque la variación de los precios en agosto 2020 ha sido de 40,7%”.
“Todo esto muestra una situación de partida realmente difícil, con problemas económicos sociales que arrastran problemas estructurales que le han impedido Argentina por encontrar un sendero desarrollo virtuoso, un sendero desarrollo inclusivo, en el sentido de que el país genere trabajo para toda su estructura sociodemográfica, y un sendero de estabilidad”, expresó.
