En la edición de Los Andes del sábado 2 de octubre informábamos que el Gobierno provincial avanzaría con la concreción del proyecto de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu). Allí se indicaba que la decisión final estaba en manos del Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación Juan Cabandié.
El peronismo mendocino salió con los tapones de punta a contestar. “El problema no está en Buenos Aires; el problema está en la actualización que tiene que hacer el Gobierno de la provincia. Falta la actualización técnica, el plan de inclusión social y la conformación del consorcio intermunicipal. Eso no está hecho; si la Provincia no completa eso, el proyecto no va salir”, dijo José Pozzoli, para luego indicar que esa actualización demoraría no menos de un año.
No es extraño que el encargado de la respuesta fuera el ahora subgerente del Centro Regional Andino del Instituto Nacional del Agua y candidato a concejal de Guaymallén José Pozzoli. Antes de eso, hasta el cierre de la gestión de Francisco Pérez, fue el encargado de coordinar el desarrollo del proyecto Girsu, que luego se continuó trabajando durante la administración de Alfredo Cornejo.
“Me llama la atención que salga (Mario) Isgró y no (Humberto) Mingorance, cuando es un tema netamente ambiental”, recordó Pozzoli y luego señaló que “el proyecto tiene la no objeción del banco hace cuatro o cinco años”. La no objeción es la aprobación técnica.
El Plan de Inclusión social se refiere a qué se va a hacer con la gente que hoy trabaja en los basurales a cielo abierto. “La última vez que se hizo algo ahí fue hace tres años”.
El otro punto que Pozzoli indica como problemático es que la conformación del consorcio del área metropolitana, que en el proyecto será el encargado de definir la operación y de cubrir los costos de funcionamiento. “Esto no está ni hablado con los municipios del Gran Mendoza”, asegura Pozzoli.
El último punto es la adecuación técnica del proyecto. “Desde que se terminó la formulación, los municipios han ido avanzando en estaciones de transferencia, clasificación de residuos en domicilio, que no están planteados en el proyecto original. Eso hay que actualizarlo en la presentación final al BID”, dijo Pozzoli.
“Creemos que es un anuncio más que no avanza. Cada vez hay más gente trabajando en los basurales porque es muy compleja la situación social y si no se actualiza eso, es muy difícil que salga el proyecto. Hacer un censo de esa gente llevará un año”.
El Girsu fue enviado a la Legislatura provincial a principios de 2020, para que se autorizara a tomar el crédito de 25 millones de dólares con el Banco Interamericano de Desarrollo, para tratar los residuos del Gran Mendoza y Valle de Uco. Como los avales para endeudamiento requieren de dos tercios de los votos de ambas cámaras, el peronismo logró trabar el proyecto.
Cuando asumió Alberto Fernández, se determinó que los créditos para el tratamiento de residuos fueran absorbidos por la Nación y no por las provincias. El proyecto Girsu podría haber avanzado entonces, porque no requería de autorización de la Legislatura provincial, pero apareció un proyecto de tratamiento de residuos para Valle de Uco, que consiguió financiamiento nacional.
De hecho, en marzo de este año hubo un cruce de declaraciones entre Mingorance y el intendente de Tunuyán Martín Aveiro, cuando trascendió la licitación nacional de esa obra. En aquel momento, el secretario de Ambiente de la Provincia denunciaba que el Gobierno no estaba informada sobre esa obra y advertía del peligro de que se desmembrara el proyecto Girsu.