El secretario de Asuntos Estratégicos del Gobierno nacional, Gustavo Beliz, consideró hoy que “de ninguna manera es imposible en nuestro país acordar cuestiones básicas cuando se trata de pensar en un modelo distinto de inclusión social” y señaló un puñado de políticas de Estado que se impulsaron con consenso general del arco político.
“La Argentina no tiene una incapacidad congénita para acordar políticas de Estado”, afirmó Beliz, uno de los funcionarios nacionales que menos habla en la cuarta edición del encuentro de Democracia y Desarrollo organizado por Clarín en el Museo Malba de Buenos Aires, que esta vez lleva el título: “La economía del conocimiento, una pieza decisiva para impulsar el desarrollo de la Argentina”.
El funcionario nacional consideró que la economía del conocimiento requiere sobre todo de “sobriedad política, capacidad de diálogo y de acuerdo, y una emocionalidad que supere la grieta”.
“Insisto, requiere de la capacidad de escuchar al otro con empatía entendiendo que también puede tener razón en muchos aspectos y que no se es de ninguna manera imposible en nuestro país acordar cuestiones básicas cuando se trata de pensar en un modelo distinto de inclusión social”, expresó.
La economía del conocimiento genera en la Argentina exportaciones por US$ 6.400 millones, sólo superadas por el complejo sojero y la industria automotriz. Y ocupa a 450.000 personas. Pero hoy la brecha cambiaria y la inestabilidad macroeconómica están frenando a lo que es uno de los sectores más dinámicos de la economía nacional.
Las políticas de Estado
Beliz citó tres políticas de Estado que, dijo, “son un buen ejemplo para levantar nuestra autoestima” cuando pensamos que en el país no se pueden alcanzar acuerdos macroestructurales.
En primer lugar, el funcionario citó la Ley de Economía del Conocimiento, que se aprobó por unanimidad en el Congreso luego de cambios propuestos por distintas fuerzas políticas y es muy importante porque ofrece oportunidades de previsibilidad.
La segunda política de Estado señalada por el funcionario fue la Asignación Universal por Hijo, que es una política que se ha consagrado hace casi veinte años y que es una importante de red social que ha sido ejemplar en todo el mundo.
“Tenemos que adaptarla, sí. Yo tengo el sueño de que en la Argentina se establezca una Asignación Universal por Hijo con base tecnológica, que refuerce las habilidades tecnológicas de los sectores más postergados y vulnerados”, dijo Beliz. Y agregó: “Tenemos un desafío allí para aggiornar la AUH”.
Y la tercera política de Estado, que también requiere de un abordaje tecnológico, es la adopción y la inclusión social de los barrios populares, dijo el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia.
Esta última es una política que se consagró por ley y que tiene recursos para la renovación de la infraestructura física de los barrios. Pero ahora requiere el abordaje de conectividad digital, porque cuando se habla de la economía del conocimiento hay que considerar la conectividad.
“Hay que considerar sobre la conectividad la manera a través de la cual logramos que los sectores más sumergidos tengan accesos más baratos y populares para generar mayores niveles de conectividad”, comentó.
Por otro lado, Beliz consideró que “es enorme” el desafío de la inteligencia artificial en la Argentina, dado que es la madre de todas las tecnologías y tiene “desafíos éticos de una gigantesca dimensión”.
A través del Consejo Económico y Social que conduce Beliz, la Argentina ha adherido a los pactos globales de inteligencia artificial e incluso se están formando dirigentes gremiales del sector.
Y se está en proceso de conformar un gran centro argentino multidisciplinario de inteligencia artificial que permeé esta madre de todas las tecnologías en la salud, en la agricultura de precisión y en la electromovilidad, entre otros sectores, dijo Beliz.
La economía naranja
El funcionario también destacó que la Argentina ha logrado consensuar una serie de pautas para impulsar lo que se considera como “economía naranja”, que hace referencia al mundo de la cultura, la industria creativa y la creación de contenido.
“Esto ofrece una enorme cantidad de oportunidades para los contenidos audiovisuales, el sector cultural, los videojuegos, la producción de animación y el talento enorme que tiene el país en materia de creación artística”, destacó Beliz.